El mundo del vino a sorbos
Texto: Antonio Egido

A punto de cerrar el segundo mes del año, no debemos olvidarnos de una de las preocupaciones de mundo del vino, que es el del reciclado de los diferentes elementos que participan en él, si bien somos conscientes de que ahora mismo lo que priva es la comercialización dado que el año de la pandemia no ha ofrecido esa posibilidad, o al menos como debía. Pero nunca debemos olvidar que hablar de reciclar es hablar de futuro.

Así se lo hemos pedido al buscador y no deja de ofrecernos enlaces a páginas informativas, que es lo que ahora solicitamos. Así, sobre los tapones leemos en ‘iambiente.es’, “que las botellas de vidrio se deben tirar al contenedor verde todo el mundo lo sabe. Pero ¿qué pasa con los tapones? Antes se utilizaba solo corcho natural como cierre. Pero desde hace un tiempo a esta parte, las botellas de vino se tapan con materiales y formas diversas. Y no siempre sabemos qué tenemos que hacer para contribuir a la reutilización de materiales y al mismo tiempo proteger el medio ambiente.

Los tapones de corcho natural deberían ir al contenedor marrón, el del orgánico. Son un producto natural que se puede compostar para luego ser utilizado en aplicaciones agrícolas. Marc Balagué, técnico del departamento de Gestión de insfraestructura de la Agencia Catalana de Residuos, explicaba a Vadevi, que antes del reciclaje es importante la reutilización. Pero en el caso del corcho natural aún no se han implantado programas de este tipo.

Otro tipo de tapones habitual es el tapón sintético. Están fabricados con diferentes polímeros plásticos pero no por ello se deben tirar en el contenedor amarillo. No. Estos tapones que la mayoría de veces son de colores muy llamativos y que ya se ve que no son de corcho los deberíamos volver a clavar en la botella vacía y tirar todo junto al contenedor verde. En este caso, Balagué recuerda que el tapón forma parte del mismo envase. Por eso, ya está contemplado que una vez llegue a la planta habrá elementos que deberán separar. «Ya nos gustaría que el vidrio llegara limpio en el contenedor, solo vidrio, pero eso es pedir demasiado al consumidor. Por ello está prevista la separación de otros materiales que le son propios, como la etiqueta de papel, o la cápsula metálica», explican desde la Agencia Catalana de Residuos.

Los tapones de rosca, con la botella

Teniendo en cuenta este hecho, los tapones de rosca habituales en vinos jóvenes tintos y en blancos y rosados, y también a los vermuts, también se pueden dejar a la botella. Una vez en la planta, con un electroimán, se separarán las partes metálicas de la botella. «La vidriera está preparada para recuperar de forma separada todas los residuos metálicos que, una vez recogidos, también se reciclan», asegura Balagué.

Estos sistema de recuperación de partes metálicas también se encuentra en las plantas de reciclaje de envases de plástico. Por eso, si este tapón se tira al contenedor amarillo en lugar del verde con la botella no pasaría nada.

En cuanto a los tapones de vidrio, aunque tengan pequeñas partes de silicona o plástico para sellar bien, se deben tirar al contenedor verde. Preferiblemente con la misma botella, para que de nuevo forman parte del mismo envase.

Aunque no se refiere estrictamente al tapón de las botellas, Marc Balaguer recuerda que, antes que los tapones metálicos, más delicado es todavía tirar al contenedor verde materiales como cerámica, por ejemplo, ahora que también encontramos vinos que se embotellan con este material”.

En ‘anfevi.com’ nos acercan el reciclado de las botellas de vidrio con estas palabras: “El reciclado de envases de vidrio es integral, ya que no genera residuos, pues el envase utilizado se emplea totalmente para fabricar otro envase de iguales características, sin perder cualidades en el proceso y sin merma de material. Es decir, un envase reciclado es igual a un nuevo envase fabricado.

Los envases que ya han finalizado su ciclo de vida no incrementan el volumen de residuos sólidos urbanos y, en consecuencia, no perjudican el medio ambiente, sino que se utilizan como materia prima para la producción del mismo material.

El proceso del reciclado integral de envases de vidrio comienza con la recogida selectiva en origen, es decir, antes de su incorporación a la basura. Los ciudadanos depositan en los iglúes o contenedores verdes las botellas y tarros que ya han utilizado. Estos iglúes se recogen periódicamente y los envases depositados en ellos se llevan a las plantas de tratamiento, donde se limpian y trituran para acondicionar el vidrio resultante a una granulometría adecuada, que dará como resultado el casco de vidrio o calcín.

Este casco de vidrio, materia prima para producir nuevos envases, se traslada a las fábricas de envases de vidrio donde se mezcla con el resto de componentes y se funde en los hornos. De esta forma, el material se ha aprovechado al 100 %. Y si la cadena no se rompe, el proceso se puede repetir indefinidamente”.

Pero junto a la palabra reciclar, podemos poner el concepto reutilizar, que es esa manera que ofrece nuestro buscador de convertir una botella de vidrio en una lámpara o el empaquetado de unas botellas de vino en una atractiva estantería de biblioteca. Pero para eso tendrás que esperar a la próxima semana, mientras disfrutas de un vino de calidad. Feliz final de mes.

 

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