El mundo del vino a sorbos

Antes de las merecidas vacaciones de este verano de 2014, y nos referimos a las de ustedes que no a las nuestras, vamos a hacer un homenaje a las Cofradías del Vino, asociaciones que disfrutan de esta bebida, que entregan muchas horas a promocionar los vinos de su zona y que además de ‘colorido’ y en muchos casos ceremonias atractivas para los ojos, son los que nos dejan en la boca el regusto del sabor a vino.

 

Texto: Antonio Egido

Así le hemos indicado a nuestro buscador que nos ofrezca páginas que hablen de Cofradías del Vino y a la primera página web a la que nos envía es a ‘cofradiadelvinodelariberadelduero.es/’ en donde leemos en su página de inicio que la “Cofradía del Vino de la Ribera del Duero, constituida según lo dispuesto en la Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del derecho de Asociación, y al amparo de lo dispuesto en el artículo 22 de la Constitución, careciendo de ánimo de lucro” y si nos vamos a su historia, nos señalan que la “Cofradía del Vino de la Ribera del Duero, fue constituida el 22 de  marzo, careciendo de ánimo de lucro, con el fin de estudiar,  difundir, y disfrutar con la cultura del vino, en amistad y  armonía. Fomentar el consumo del vino de una forma cabal y prudente,  teniendo en cuenta que vino + alimentación = salud. Mantener una estrecha relación con asociaciones, grupos, cofradías, entidades e instituciones similares, que persigan nuestros mismos fines. Concertar visitas, intercambiar información, vinos, y todo  aquello que redunde en beneficio de la promoción y cultura del  vino. Promocionar, con las actividades que planifique la Cofradía del  Vino de la Ribera del Duero, la cultura y los vinos de la D. O.”.

Y entre sus actividades figuran: “Coloquios y representaciones, en  lugares que se consideren óptimos  para la difusión y promoción. Catas dirigidas por enólogos o persona experta, con el fin de adquirir conocimientos organolépticos  y cualitativos de los vinos. Cursos dirigidos de cata en los  diferentes niveles de aprendizaje. Asistencia a cofradías, ferias, instituciones y cualquier lugar, para  promocionar los vinos de la Denominación de Origen Ribera del Duero. Realización de eventos relacionados con los vinos de Ribera del Duero. Planificación de actividades propias o concertadas para la promoción y  difusión de los vinos de la Ribera del  Duero. Viajes e intercambios culturales a  otras regiones vitivinícolas de España y extranjero para la transferencia y  adquisición de conocimientos de las  distintas culturas del vino”.

Cerramos la página web y nueva referencia del buscador nos lleva hasta ‘cofradiadelvinoderioja.com’ que se presenta indicándonos que “la Cofradía del Vino de Rioja nació como Asociación el 30 de junio de 1984 en el Monasterio de Yuso de San Millán de La Cogolla, acogiéndose expresamente al régimen jurídico de la Ley de Asociaciones 191/64 de 24 de diciembre y adaptándose a la Ley Orgánica 1/2002 de marzo. Habiendo sido inscrita en la Dirección General de Política Interior del Ministerio del mismo nombre, con fecha de julio de 1982.

Son sus objetivos la exaltación de la importante riqueza vitivinícola riojana, dando a conocer y fomentando el consumo de la más variada y selecta gama de caldos que la integran, a través de manifestaciones artísticas, literarias, sociales, folklóricas, culturales, etc., y muy concretamente mediante la organización de actos periódicos en los que pueda enseñarse el arte del bien beber, aisladamente, o como complemento ideal e indispensable del bien comer”.

La tercera entrada corresponde a la Cofradía del Mérito Vitivinícola de Chile que en ‘cofradiadelvino.cl’ se presenta como “una organización integrada por una elite de profesionales ligados al vino y a sus quehaceres, que han sido seleccionados por sus cualidades humanas y científicas, complementadas por un inclaudicable amor al vino.

La misión que se han impuesto los miembros de esta Cofradía es la de velar por la autenticidad y calidad del vino chileno y promover su conocimiento e imagen, a través de instancias de intercambio intelectual.

La Cofradía fue fundada el 30 de diciembre de 1993 por veinte Ingenieros Agrónomos Enólogos que habían sido distinguidos con el Premio al Mérito Vitivinícola que otorga anualmente la Asociación de Ingenieros Agrónomos Enólogos de Chile. Cada año ingresan a ella quienes obtengan igual distinción. Todos ellos son miembros de número de la Cofradía.

Ingresan también a ella, en carácter de miembros honorarios, personas que hayan sido presentados y aprobados por acreditar sus condiciones profesionales y humanas y hayan hecho aportes al engrandecimiento de este noble producto”.

Volvemos a España para quedarnos en ‘cofradiamonastrell.org’ donde se aloja la web de la Cofradía del Vino Reino de la Monastrell que tiene su razón de ser en que “se ha pretendido que puedan identificarse las Denominaciones de Origen de la Región de Murcia: Bullas, Jumilla y Yecla, y las próximas de Alicante y Valencia, puesto que en todas ellas la Monastrell es la variedad que mayor superficie ocupa. Se cultiva en un total de dieciséis Denominaciones de Origen españolas.

Además, la D.O. Jumilla abarca seis municipios de la provincia de Albacete; además parte de los municipios de Abanilla, Jumilla y Yecla (Murcia) están incluidos, transitoriamente, en la D.O. Alicante.

 Por este motivo se ha determinado como ámbito de la Cofradía el de las tres Comunidades Autónomas de Castilla la Mancha, Murcia y Valencia, aunque puede ampliarse en un futuro.

La Monastrell está perfectamente adaptada a nuestras duras condiciones de suelo y clima, sobre todo a largos y calurosos veranos siendo capaz de soportar prolongadas sequías”.

Este es nuestro homenaje a los ‘voceros’ de unos vinos a los que se comprometen a defender, pero que gozan de la cata y en su caso del aplauso de otros muchos vinos. Gracias a las Cofradías muchos han comenzado a ser consumidores de vinos.