La gestión de maquinaria y proyectos es la especialidad de la consultora de maquinaria industrial Proinnova, que lleva más de 30 años acompañando a sus clientes en la fabricación, comercialización, implantación, montaje y desarrollo de maquinaria en la industria de las bebidas. “El envasado del vino en lata es una de nuestras mayores innovaciones, un negocio muy atractivo que cada vez ganas más adeptos”, explica Julián Rodríguez, director de Operaciones de Proinnova.

“Existen multitud de líquidos y bebidas que pueden enlatarse. Más allá de las bebidas tradicionales, la lata está creciendo entre las empresas fabricantes de agua, zumos, vinos, cócteles, licores o tés, entre muchos otros. ¿Por qué? Porque es un envase distinto para consumidores diferentes”.

Los envases en lata “son inocuos, seguros y presentan una fuerte resistencia a la corrosión. Ofrecen una protección total frente a la luz y a la oxidación, algo imprescindible en el sector alimentario ya que evita que el producto se deteriore o pierda sus propiedades. Además, muchos estudios confirman que los envases en lata no afectan al gusto del líquido que contienen, por lo que no se pierde el sabor original ni se transmite el gusto a metal. Y algo muy importante, las latas son ligeras y muy fáciles de transportar, ocupan poco espacio y facilitan su distribución y almacenaje. ¡Y son 100% reciclables! En definitiva, economía circular y garantía de calidad”, afirma el director de Operaciones de Proinnova.

Según la empresa, un estudio de E. & J. Gallo indica que 1 de cada 4 consumidores de vino estaría más dispuesto a probar vino en lata si no tuviesen que comprar una botella entera.

Además, “un estudio de Nielsen, demuestra que el crecimiento del consumo de vino en lata ya representa un negocio de 45 millones de dólares en Estados Unidos y un aumento de la producción del 59,5% en un año. Es, por tanto, el porcentaje de crecimiento más alto jamás contabilizado entre todos los envases alternativos al vidrio”.

Proinnova destaca las siguientes ventajas de comercializar el vino en lata:

  • Los datos indican que el consumo de vino en lata podría crecer tan deprisa como la cerveza en lata.
  • Un envasado distinto atrae a consumidores distintos. Principalmente, a los millennials, que perciben este hecho como un producto nuevo y actual.
  • Es más fácil abrir una lata que una botella tradicional con corcho.
  • Los vinos en lata son más ligeros y más fáciles de transportar que los embotellados, y por tanto, se pueden llevar a picnics y a conciertos en los que el vidrio suele estar prohibido.
  • El precio también es un factor clave, al ser más asequibles que una botella de 75 cl.
  • También interesa al canal Horeca, ya que los restaurantes aprecian un formato fácil de almacenar y cada vez con mayor demanda.

Proinnova lleva 30 años en el sector del vino ayudando a infinidad de bodegas, tanto grandes como pequeñas a aumentar y desarrollar su negocio. “Ese trato con el cliente nos ha dado la experiencia de conocer las cosas que realmente funcionan y necesitan las empresas. Auditamos de manera gratuita a cada una de las bodegas para asesorarles en aquella maquinaria especializada que se adapte mejor a sus necesidades, desde la uva hasta el consumidor”.

Y es que, “una vez que la uva ha pasado por todos los procesos para transformarse en vino, es necesario un proceso ágil que no genere cuellos de botella”, concluye Julián Rodríguez.

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