El mundo del vino a sorbos
Texto: Antonio Egido
Aunque al que hacemos referencia esta semana, es “en defensa del producto, la salud y a educación”, firmado por las Academias e Institutos de Gastronomía autonómicos, junto a la Real Academia de Gastronomía Española (RAG) y ratificado por las Academias vasca, gallega, asturiana, cántabra, navarra, riojana, aragonesa, valenciana, mallorquina, ibicenca y formeterana, palmero, chicharrero, andaluz, murciana, extremeña, castellano-manchega, madrileña y leonesa.
¿Y qué solicitan estas Academias? En primer lugar, que “debe defenderse el producto local de calidad con cuantas acciones puedan organizarse desde las Academias, Institutos y demás instituciones públicas, empresariales y ciudadanas involucradas”, porque “han de valorarse, al máximo, los productores y productoras locales en cada Comunidad dándoles a conocer y divulgando sus buenas elaboraciones”, un tema esencial que hace referencia a los productos que denominamos de Km0.
Pero este manifiesto, también “anima al consumidor a adquirir en mercados, ferias y establecimientos especializados producto local”, porque consideran que “la apuesta por el producto local ofrece indudables ventajas en la economía de la zona favoreciendo la diversidad agroalimentaria, la sostenibilidad de cultivos y producciones del sector agrícola, ganadero y marino así como la revitalización de zonas despobladas”, en un tema que, no lo dudamos, estamos hablando y mucho, de lo conocido como España vaciada a la que yo suelo denominar España vacía.
Como consecuencia de esta compra de producto local de calidad “puede disminuir la influencia en el mercado de productos foráneos que compiten por su menor coste y vinculados a baja calidad, dudosa procedencia o elaboración y escaso perfil saludable”.
Además estas Academias, no pueden por menos que agradecer “al sector de la cocina, la hostelería y los productores agroalimentarios su esfuerzo permanente y especialmente durante la pandemia”, al tiempo de incitar a los diferentes estamentos, abogar “por hacer de la educación del consumidor español una pieza clave del crecimiento de la gastronomía nacional y regional de calidad”, en unos momentos en que preocupa y mucho, el tema de la obesidad infantil y las malas costumbres de las comidas, propiciadas por la crisis económica que estamos sufriendo y que, previsiblemente, nos seguirá llegando. Por ello el “Foro de presidentes y la propia RAG recalcan el valor de la educación nutricional de niños y jóvenes como vía de promoción de la salud y, a la vez, como forma de defensa del rico patrimonio cultural que supone la gastronomía. Todo esto sólo será posible si se desarrolla un programa educativo integral que abarque desde la educación en torno al gusto en la infancia hasta la enseñanza profesional en hostelería, con el apoyo de programas universitarios en gastronomía y ciencia de los alimentos y complementado por un marco legal acorde con ello. Con esta acción conjunta, se podrá aprovechar todo el potencial actual de la gastronomía y su enfoque cultural y científico para mejorar los hábitos alimentarios de una forma a la vez sostenible”.
Finalmente el Foro de presidentes y la RAG declaran, yo creo que solemnemente que “la educación, la salud y la defensa del buen producto local agroalimentario será el centro de sus actividades actuales y futuras”, y todo lo que esto significa, es decir: defensa del pueblo a través de su agricultura y ganadería; recomensar lo que corresponda al agricultor y ganadero; que la economía -con gastos e ingresos- se quede donde corresponde, es decir en los pueblos, junto a todos los atractivos que suponen los alimentos de Km0. Un bravo a este manifiesto que pone en movimiento, también, a los políticos.