“Tres elementos entrelazados, que llevan siglos manteniendo un diálogo entre sí, con el ser humano por testigo. Y que con el paso del tiempo, han dado forma a un Viñedo Singular”, afirma Javier Martínez de Salinas, enólogo de Bodegas Ondarre

Bodegas Ondarre elabora vinos con una marcada tipicidad del municipio de Viana, que viene definida por la diversidad de suelos y la disposición de pequeños y viejos viñedos en las laderas que ascienden hacia la sierra.

Vid, suelo, clima. Tres elementos que en perfecta combinación hacen de un viñedo en particular y de los vinos que de él proceden, un ejemplo vivo de la riqueza que la naturaleza esconde. Es el caso de La Escaleruela, un viñedo de mazuelo, uva que Ondarre utiliza en todos sus vinos y que está plenamente arraigada a la historia vinícola de Viana y sus viñedos. Es una uva que se adapta perfectamente a los suelos francoarcillosos, poco profundos, pobres y duros de La Escaleruela, que parecieran oponerse a que algo crezca de ellos.

Y como último eslabón, un clima de transición con inviernos fríos y veranos secos y gran variación de temperaturas entre el día y la noche, para añadir aún más incertidumbre al noble arte de hacer vino.

Porque el vino surge en el viñedo, pero se hace en la bodega. Un lugar donde la mano del hombre debe preservar con todos los medios a su alcance -técnica, intuición y pasión- aquello que la naturaleza le ha regalado no sin cierta dificultad, explica la bodega.

La singularidad de la escasez de la variedad de uva

Así, ha nacido La Escaleruela 2020. Su singularidad radica en la escasez de la variedad mazuelo con las características del terroir del que procede. Plantado en 1984, se trabaja con una viticultura respetuosa con el medio ambiente. Ocupa 3.939 m2 con una altitud de 441 metros sobre el nivel del mar. Se trata de un viñedo en vaso. La poda se hace de manera manual y tradicional, se realizan la espergura, despunte y en ocasiones deshojado. Son suelos con estructuras pobres, con bajo volumen explorable para las raíces, no son muy ricos en nutrientes, y la capacidad de retención de agua es moderada-alta por lo que no hay riego en la parcela.

Las uvas con las que se ha elaborado la edición limitada de 822 botellas de La Escaleruela 2020 se vendimiaron manualmente la primera semana de octubre de 2020, en cajas de 20 kg. El vino fermentó y maceró en barricas nuevas de roble francés sin uno de sus fondos. Se crió durante 4 meses en barricas de roble francés monitorizando regularmente su evolución para decidir el tiempo de crianza en barrica. Se afinó durante 9 meses en botella, antes de ser embotellado en febrero de 2021. En él predominan los aromas varietales y florales propios del mazuelo. Aparecen notas especias particulares de la barrica nueva.

Ver en el nº237 de La Prensa del Rioja

 

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