El interés creciente que hay actualmente en Rioja por la elaboración de vinos espumosos, aunque a muchos les resultará totalmente novedoso e incluso sorprendente, parte de unos antecedentes históricos centenarios y del trabajo realizado por unos pocos elaboradores, entre los que destaca especialmente Bodegas Escudero, situada en la localidad de Grávalos. Seguramente ese desconocimiento se debe a que durante las últimas décadas apenas media docena de bodegas han mantenido de forma regular la elaboración de este tipo de vinos, que además han estado amparados por la DO Cava. Desde 2017 los vinos espumosos han pasado a formar parte de la gama de vinos amparados por la DOCa Rioja junto a blancos, rosados y tintos, lo que permite a los elaboradores elegir entre la pertenencia a la DO Cava o incorporar su producción a la DOCa Rioja, dando así mayor visibilidad a la vinculación de este tipo de vino con una región que se identifica en los mercados como tierra de vinos tintos.
Como en el caso de tantas iniciativas empresariales del mundo del vino, la historia de las cinco generaciones de la familia Escudero dedicadas a la vitivinicultura ha representado un largo camino repleto de aventuras y desventuras, alegrías y decepciones. “Muchos momentos difíciles de los cuales siempre hemos salido fortalecidos gracias a la pasión, el esfuerzo y la constancia en el trabajo para conseguir que el proyecto siga adelante y cumplir la promesa de ofrecer a todos nuestros clientes la tranquilidad de saber que nuestros vinos, cavas, aceites o vermú siempre ofrecen la máxima calidad”, afirma Amador Escudero, que tomó las riendas del negocio familiar en uno de esos momentos difíciles hace ya más de tres décadas.
Todo comenzó en 1852, año en el que Juan Escudero plantó las primeras viñas de la familia sin imaginar que sus descendientes acabarían convirtiendo aquella modesta plantación en un negocio bodeguero que desde entonces no ha parado de ampliar horizontes, tanto en gama de productos -vinos, espumosos, vermú…-, como en mercados -exporta a 45 países-, mostrando siempre su vocación por alcanzar el más alto nivel de calidad en sus vinos y por desarrollar su especialización en vinos espumosos. El protagonista de esta especialización fue Benito Escudero, que hace ya más de setenta años se dejó llevar por un sueño y se lanzó a la aventura de crear un vino espumoso, no sin antes viajar y aprender de los mejores en Cataluña y Francia, tratando de aplicar todo lo aprendido en su pequeña bodega artesanal de Grávalos. El ‘tío Benito’, como cariñosamente le llama su hijo Amador, fue pionero en cultivar la variedad de uva chardonnay, que ofrece en la zona de Grávalos, a 700 metros de altitud, unos vinos frescos con graduación muy moderada y aromas muy finos y elegantes, ideales para la elaboración de espumosos de calidad, como son los que llevan su nombre ‘Benito Escudero’ y los que, en una gama superior, se presentan actualmente con la marca ‘Dioro Baco’. La posterior introducción de la uva Pinot Noir les ha permitido elaborar un rosado que destaca por su originalidad y excepcional calidad.
Gentes apegadas a su tierra, la familia Escudero demuestran con su forma de trabajar el viñedo con criterios de sostenibilidad su compromiso con el patrimonio recibido y con las próximas generaciones. Con la vista siempre puesta en el futuro, “hemos combinado la tradición el saber hacer de nuestros padres y abuelos con la investigación y el continuo desarrollo de nuevas técnicas de cultivo y elaboración”, afirma Amador Escudero. “Desde la libertad de cambio, afrontamos la adaptación a las necesidades de los consumidores, manteniendo nuestro compromiso con la calidad”.
BODEGAS ESCUDERO S.L.
CTRA. DE ARNEDO S/N – 26587 GRÁVALOS – LA RIOJA
Tel.: +34 941 398 008 – www.familiaescudero.com – info@familiaescudero.com