Vino salida pandemia
Wine bar de Bodegas Beronia

El mundo del vino a sorbos
Texto: Antonio Egido

Sin tratar de ser adivinos nos apoyamos hoy en el buscador para ir ‘tentando’ lo que le puede suceder al mundo del vino en este año, que será conocido como el de la pandemia del coronavirus, y por ello nos vamos a quedar con la información que nos ofrece ‘expansion.com’.

El enlace en el que nos fijamos lleva como título “Así será el futuro del sector del vino tras la pandemia, analizado por sus protagonistas”, donde como primer dato nos aportan que “Se prevé un duro cierre de 2020 debido al impacto en la hostelería, no compensado por el aumento de los canales alimentario y online, que ha vivido un crecimiento exponencial. La caída de las ventas este ejercicio se estima entre el 20 y el 40 %, según la Federación española del Vino (FEV).

(…) “Los aficionados se han lanzado a las tiendas virtuales, los supermercados y grandes superficies pero, con la hostelería y el enoturismo cerrados estos meses, al sector se le complica la compensación. Este 2020 «será un año dificilísimo», en palabras del periodista Víctor de la Serna, crítico de gastronomía y de vinos, además de responsable y fundador del portal enológico Elmundovino, adscrito a Metrópoli y también arrastrado temporalmente por el coronavirus. «Los productores de volumen están solicitando poder hacer una vendimia en verde, es decir, reducir su producción desde la cepa para ahorrarse una parte de su próxima vendimia, que no podrían elaborar como vino ni vender como uva. Hay grandes existencias y la producción española, y de otros países, deberá reducirse mucho este año por ese motivo. Las pequeñas bodegas familiares parecen menos tocadas en ese sentido, pero también se resiente mucho su tesorería, mucho más modesta», explica”.

(…) “Federico Oldenburg, colaborador de Fuera de Serie, encuentra motivos esperanzadores en las nuevas tendencias. «Ha habido un mayor consumo en las casas, también de mayor calidad. Y se ha producido un cambio radical a la hora de contar y vender el vino. Ahora se disfruta y comparte en plataformas como Instagram. Afortunadamente, como se trata de un producto no perecedero -al menos en términos urgentes, como el aceite de oliva o el marisco- la nueva realidad permite reflexionar y sopesar cómo vamos a disfrutarlo mejor después de esta crisis que, por primera vez en nuestras vidas, es global», reflexiona el experto.El enólogo Rodolfo Bastida, director técnico y director general de bodegas Ramón Bilbao, prevé un impacto mayor al de 2008. «No ya por el factor sanitario y número de fallecidos, que por supuesto es el más importante, sino porque sus consecuencias económicas todavía no somos capaces de vislumbrar. El sector del vino se verá afectado en la medida en que la hostelería sea capaz de volver a recobrar el pulso anterior». Muchos negocios lamentablemente no volverán a abrir la persiana y ellos han querido contribuir a la causa con la donación de 650.000 euros”.

(…) “Varias crisis, y de distinto signo, se han vivido ya en las Bodegas y Viñedos Marqués de Vargas. Todas ellas superadas, certifica Pelayo de la Mata, Marqués de Vargas con una visión del negocio a largo plazo en el que cada generación pone su piedra para la siguiente desde que su bisabuelo, Felipe de la Mata y Fernández, plantó sus primeras vides en el año 1840. «La mitad de los vinos que elaboramos se venden en exportación, en más de 50 países, mercados que en mayor o menor medida se comportan bastante mejor que el doméstico. En España nuestros vinos se venden principalmente en la restauración, por lo que la pandemia nos ha tocado de lleno durante casi tres meses», asevera el también líder del Grupo Varma. En plena vuelta a la actividad, busca activamente fórmulas de ayuda al sector Horeca -acrónimo de HOteles, REstaurantes y CAfeterías- y continúa con sus labores en campo y bodega. «Producimos sólo vinos Reserva y Gran Reserva, por eso es fundamental seguir trabajando en la crianza de las añadas 2018 y 2019». Mientras, ha puesto en marcha la tienda online de Marqués de Vargas”.

(…) En González Byass dieron un giro a su producción para elaborar gel hidroalcohólico y ayudar en la contención de la pandemia. No contentos con eso, dieron un paso más. «Los ingresos de la nueva saca de Tío Pepe en Rama irán destinados al apoyo de la hostelería, uno de los sectores más castigados en esta situación», anuncia Leticia Sánchez Lara, Jefe de Gabinete de Prensa.

Por su parte, Diego Burgos, director de comunicación de Castelo de Medina, también piensa que España es un país de hostelería y de calle. Aún así, pronostica que «la gente hará mucha más vida social en casa al estilo anglosajón, la tendencia de consumo en el hogar se mantendrá incluso cuando dejemos atrás esta crisis». Y también perdurará que el cargo se haga a través de pantallas.

(…) Quizá recordemos este período como aquella oportunidad única para que el sector de alimentación y bebidas ganasen una presencia inédita hasta la fecha en el canal online, haciendo en cierta manera más llevadero estos meses difíciles. Así lo cree la periodista y sumiller Laura S. Lara, protagonista de numerosos Instagram Live sobre vino durante este tiempo en el que ha tocado reinventarse. «Dicen que ante dificultades se agudiza el ingenio. La digitalización ha llegado de repente y ha pillado dormidas a muchas empresas. La mayoría de las bodegas españolas apenas utilizaban sus tiendas online antes del coronavirus. El vino no era algo que se soliese comprar por internet. Y esto ha cambiado. La supervivencia del sector va a depender de la capacidad de adaptación de restaurantes y bodegas a la situación, porque una cosa es la normalidad aparente y otra perder de verdad el miedo sanitario, que se quedará con nosotros durante meses», aventura esta consultora.

Pone el ejemplo de cerebros inquietos que no han dejado de trabajar durante el confinamiento, con opciones como el delivery de chefs con estrella Michelin. Opciones que han llegado para quedarse. «En esta nueva etapa habrá que tener mucha psicología para el trato con el cliente, hemos pasado algo parecido a una guerra y ahora todos tenemos que volver a aprender desde cero. Eso genera estrés en restauradores y consumidores, por lo que la empatía y la paciencia serán imprescindibles», desliza la sumiller. La prioridad será subsistir, con cambios como cartas de vino para llevar. Las cuentas de resultados pasarán a un segundo plano. «Los españoles no vamos a dejar de ir a las tabernas, a los restaurantes, ni tampoco vamos a dejar de beber vino. Cambiará la forma, eso sí, pero no el espíritu».

Interesantes reflexiones que lo mismo debemos releer en estas próximas jornadas al tiempo que disfrutamos de vino de calidad.

 

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