El mundo del vino a sorbos
En la semana que nos lleva a la Nochebuena y Navidad le hemos preguntado a nuestro buscador la mejor forma de acertar con los vinos que pueden acompañarnos en estas fiestas tan entrañables como familiares.
Texto: Antonio Egido
La primera respuesta nos la ofrece Jordi Sabater desde la página web ‘eldiario.es’ con el atractivo título de “Cómo acertar con los vinos de la cena de Nochebuena sin arruinarnos”. En ella nos dice que “En una completa cena de Nochebuena debe tener la misma presencia el género que comeremos que el criterio a la hora de elegir los vinos adecuados, que hagan de la experiencia un placer para todos. En realidad no se trata de gastar mucho en grandes vinos, como algunos piensan, sino de invertir el tiempo necesario en pensar qué vamos a cocinar u o ofrecer y cómo maridarlo adecuadamente.
A continuación te ofrecemos una serie de ideas para que des la mejor experiencia de usuario en cuando a la bebida en función del menú que hayas diseñado. No estamos marcando reglas, sino sugeriéndote y, por supuesto, el elenco de alternativas es bastante más amplio.
1. Un vino para los aperitivos
El primer vino que deberemos maridar será el de los aperitivos, cuando recibamos a la familia e invitados y los vayamos sentando en la mesa. Tendrá que ser un vino adecuado según lo que vayamos a servir de pica-pica. Si apostamos por los encurtidos, tipo aceitunas, banderillas, etc., podemos ofrecer un fino o una manzanilla, que son vinos ligeros de Jerez y tienen una oferta variada y asequible en los comercios. También podemos ofrecer un vino de Oporto o de Madeira.
Si apostamos por una entrada más potente, tal vez porque vamos a servir solo una copa o porque hay abundancia de aperitivos, podemos optar por un amontillado, un oloroso o un palo cortado, tres variedades de vino de Jerez que presentan una mayor oxidación y grado. En caso de aperitivos grasos o cremosos, como los patés, un buen consejo es un blanco con algo de crianza, por ejemplo un Rueda.
Si servimos conservas podemos probar con vinos blancos del Penedés, por ejemplo, que tengan la variedad chardonnay, con mucha fruta. Opcionalmente, podemos sustituirlos por cerveza o algún tinto ligero para aquellas personas que no gusten de los blancos. A este respecto, los vinos del Bierzo con la variedad mencía sin crianza son una buena opción, al igual que los que tengan pinot noir o bien la variedad catalana trepat. Todos estos vinos pueden oscilar en precio entre los 5 euros y los 10 euros sin desmerecer la calidad en absoluto.
Jordi Sabater sigue ofreciendo recomendaciones para el marisco, la carne y el turrón. Pero pasamos página para irnos al enlace de ‘elconfidencialdigital.com’ donde nos indican 6 vinos “para dos de los momentos más importantes de todas las Navidad, y es que el vino no debe ser el mismo para la cena de Nochebuena que para la comida de Navidad o las fiestas de Nochevieja.
Nochebuena es cuando tenemos que darlo todo, es el primer gran evento de las Navidades, cuando la familia se junta entera y merece la pena abrir un gran vino para disfrutarlo en la mejor compañía, algo que muchas veces se hace solo una vez al año.
– Selectus 2010, Vino de las tierras de Castilla: producido únicamente en añadas excepcionales. El vino de autor de las bodegas Finca Los Aljibes. Cuidados y excepcionales aromas fruto de su larga crianza y una selección exhaustiva de la uva.
– La Legua Reserva 2011, D.O. Cigales: un vino de intensos aromas frutales y florales, suave en el paso de boca y de un intenso color rojo rubí. Un vino diferente, para sorprender hasta a los más entendidos y que siempre gusta. Además, tiene un precio mucho más competitivo que el anterior.
-Martín Codax 2016, D.O. Rías Baixas: el Albariño más clásico de las Rías Baixas. Equilibrio perfecto entre acidez y aromas. Un blanco para disfrutar con el mejor marisco gallego.
Vinos para la comida de Navidad:
Esta es otra de las ocasiones excepcionales, aunque tomada con más tranquilidad ya que llevamos todo el empacho y el cansancio de la noche anterior.
– Apricus Sensus 2011, D.O. Ribera del Duero: el vino de autor de las pequeñas bodegas Briones Baniandrés de Aranda de Duero. Uvas seleccionadas y una larga crianza para alcanzar los aromas y el gusto de los grandes vinos. Un vino clásico.
– Alberto López Calvo 2009, vino de las tierras de Castilla y León: un vino hecho para sorprender. Elaborado al estilo del vino francés, pero con las uvas tradicionales españolas. Aromas penetrantes, entre los que destacan los del roble francés de la barrica.
– Terras Gauda 2016, D. O. Rías Baixas: este año el tema va de Albariños, y no podía faltar el preferido del público y la crítica. Terras Gauda es un Albariño al 70 %, combinado con las uvas caiño y loureiro que lo hacen menos ácido que los Albariños clásicos y le aporta nuevos y excepcionales aromas.
Además en ‘laprensadelrioja’ no faltan las recomendaciones de vinos para estas navidades a poco que naveguemos por esta página web como el enlace que encontramos con “Viña Albina, el clásico de Rioja más ‘familiar’ en Navidad”, del que decimos: “Los españoles eligen los Reservas de Rioja como la apuesta más segura para las celebraciones navideñas.
Más de dos tercios de las categorías de vinos criados que se venden en España son de Rioja, cuota que en Navidad es más elevada.
Los tiempos cambian, pero las buenas costumbres no, y por eso los reservas y grandes reservas de Rioja siguen siendo la apuesta segura de los consumidores españoles para brindar en las celebraciones navideñas. Según el estudio sobre la evolución del mercado del vino en España que realiza la consultora ACNielsen, más de dos tercios de las categorías de vinos criados que se venden en España son de Rioja, cuota que en Navidad es bastante más elevada, dada la estacionalidad de estos productos. El número de botellas de los vinos de reserva y gran reserva que se comercializa en los meses de noviembre y diciembre duplica a la de otros meses del año, lo que supone para algunas bodegas concentrar más del 50 % de su facturación anual en la campaña de Navidad. Las estadísticas del Consejo Regulador reflejan una salida media mensual de 4 millones de litros entre enero y septiembre de 2016 para estas dos categorías, mientras que en el mes de noviembre fue de 7,2 M de l. Los vinos de reserva y gran reserva de Rioja alcanzaron el pasado año unas ventas próximas a los 70 millones de botellas (53,6 M de l).
Esta abrumadora posición de liderazgo de los vinos criados de Rioja en el segmento de mercado en el que compiten los vinos de mayor calidad y prestigio confirma el éxito de la estrategia desarrollada por la Denominación. Las bodegas históricas han jugado un papel protagonista, como es el caso de Bodegas Riojanas, cuya especialización en la elaboración de grandes vinos con envejecimiento en barrica queda reflejada en que reservas y grandes reservas suponen el 60% de sus ventas totales, frente al 20% que suponen para el conjunto de la D.O. Ca. Rioja. Su marca Viña Albina, posiblemente sea el clásico de Rioja más ‘familiar’ en Navidad, con una alta tasa de fidelidad y una de las marcas más vendidas de su categoría.
Como afirma Santiago Frías, director general y quinta generación al frente de esta centenaria empresa familiar, «los consumidores españoles han convertido a Viña Albina en uno de los vinos favoritos en su categoría». «Es la primera marca con la que comenzamos a comercializar nuestros vinos a finales del siglo XIX y desde entonces ha venido siendo un acompañante imprescindible en las grandes celebraciones familiares de varias generaciones de españoles. Con el lema ‘En familia desde 1890’ hemos querido sintetizar la personalidad y valores que mejor definen a Viña Albina».
Una buena apuesta pero hay muchas, tanto como Denominaciones de Origen, estilos de vino y gustos de los consumidores para recordar estas fiestas, también, por el vino. Eleve su copa y brinde por un consumo responsable. Felices Fiestas.