Blog El Descorche de La Prensa del Rioja

En el libro El Vino de Rioja (Ediciones La Prensa del Rioja, 2003), a la hora de describir la zona de producción planteé una subdivisión por comarcas diferente a la clásica de las tres subzonas que contempla la Denominación. El asunto ha tomado ahora nuevo impulso con motivo de la creación de nuevas categorías, como la de ‘Viñedo Singular’, vinculadas al territorio.

Texto: Javier Pascual

 

Aunque son innegables algunos rasgos generales que caracterizan la personalidad vitivinícola diferenciada de las tres subzonas, la intensa evolución de la viticultura ha convertido en obsoletas las tópicas descripciones y en insuficiente la subdivisión. Así por ejemplo, en la descripción de La Rioja Alta que incluí en el libro me referí a “tres áreas o comarcas de características geoclimáticas más o menos homogéneas, aunque de fronteras difusas, que nos permiten acercarnos un poco mejor a las peculiaridades de su vitivinicultura: la Sonsierra, el valle del Hoja-Tirón y la comarca del Najerilla”.

El replanteamiento es si cabe más necesario en el caso de Rioja Baja, una amplia zona que se extiende a lo largo de 70 km desde Logroño hasta Alfaro y con plantaciones de viñedo a altitudes que oscilan entre los 300 m de Aldeanueva de Ebro y los 700 m de Tudelilla. Además de esta cuestión estrictamente ‘técnica’, que exige una nueva subdivisión que reconozca la notable diversidad geoclimática existente, hay otra cuestión que ha puesto de actualidad el debate sobre el cambio de nombre de la subzona. Aun recuerdo aquella lapidaria expresión “el rioja mesocrático” (muy baja expresión, ciertamente) con la que un periodista se refería hace veinte años a los vinos producidos en la subzona Rioja Baja, opinión que luego ha modificado sustancialmente.

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