Los viticultores riojanos recibieron en 2013 ayudas por valor de casi 7 millones de euros para financiar parte de la inversión necesaria para modernizar 1.147 hectáreas de viñedo. Esto significa que el Gobierno de La Rioja “ha captado algo más de un 25% de fondos de la asignación inicial que le correspondía a la comunidad autónoma en la aplicación de las medidas de reestructuración y reconversión de viñedo”, según afirmó el director general de Agricultura y Ganadería, Igor Fonseca.

 

Las ayudas tramitadas en el pasado ejercicio, que se cerró el 15 de octubre, suponen, además, “la mayor cantidad de fondos ejecutada desde el año 2001, que fue cuando se puso en marcha esta medida de apoyo al sector en el marco de la OCM del Vino”. En este sentido, Fonseca valoró la exitosa gestión llevada a cabo por parte de los técnicos de la Consejería de Agricultura, unido al interés del sector vitivinícola riojano y a la colaboración de las Organizaciones Profesionales Agrarias (OPAS), a través de las cuales se presentan los planes.

Estos casi 7 millones de euros ejecutados en La Rioja, de los cuales 6,7 millones han sido para reestructuración del viñedo, representan el 4,2% de los fondos recibidos por España a través del Fondo Europeo Agrario de Garantía (FEAGA), que han ascendido a 163,7 millones de euros.

En relación a este importe, Igor Fonseca explicó que 1,4 millones de euros han llegado a La Rioja por la falta de ejecución de los fondos asignados a otras comunidades autónomas o proceden de otras medidas como destilación de subproductos, inversiones o promoción del vino en terceros países.

Más de 52,7 millones en 12 años

Desde 2001, un total de 4.357 viticultores riojanos han recibido 52,7 millones de euros que han permitido reestructurar y reconvertir 9.332 hectáreas, que suponen un 22% de la superficie de viñedo que existe actualmente en la comunidad autónoma. Así, durante este periodo, La Rioja se ha beneficiado de un 2,8% de los fondos que han facilitado la modernización de un 3% de la superficie total en España.

El objetivo de esta medida es contribuir a la renovación de las plantaciones de viñedo mediante la sustitución de las plantaciones antiguas por otras nuevas en las que se incorpora algún tipo de mejora como el marco de plantación, el tipo de conducción, la sustitución de la variedad por otra más adaptada a la zona de producción o la mejora de condiciones del suelo. La ayuda concedida supone la mitad del coste de la inversión que realiza el agricultor.