El mundo del vino a sorbos
Texto: Antonio Egido

El 21 de junio a las 17.54 horas oficial peninsular, según los cálculos del Observatorio Astronómico Nacional (Instituto Geográfico Nacional-Ministerio de Fomento), entrará el verano. Esta nueva estación durará exactamente 93 días y 15 horas, terminando el 23 de septiembre con el comienzo del otoño.

Una nueva estación que nos ha llevado a preguntar a nuestro buscador por aquellos vinos de verano que nos recomiendan las diferentes páginas web, y si es posible, actualizadas, porque seguro que nos vamos a encontrar con páginas escritas en años pasados. Por ello fijamos la mirada en ‘cellersunio.com’ que nos introduce en el tema que hoy nos ocupa con estos consejos a tener en cuenta: “En verano nos apetecen más los alimentos frescos y ligeros. Es lo que nos pide el cuerpo y con los vinos sucede exactamente lo mismo.

Precisamente por ello, los vinos que más triunfan en verano, suelen ser los vinos blancos y rosados.

Pero ojo, el verano también puede ser ocasión para degustar un buen vino tinto si éste se sirve a una temperatura idónea.

Efectivamente, “hay vida” más allá de los blancos

Por su frescura y jovialidad puede ser un buen momento para los rosados. ¡Apostemos por ellos! El rosado es un vino muy versátil que puede acompañar muy bien comidas ligeras e informales a la orilla del mar o en un “chiringuito” de playa: entrantes, tapas, arroces y pastas.

Los tintos también son buenos para el verano, aunque sean los tintos jóvenes o con cortas crianzas los que ganan más puntos.

Los tintos jóvenes suelen ser más afrutados, suaves, menos tánicos y menos estructurados que los tintos con largas crianza. Esto nos permitirá tomarlos a temperaturas más bajas (13-14 ° C) y disfrutar más cuando el termómetro nos aprieta.

¿A qué temperatura servimos el vino en verano?

Vinos blancos: es idóneo tomarlos entre 8 y 10 grados. Cuidado porque a menos temperatura menos podrás apreciar todos sus aromas. Si la temperatura es muy inferior corres el riesgo de que el vino se muestre menos expresivo y te acabes perdiendo algunas de sus propiedades organolépticas. A tener en cuenta también: cuanta más temperatura coge el vino, mayor suele ser la sensación de alcohol.

Vinos rosados: Los rosados, al igual que los blancos es recomendable que se degusten a temperaturas inferiores que el tinto. En este caso lo ideal sería entre 10 y 12 grados.

Vinos tintos con crianza: Los tintos admiten un poco más de temperatura de consumo. Una temperatura ideal consumo durante el verano sería entre 14 y 17 grados. A esta temperatura conseguirás que sea fresco al paladar sin renunciar a sus propiedades ni aromas. Los crianza suelen ser especialmente sensibles al frío, así que ojo con enfriarlos demasiado.

¿Cómo enfriar el vino?

Es muy sencillo, el mejor método es el tradicional de toda la vida: en cubitera con hielo y agua bien fría. Existen otros métodos como envases térmicos o la propia nevera, pero el hecho es que el vino tarda mucho más tiempo en enfriarse.

Lo que si te recomendamos es que no uses el congelador. Al someter el vino a una bajada de temperatura demasiado brusca puedes perderte algunas de sus propiedades organolépticas.

Evita que el verano pueda estropearte el vino

Durante el verano, lo cierto es que el calor puede afectar de manera negativa al desarrollo del vino en botella, forzando un envejecimiento prematuro y llegando incluso a dañarlo en casos extremos.

Para evitar que esto ocurra te daremos algunos consejos que te ayudarán a mantener el vino en excelentes condiciones.

Emplea una vinoteca si tienes la posibilidad, busca los lugares más frescos de la casa (la cocina no suele ser uno de ellos), huye de la exposición a la luz directa y… sobre todo: procura que no se te olvide ninguna botella de vino en el coche durante los meses de verano. ¡Es una de los errores típicos de los amantes del vino que puede terminar estropeando uno de tus placeres favoritos!

En el resto de páginas solemos encontrar listados de vinos recomendamos y nos hemos inclinado por la de ‘vinissimus.com’ que hace una mirada a diferentes Denominaciones de Origen con estas propuestas que titula “Los 10 mejores vinos para el verano”, que son los siguientes:

“Txomin Etxaniz

La acidez propia de los vinos del norte, la pequeña burbuja y la proximidad al mar hacen del txakoli un vino idóneo para acompañar cualquier aperitivo, pescado o arroz marinero.

Blanco Nieva Pie Franco

Uno de los verdejos más minerales y austeros de la DO Rueda. En cada sorbo encontrarán la esencia del varietal, con la fruta madura adornada de refrescantes recuerdos herbáceos.

Albariño Paco & Lola

Cuesta imaginar un verano sin un buen albariño, ¿verdad? Paco & Lola ofrece toda la magia de la región con un toque extra de modernidad que se aprecia en su etiqueta, pero también en el paladar.

Frisach L’Abrunet Blanc

Quizás la Terra Alta y sus garnachas blancas no sean la primera opción que nos venga a la mente cuando busquemos un blanco para el verano, pero ejemplos como L’Abrunet, con su aromática casi tropical nos convencerán de inmediato.

Agaliu

Para aquellos que necesitan vinos con cuerpo incluso en los meses más calurosos, el Agaliu es un acierto seguro. Cremoso, cítrico y complejo reinará en cualquier mesa en la que se sirva pescado azul o queso de mediana intensidad.

Foillard Morgon Classique

Al sur de la Borgoña, las manos de Jean Foillard miman como muy pocos los jugosos racimos de uva gamay. Con ella elabora auténticas joyas como este Morgon Classique, un tinto dominado por la acidez de los frutos rojos.

Artuke Tinto

Elaborado por el tradicional método de maceración carbónica y con un pequeño porcentaje de uva blanca en el corte, resulta complicado pensar en un tinto de Rioja más refrescante que éste.

PradoRey Rosado

Rosado atípico con una leve crianza en barrica que adorna de sutiles tonos tostados una magnífica fruta roja. Refrescante, sí, pero complejo también. Lácticos, vainillas… pruébenlo con unas sardinas a la brasa y repetirán.

Maria Rigol Ordi Rosat Reserva

Expresivo como pocos y tremendamente placentero. La magnífica elección del cupaje y el buen trabajo en bodega llevan las burbujas rosadas a un nuevo nivel. Su aromática parece inagotable: sandía, flores rojas, frambuesas…

Charlot-Tanneux Fruit de ma Passion

Champagne biodinámico protagonizado por la, a menudo secundaria, uva meunier. Vino base envejecido en barrica y con dosis muy bajas de sulfuroso. Se embotella sin clarificar ni filtrar. Un espumoso particular y sorprendente.

En cualquiera de los casos, lo que apetece es pasar el verano con una copa de vino en la mano. Y a descansar, si es que usted puede.