La bodega apuesta por la diferenciación y la originalidad a través de un nuevo vino blanco elaborado con Garnacha Blanca y Tempranillo Blanco

Rioja Vega lanza al mercado un nuevo vino blanco de producción limitada con el que busca destacar la esencia de lo autóctono y minoritario resaltando la tipicidad de la Garnacha Blanca.

La bodega centenaria apuesta por la diferenciación y la originalidad a través de un nuevo vino blanco elaborado con Garnacha Blanca, variedad histórica y minoritaria en Rioja que, acompañada del Tempranillo Blanco, da como resultado un vino elegante, complejo y con brillante acidez.

Esperanza Elías, enóloga de Rioja Vega

Con este vino, según su creadora, la enóloga Esperanza Elías “queremos enriquecer esa cara menos conocida de los vinos de nuestra región. Estamos ante un blanco para amantes del vino, atentos a la evolución de las diferentes zonas vitivinícolas. Además, resultará familiar para aquellos que mantienen una relación estrecha con sus vinos blancos de confianza”.

Rioja Vega Garnacha Blanca y Tempranillo Blanco ha sido elaborado con un estilo actual en una apuesta por su personalidad y diferenciación. Vendimia seleccionada de madrugada. La obtención del mosto flor se produjo por escurrido directo sin presión. Fermentación controlada a baja temperatura durante un mes. Trasiegos posteriores con conservación de sus lías finas en suspensión.

El resultado es un vino blanco complejo y sutil, en el que el Tempranillo Blanco actúa como soporte y cede protagonismo a la profundidad de matices florales y herbáceos de la Garnacha Blanca. Untuoso y maduro. Muy bien equilibrado, con una acidez que prolonga en el tiempo las sensaciones frutales envueltas de seda. Un vino primaveral, expresivo y con personalidad.

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