El mundo del vino a sorbos
Texto: Antonio Egido
No hay nada como insistir y a pesar de que los vientos no sean favorables, remar con más intensidad. Esta parece ser la tónica general que ha mantenido a lo largo de los años Íñigo Crespo, presidente de Cultura Permanente y creador de los Premios Ecovino que ha entregado los galardones correspondientes a su XIII edición.
Dando pasos pequeños, pero muy certeros, desde el nacimiento de esta apuesta por los vinos ecológicos, que nació en el año 2009, le hemos podido escuchar a su creador que esto de la cultura ecológica no es “una moda sino una tendencia profunda y necesaria por lo que todo lo que sea invertir en esto es una inversión en futuro, que debería ser nuestro presente”, al tiempo de aclarar que desde su Asociación el objetivo es “cuidar a las personas, la naturaleza en su conjunto y compartir, en este caso el certamen nace de la voluntad de cuidar nuestro territorio, nuestro suelo, nuestra tierra y naturaleza y la salud de las personas, porque desde el punto de vista sanitario es un vino muy saludable y su método de elaboración y cultivo es sensato y respetuoso con el medio ambiente”.
Una apuesta a la que se han ido sumando diferentes instituciones y empresas, partiendo con muy pocos socios, que fueron en un principio el Consejo de la Producción Agraria Ecológica (CPAER) y la Consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de La Rioja, a través de ‘La Rioja Capital’, pero que como no podía ser de otra forma, se han ido añadiendo apoyos en lo que era una inversión segura. Ahora figuran como mantenedores de estos Premios: la Universidad de La Rioja, el Consejo Regulador de la Producción Agraria Ecológica de La Rioja (CPAER), el Consejo Regulador de la DOCa Rioja, La Rioja Turismo, el Ayuntamiento de Logroño, Laffort, Rivercap, Laboratorios Excell Ibérica, Corchos M. A. Silva & Garzón, Kupsa, SIAM y Verallia. Pero en esta XIII edición el agradecimiento de la organización ha sido también para el Centro Riojano de Madrid, la Casa de La Rioja en Gipuzkoa, la Egibide-Mendizorrotza, la ESHBI, la Cofradía del Vino de Rioja, SOW, AIVE y Bodegas.bio.
Junto al concurso duro y puro que comenzó con 5 categorías -blancos, rosados, tintos jóvenes, tintos envejecidos y espumosos- y que este año ha llegado a las 11 -blancos sin contacto con madera, blancos con madera, rosados, tintos con y sin contacto con madera, espumosos, dulces, generosos, vermús, mostos y vinagres-, no podemos ni debemos olvidar que la cata técnica del Jurado ha tenido tres ubicaciones diferentes: La Enológica de Haro, el edificio de La Grajera y desde hace unos años el Complejo Científico Tecnológico (CCT) de la Universidad de La Rioja.
Al mismo tiempo se han podido degustar los premiados en las catas que se han venido realizando desde el año 2010, por primera vez en El Espolón logroñés, donde se quedó durante dos años más, para pasar al añorado Centro de la Cultura de La Rioja dos años más, el Riojaforum logroñés, La Grajera, la Plaza de Abastos y tras dos años de pandemia, sin celebración popular, vuelve a El Espolón para su cita con el consumidor el 24 de junio.
Un concurso que ya es internacional y que ha venido arrojando muy diferentes datos desde su inicio a la actualidad. De hecho, repasando los datos, encontramos que en las primeras ediciones no se presentaban más que 50 o 77 muestras, cuando la XIII edición se ha cerrado con 300 vinos pertenecientes a 32 regiones vitícolas.
Todo acorde con la propia evolución de la agricultura ecológica enfocada al mundo del vino. Muy atrás quedan aquellas cifras de La Rioja que contaba con “706 hectáreas de viñedo ecológico, , pero si lo referimos al total del superficie estamos hablando del 1,6%, una cifra que todavía está muy alejada de la media nacional, en la que el 8,4% del viñedo español está producido bajo técnicas de producción ecológica”. Los datos referidos al 2019 son muchos más definitorios:
1.085 hectáreas de viñedo ecológico son las que se reparten en La Rioja, lo que supone un cuarto de la superficie dedicada al cultivo ecológico en la comunidad (27 %) y un 2,29 % de la superficie total de viñedo.
Y desde la X Edición, como novedad, se empezaron a realizar también diversos eventos vinícolas en Logroño y otras ciudades españolas –Pamplona, Madrid o Bilbao– donde se presentarán los vinos que obtuvieron un destacado reconocimiento por parte del jurado, ampliando el abanico a otras ciudades para llevar la calidad actual que tienen estos vinos que, ojo, no son excesivamente caros, a pesar de su etiqueta.
Un concurso que goza de excelente salud y que nos aporta, por el trabajo de la materia prima, salud.