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Texto: Javier Pascual

El pago de la ‘cuota obligatoria’ con la que los viticultores riojanos contribuyen a la financiación de los presupuestos del Consejo Regulador es condición imprescindible para que la ‘Tarjeta de Viticultor’ se active y permita a su titular realizar la vendimia bajo el amparo de la Denominación. Así lo ha comunicado el Consejo estos días a los más de 14.000 titulares de viñedos que hay en Rioja, indicándoles en la misiva que tienen de plazo hasta el 31 de agosto para el abono de una cuota cuyo “coste medio unitario para esta vendimia 2020 es de 11,21 euros por cada millar de kilos amparados en la vendimia precedente”. En números globales, los 384,6 millones de kg de uva cosechados en 2019 supondrán una aportación de 4,3 millones de euros.

Aunque la cuota de 2019 fue similar a la de este año (11,26 euros por cada millar de kilos amparados), la aportación total ascendió a 5,4 millones de euros dado que el volumen de cosecha fue muy superior (479,5 millones de kg de uva). En consecuencia, los viticultores aportarán por este concepto un millón de euros menos que el año anterior gracias a la reducción presupuestaria que el Consejo decidió en abril para paliar los efectos de la crisis ocasionada por la COVID-19.

Ante la delicada situación del conjunto de los mercados clave para las ventas de Rioja, así como de las bodegas, viticultores y demás integrantes del sector vitivinícola, el Consejo Regulador adoptó un paquete de medidas, entre las que destacaba la reducción en un 45% del presupuesto de promoción 2020 aprobado en el mes de diciembre y cuyo montante total ascendía a 10,7 millones de euros. Esta reducción se acompañó de un plan de pagos orientado a aliviar tensiones de tesorería de bodegas y viticultores, como aplicar a las bodegas un retraso de 60 días en el cobro del recibo trimestral por comercialización, anular el pago previsto para abril del Presupuesto Extraordinario, o reducir la aportación de los viticultores a la financiación del Plan Extraordinario de Promoción en un 50%. En el recibo cobratorio vinculado a la Tarjeta de Viticultor se indica con detalle la cuota obligatoria a pagar por cada titular, así como la superficie de viñedo inscrito que posee de uvas tintas y de uvas blancas según consta en el Registro de Viñas del Consejo. La Cartilla solo se activará “al contacto con el terminal al realizar la primera entrega de uva en bodega, siempre y cuando se haya pagado la cuota obligatoria”.

Como cualquiera que se interese por las finanzas del Consejo Regulador puede saber, ya que informa con total transparencia en su memoria anual desde 1992 -consultar en la web institucional www.riojawine.com-, la financiación de los presupuestos de la entidad se realiza casi íntegramente por el sector. De los 16,7 millones de euros que se aprobaron inicialmente para 2020, a las bodegas les correspondía un total de 9.660.293 euros (el 57,8%) y a los viticultores de 7.056.769 euros (un 42,2%). El reparto de los presupuestos del Consejo entre bodegas y viticultores era del 75% / 25% respectivamente hasta el año 2001, algo que cambió sustancialmente a partir de 2002 con la dotación de un presupuesto extraordinario de promoción de 2,3 millones de euros. Algo que supuso un hito histórico, pues los viticultores asumieron la financiación de ese presupuesto al 50% con el sector comercializador. Este presupuesto dedicado fundamentalmente a la promoción internacional de los vinos de Rioja se incrementó exponencialmente en pocos años, hasta llegar a los diez millones de euros que han venido manteniéndose durante la última década con la misma fórmula de financiación por parte de productores y comercializadores.