El mundo del vino a sorbos
Texto: Antonio Egido

Hashtags como #ConUnRiojaEnCasa, #yomequedoencasa, #stayhome, #drinkwine, #winebernation, #cuarentenawine, #bebevinoencasa… animan a descorchar una botella y comentarla con seguidores y amigos para ayudar a un sector que lo está pasando especialmente mal por el cierre de bares y restaurantes. No obstante, son muy diferentes los ejemplos que nos acerca nuestro buscador en la línea de conocer lo que el mundo del vino está haciendo en estos tiempos de coronavirus.

De esta forma, el primer enlace, ‘vinomanos.com’ no fija la mirada en la otra parte del mundo, sobre la que leemos: “La industria vitivinícola no es ajena a esta tragedia y, si bien el vino no es un bien de primera necesidad, el aislamiento y la baja de la actividad gastronómica ya pega fuerte en las bodegas.

Para encontrar soluciones, lo primero es entender el problema. Por eso es útil repasar algunas de las tantas secuelas que el coronavirus provoca en la industria de las bebidas.

Se cancela todo

Antes que el avance del coronavirus escalara hasta alcanzar el estatus de pandemia, los organizadores de las ferias de vinos más importantes del mundo se preguntaban qué hacer con sus eventos. La respuesta no tardó en llegar y tras la suspensión de Prowein, la feria de vinos más importante del momento que cada año se celebra en Dusseldorf, Alemania, se desató una catarata de cancelaciones de otros eventos como Vinitaly y la cata em primeurs de los vinos más importantes de Burdeos.

Al día de hoy el resto de la agenda es una incógnita, aunque a diario podemos enterarnos de que otra feria se cayó o bien se pospone hasta nuevo aviso. Efecto dominó.

Puertas cerradas

La mayoría de las bodegas del mundo decidió cerrar sus puertas al turismo, así como también la de sus restaurantes. En estos casos la consigna es salvaguardar la salud no solo de los visitantes sino también del personal que trabaja en los establecimientos. A la vez, todas aplican estrictos protocolos de higiene con los recursos necesarios para que el personal trabaje de manera segura.

Localmente, Bodegas de Argentina tomó la posta y circuló diferentes comunicados con recomendaciones a tener en cuenta por parte de los establecimientos. Gran parte tomó la decisión de sumarse a la cuarentena. Más tarde, el gobierno nacional decretó la cuarentena total, recrudeciendo el aislamiento que ya había propuesto Mendoza a sus fronteras”.

Pero como todo no debe ser necesariamente malo, en ‘vinetur.com’ se animan -viendo la parte de la botella (de vino) medio llena-, a analizar  el coronavirus más que como una “crisis” como una “oportunidad”, lo que desarrollan con estas palabras: “Ahora, el planeta se enfrenta a una nueva crisis sanitaria que se transformará posiblemente en una nueva crisis económica a largo plazo lo que obliga a una reflexión sobre los nuevos cambios que vienen y de qué manera afectarán a las empresas vinícolas.

Tal y como publica Civilta del Bere, es hora de acciones innovadoras y de nuevos modelos de negocio. Este medio italiano analiza un informe de Sergio Cimino en el que señalan que el escenario actual no solo impone decisiones y acciones innovadoras, sino que hace que los tiempos de reacción e implementación sean aún más críticos.

En este sentido el autor identifica 5 ideas para superar la crisis económica del coronavirus:

  1. Vuelta al mercado interior.

Para comprender completamente el significado y el alcance de la actual situación es necesario ver la otra cara de la moneda y cambiar de la lectura macroeconómica a la microeconómica, eso no quiere decir que las exportaciones desaparezcan, sino que los más rápidos en reaccionar ya han comenzado ayer a vender de manera «más cercana».

  1. Vuelta a la cadena alimentaria.

Las empresas deberán inventar nuevas oportunidades, cruzando los estrechos límites del tradicional «sector vitivinícola» y recurriendo a toda la «cadena alimentaria», creando convenios, colaboraciones o alianzas en todos los sectores posibles, sobrepasando las fronteras de empresas encasilladas en el «sector del vino».

  1. Desarrollar el turismo.

Del mismo modo, las empresas podrán actuar desarrollando el potencial de combinarse con el turismo, que tiene una facturación 10 veces mayor. En términos más generales, cada bodega podrá inventar una forma inteligente, original y exclusiva de definir propuestas que mejoren su vino, su historia y su territorio. 

  1. Implementar estrategias diferenciadas.

El coronavirus está «obligando» a muchas empresas a reducir costes y mejorar la productividad, a través del teletrabajo o mejorando la operatividad. Gracias a las herramientas y al conocimiento disponible, las empresas vinícolas mantendrán sus costos bajo control, evaluando, con pleno conocimiento las funciones, los márgenes y el punto de equilibrio de cada línea de productos, no solo de toda la bodega. De esta forma, podrán llevar a cabo estrategias de comercialización diferenciadas al favorecer los productos que crean el mayor valor y contener las ventas de botellas que generan pérdidas y restan valor.

  1. Pensar en positivo.

Pese a la dura situación actual, está demostrado que un estado de ánimo pesimista baja nuestras defensas y somos más proclives a enfermar. Mientras que las personas positivas incrementan sus defensas y son más resistentes a las dolencias. En la economía ocurre lo mismo, hay quien ve un apocalipsis durante una crisis y los hay que desean que estas vengan porque saben que es cuando más oportunidades hay. En conclusión, el coronavirus maldito definitivamente asestará un duro golpe a nuestro sector, pero al mismo tiempo producirá nuevos anticuerpos y nuevos estímulos para identificar y aprovechar oportunidades estratégicas. Ciertamente, como afirman muchos periodistas, ya nada será igual que antes. (Seguramente será mejor)”.

Mientras vemos la salida del túnel donde vemos, al fondo, una luz, deseando que no sea el tren que nos viene de frente, disfruten en casa con una copa de vino de calidad en la mano.

 

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