El mundo del vino a sorbos
Texto: Antonio Egido
De todos es conocido que el vino, tomado moderadamente es fuente de salud, pero hoy le hemos querido preguntar a nuestro buscador que nos hable de ese apartado que va acompañado a toda bebida alcohólica, cual es el de las calorías, ¿Sabemos cuántas calorías aportan los diferentes tipos de vino e incluso comparados estos con otras bebidas alcohólicas? Hoy nos metemos calorías a nuestro cuerpo.
Y nos damos de cara con el enlace de ‘vivancoculturadevino.es’ donde leemos: “Por algún incomprensible y cruel designio divino, muchas de las cosas que nos hacen felices en la vida también nos hacen engordar. Hace unos años, nadie se planteaba cuántas calorías tenían los alimentos que ingería. Hoy en día, tenemos la información necesaria para saber la energía que nos va a aportar cada uno de los nutrientes de nuestra dieta. Y teniendo esa información disponible, lo razonable es que intentemos cuidarnos.
El vino, como alimento que es, contiene nutrientes. Y aunque nos pese, también supone un aporte calórico que tener en cuenta a la hora de valorar nuestro consumo diario de calorías. Por ello, es importante que conozcamos las calorías que contiene una copa de vino, para que sepamos cómo afecta su consumo a nuestro balance calórico.
Según la Guía de Alimentación y Salud de la UNED, el aporte calórico diario recomendado es: 2.200 kcal para mujeres de entre 25 y 50 años. Tomando como media de referencia a una mujer modelo de 163 centímetros de altura y 63 kilogramos de peso. 2.900 kcal para hombres de entre 25 y 50 años. Tomando como media de referencia a un hombre modelo de 176 centímetros de altura y 79 kilogramos de peso.
Sabiendo ya cuál es la cantidad de calorías que no debemos sobrepasar en el consumo alimenticio de nuestro día a día, solo queda saber cuántas calorías nos aporta una copa de vino para tenerlo en cuenta a la hora de planificar nuestra dieta.
Cómo se calcula
El aporte energético, es decir calórico, del vino viene definido por el contenido de alcohol. Por ello, el número de calorías aportadas variará en función del tipo de vino, de la variedad de las uvas con que se elabore, del tiempo de maduración, etc.
Para entender cómo se calcula el contenido calórico del vino nos serviremos de un ejemplo:
Imaginemos un vino tinto Vivanco Crianza con un volumen de alcohol del 13,5 %. Si una botella de vino de 75 cl (750 ml) suele dar para unas 7-8 copas de vino aproximadamente, tenemos que el contenido medio de una copa es de 750 ml/ 7’5 = 100 ml.
De esos 100 ml de vino, el 13,5 % son de alcohol, más concretamente de etanol. El 13,5 % de 100 ml son: 13,5 ml. La densidad del etanol es de 0,8 gr por mililitro.
Esto quiere decir que un volumen de un mililitro de alcohol pesará 0,8 gramos. Por lo que 13,5 ml pesarán: 13,5 ml x 0,8 gr/ml = 10.8 gramos.
Recapitulando: una copa de vino con una graduación alcohólica del 13,5 % y de 100 ml de volumen contiene 10,8 gramos de alcohol. Sabiendo que cada gramo de alcohol aporta una energía de 7 Kcal: 10,8 gr X 7 kcal/gr = 75,6 kcal.
Nuestra copa de vino nos daría un aporte energético de 75,6 kcal en este caso concreto. Esta cantidad, supondría aproximadamente el 3,44 % del aporte calórico diario en la dieta de una mujer y el 2,6 % aprox. en la de un hombre.
Análogamente, aplicando este mismo cálculo, podríamos concluir que una copa de vino blanco Vivanco Viura-Malvasía-Tempranillo con un volumen de alcohol del 12,5 % aportará 70 kcal, o que una copa de vino rosado Vivanco Tempranillo-Garnacha con un volumen alcohólico del 13,5 % proporcionará a nuestra dieta 75,6 kcal.
Aportes calóricos de nuestro día a día
Para ver más claramente a cuanto equivalen estos aportes calóricos podemos compararlos con el de otras bebidas alcohólicas y alimentos:
Una manzana -> 52 kcal
Copa de vino blanco Vivanco Viura-Malvasía-Tempranillo (100 ml) -> 70 kcal
Copa de vino tinto Vivanco Crianza (100 ml) -> 75,6 kcal
Copa de vino rosado Vivanco Tempranillo-Garnacha (100 ml) -> 75,6 kcal
Yogur natural (100 gr) -> 82 kcal
Un huevo duro -> 147 kcal
Una cerveza (330 ml) -> 150 kcal
Un combinado de ron (25 ml) con refresco de cola (250 ml)-> 176 kcal
Pan de trigo blanco (100 gr) -> 255 kcal
Arroz blanco (100 gr) -> 354 kcal
Queso manchego (100 gr) -> 376 kcal
Chocolate con leche (100 gr) -> 550 kcal”.
Pero al mismo tiempo en ‘vinetur.com’ leemos que “vamos a explicar a continuación por qué el vino no engorda, a pesar de que ciertos nutricionistas insisten en recordarnos constantemente sobre su aporte calórico. Cabe destacar que el aporte calórico de un alimento o bebida en sí mismo no engorda, lo que engorda es la absorción de dicho alimento o bebida, por parte del organismo. Es decir si un alimento o bebida, por muchas calorías que aporten, es transformado inmediatamente en energía mediante algún proceso fisiológico natural como veremos a continuación, no se transformará en grasa corporal.
En efecto, salvo el agua, sabemos que todos los alimentos y bebidas aportan cierta cantidad de energía que se expresa generalmente en calorías. Más exactamente en kilocalorías. A saber, un yogur aporta entre 100 y 200 calorías, un plátano entre 90 y 180 calorías, y una copa de vino entre 100 y 200 calorías, es decir, un gramo de alcohol aporta aproximadamente siete kilocalorías.
Para ser más precisos consultamos a los especialistas de Compra-Vino.com para que nos indiquen de manera más rigurosa el conteo calórico en función de los distintos tipos de vinos existentes en el mercado. Así, el rango típico de calorías sitúa al vino entre 100 a 150 Kcal. por copa de vino (de 150 ml.), la misma cantidad de calorías que contienen dos manzanas, un vaso de cerveza, o un vaso de leche entera. En los vinos espumosos el conteo puede oscilar entre 100 y 180 calorías (dependiendo sobre todo del azúcar residual); el blanco, rosado y tinto suele fluctuar entre 110 y 180 calorías. Un caso particular son los vinos dulces, cuyo elevado contenido de azúcar residual pueden elevar el aporte calórico hasta las 300 calorías por copa.
A pesar de esta regla establecida, el valor calórico de los distintos vinos es variable, no sólo en razón de su grado de alcohol, sino también dependiendo de su concentración de azúcar. Además, el valor kilocalórico es una cifra teórica para un vino embotellado, ya que una vez absorbido por el consumidor, su destino es muy variable. De esta forma, la absorción de las calorías es diferente según el momento del día y si el vino se bebe en ayunas o durante la comida. Este fenómeno es conocido como termogénesis, es decir, la capacidad de absorción o transformación inmediata de lo ingerido en energía, y por tanto no acumulación en grasas.
En efecto la termogénesis es la responsable de que a igual cantidad de calorías entre proteínas e hidratos de carbono, por ejemplo, las proteínas se absorban el doble que los carbohidratos y se transformen en mayor medida en energía”.
Aquí nos quedamos, pues si siguiéramos acabaríamos recurriendo a repetición de datos. Paramos pues y nos damos al disfrute de un trago del vino que más nos guste.
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