Carlos Echapresto (i.), sumiller y propietario del restaurante junto a su hermano Ignacio al frente de la cocina.

Carlos Echapresto recibió el premio a su trabajo como Sumiller Embajador del Vino Español en la edición del 2016

El Restaurante Venta Moncalvillo, en la localidad riojana de Daroca de Rioja, ha sido galardonado con el Premio a Mejor Carta de Vinos en la V Edición de los Premios International Wine Challenge Merchant Awards Spain 2020.

El objetivo de estos premios es reconocer el trabajo de sumilleres, educadores, distribuidores, comercializadores y agentes que llevan a cabo su actividad en torno al mundo del vino. Cuenta con un jurado de lujo, presidido por el MW Pedro Ballesteros, con otro MW Fernando Mora, con los formadores Ferrán Centelles, Juan Luis García y Juancho Asenjo y con otros profesionales del sector vitivinícola como José Luis Benítez, Benjamín Lana y Ángel Riesgo.

Carlos Echapresto, sumiller y propietario del restaurante junto a su hermano Ignacio al frente de la cocina. Carlos recogía de manera virtual esta distinción en nombre de todo el equipo alegando que “estamos muy felices y agradecidos por este premio que es el reconocimiento al trabajo que llevamos haciendo más de 20 años”.

El Restaurante Venta Moncalvillo, con una Estrella Michelín, está ubicado en el pequeño pueblo Daroca de Rioja, en pleno corazón de La Rioja, y su carta de vinos cuenta la historia del restaurante, la trayectoria de Carlos Echapresto y las relaciones que han ido afianzando a lo largo del tiempo con grandes bodegas, nacionales e internacionales, pero también con pequeños productores.

La premiada carta de vinos del restaurante cuenta con más de 1600 referencias y está estructurada en dos volúmenes: el primero, pensado en un público que llega desde fuera de La Rioja, ya sea nacional o extranjero, que invita a hacer un viaje por los vinos de Rioja. En sus páginas, vinos clásicos de bodegas históricas, en los que destacan las verticales de añadas y los vinos de décadas desde los años 20 hasta la actualidad y de vinos de bodegas creadas en los años 70. También hay lugar para pequeñas bodegas del último siglo que son proyectos más basados en el terroir, donde se pueden encontrar muchos vinos parcelarios, vinos mono varietales y en general vinos con una fuerte identidad por la manera en la que están elaborados.

El otro volumen está dedicado a los vinos de fuera de La Rioja, y está pensado en ese público más local que no siempre tiene oportunidades de beber vinos de fuera y en el que se propone un recorrido por España con vinos gallegos, castellanos, canarios y con representantes de toda la geografía española, y, por supuesto, vinos internacionales.

Una peculiaridad en la propuesta de vinos de Venta Moncalvillo es que la gran mayoría de los vinos de la carta pueden ser servidos por copa. Existe una gran rotación de vinos ya que sus maridajes, no son al uso, no están preconcebidos, sino que son diseñados almomento en base a la información que los clientes les dan y en función principalmente de sus gustos, preferencias e inquietudes. Si algo recalca Carlos Echapresto es que “no tenemos el más mínimo problema en abrir cualquier botella en cualquier momento, porque lo más bonito de mi trabajo es poder compartir estas botellas que para mi son tan especiales con aquellos que visitan nuestra casa”.

Los hermanos Echapresto han mantenido siempre un fuerte compromiso con el entorno, con los productores y con su manera de entender la gastronomía, tal y como llevan años demostrando. La filosofía de Venta Moncalvillo, en su carta de comida, está basada, en gran parte, en el origen de los productos, ya que se abastecen en gran medida de su propia huerta, ubicada en la misma finca. Huerta que se rige por los principios de la biodinámica y que nutre los menús de Venta Moncalvillo con productos que van cambiando como lo hacen las fases de la luna. Lo mismo respecto a los vinos, buscar esos proyectos con alma con los que ellos se sienten identificados. Desde sus inicios han sido fieles y coherentes con esta filosofía de trabajo, y así, han conseguido posicionar a Venta Moncalvillo como una de las propuestas gastronómicas con una identidad muy marcada por su profundo vínculo con su entorno y territorio.

La visita a la bodega es uno de los momentos más especiales de la experiencia en Venta Moncalvillo, donde los clientes pueden disfrutar de un aperitivo y conocer el lugar en el que se esconden los tesoros embotellados más preciados de la familia Echapresto, tesoros que además podrán descubrir a través de las páginas de su galardonada carta de vinos.

 

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