Este vino forma parte hoy de una categoría -Gran Reserva- que ha hecho a los vinos de Rioja mundialmente ensalzados y demandados

Viña Arana, que tomó el nombre del entonces vicepresidente de La Rioja Alta, S.A., José María de Arana y Aizpurua, nació un 8 de marzo de 1974 y sustituyó al célebre ‘Sexto Año’ que la bodega de Haro llevaba décadas elaborando. Se presentó como ‘Crianza de Rioja’ -todavía no existían los términos Reserva y Gran Reserva-, pasó a ser Reserva en 1979 y, finalmente, con la añada 2012 la bodega lo elevó a Gran Reserva.

En estos 50 años, según Julio Sáenz, enólogo de La Rioja Alta, S.A.,“Viña Arana siempre ha mantenido constantes y, en permanente evolución, sus señas de identidad, incluso cuando el mercado internacional, especialmente en los años 90, apostaba claramente por otro estilo de vinos con más color, alcohol, fruta madura y barrica nueva. Su elegancia, sedosidad, suave acidez y su extraordinaria capacidad de guarda son los mimbres esenciales por los que siempre ha sobresalido y que le permiten formar parte hoy de una categoría -Gran Reserva- que ha hecho a los vinos de Rioja mundialmente ensalzados y demandados”.

Este 50 aniversario coincide con el reciente lanzamiento de la cosecha 2016 de Viña Arana Gran Reserva. Se trata de “una magnífica añada para disfrutar y comprender la tipicidad, profundidad y persistencia de un Clásico de Rioja del siglo XXI”. Un vino elaborado con un 95% de uvas Tempranillo y un 5% de Graciano de fincas propiedad de La Rioja Alta, S.A. en Rodezno y Fuenmayor.