Hasta hace unos años, ser tonelero era sinónimo de un oficio anclado en el pasado. Hoy en día, sabemos que muchas de las cosas que se hacían por costumbre siguen siendo tecnología punta. Una de ellas es el secado natural de la madera. Tonelería Gangutia cura el roble con el que construirá sus barricas durante un mínimo de dos años. Con el fin de asegurar la trazabilidad y el correcto secado de las duelas, esta centenaria empresa cenicerense acaba de ampliar sus instalaciones y el parque de secado en algo más de 8.000 metros.

 

Otro de los puntos críticos es el domado y tostado posterior de la madera. Estos se hacían tradicionalmente sobre brasas de roble. Aparte del domado tradicional, Gangutia contará a partir de ahora con la posibilidad del domado por inmersión, especialmente indicado para el fermentado de blancos y rosados. El arrastre de taninos mediante el baño con agua, ayuda a obtener vinos más frescos y afrutados.

También, con el objetivo de obtener vinos más respetuosos con la madera, se están imponiendo en la actualidad envases con mayor capacidad. Junto a las barricas bordelesas de 225 litros, cada vez es más frecuente fabricar barricas de 300, 400 o 500 litros. Sobre todo en otras zonas productoras dentro y fuera de España.

Los momentos de crisis son también de oportunidad. Eso al menos es lo que piensan en Tonelería Gangutia. Lejos de acomodarse, han aprovechado estos momentos para fidelizar a su clientela con un producto mejor y más variado: barricas certificadas con PEFC, trabajos de I+D,  recuperación de barricas usadas para vinos o destilados, decoración…