Carlos Fernández, de bodegas Tierra ha sido elegido por Tim Atkin como viticultor del año en Rioja

El reconocido Master of Wine, periodista y prescriptor Tim Atkin  en su último ‘Rioja 2021 Special Report’ ha reconocido a Carlos Fernández de Bodegas Tierra como viticultor del año de la Denominación. “Ha sido una gran alegría personal y creo que además es un reconocimiento a esta zona, en la que afortunadamente, hay muchos como yo, pequeños productores que nos hemos dado cuenta de que nuestro gran potencial es el viñedo, que ahí es donde tenemos que trabajar porque ahí está nuestra esencia” nos cuenta en una amena charla en su bodega.

“Nosotros llevamos unos años haciendo un trabajo muy chulo en la viña. Elaboramos 16 vinos y cada uno procede de una parcela. Cada viñedo es diferente y procuramos no intervenir mucho, no usamos herbicidas, ni insecticidas, y los cuidamos para repetar su identidad. Creo que la elección de Tim Atkin es un reconocimiento a nuestro reconocimiento a las parcelas”. Carlos Fernández está convencido de que el viñedo es el que hace los vinos, por su experiencia ve que cada vez intervienen menos en bodega. “A mí me gustaría llevarte a un viñedo, que pruebes un vino y notes la conexión entre el viñedo y el vino, que encuentres la autenticidad. También buscamos una continuidad en el tipo de vino que se elabora de cada viñedo, que sigan el mismo perfil y eso, en la elaboración, lo va a marcar el viñedo”.

Aunque desde niño había mamado el mundo del vino de la viticultura, lo suyo es una pasión tardía. “Con 20 años no quería hablar ni de vivir en el pueblo ni dedicarme al vino”, confiesa. No será hasta una vez cumplidos los 30 cuando apostó por la formación y por poner involucrarse en un proyecto que terminó por engancharle del todo alrededor de 2010. Su historia es como tantas en la comarca. Su abuelo ya elaboraba vino, después fue unos de los fundadores de Solagüen, la bodega cooperativa de Labastida, en el 64 de la que formaron parte hasta el 88, año en que su padre se salió y empezaron a elaborar vino de nuevo. En el 2001, Carlos se empieza a meter en el proyecto más en serio y sería en el 2010 cuando ya le apasionó del todo y “hoy no lo cambiará por nada en el mundo”.

Reconoce que tiene un apoyo fundamental en su hermano Fidel, director Técnico de Bodegas Luis Cañas, y en el equipo con el que trabaja y que, en la consolidación de su proyecto, la cultura vitivinícola de la comarca, la formación y viajar para conocer a otros productores han sido claves para evolucionar. “En el vino hay que muchas pruebas. Probamos a hacer muchos vinos y luego enseñamos los que nos salen bien. Tengo tinajas, robles austrohúngaros, robles rumanos, franceses, huevos de hormigón, huevos de porcelana, … El último vino que hemos hecho ha sido así, pensamos en un huevo de porcelana para un vino tinto, lo trabajamos dos años y no cuajó y sin embargo probamos con una parcela de uva blanca y ha salido un vino extraordinario”.

El vino más emblemático de la bodega es Tierra pero si le das a elegir uno, -decisión que compara con qué dedo dela mano duele menos si te lo cortan- entre los 16 que elabora se queda con Cifras Blanco, más por valor sentimental. “Es el vino blanco más tinto que hago”.