Fundada en Haro en 1924, ha sido una bodega vanguardista desde sus inicios, guiada por el carácter abierto y espíritu curioso
“Para nosotros es clave focalizarnos en elaborar vinos con una mayor pureza y sentido del lugar, buscando la máxima expresión de la fruta como parte fundamental de nuestro ADN. Siempre hemos mirado al vino desde la curiosidad y el inconformismo, intentando ir más allá e innovando desde el conocimiento y el respeto”, asegura Rodolfo Bastida, director técnico y enólogo de las bodegas Ramón Bilbao. La bodega de Haro, que cumple ahora 100 años, se ha caracterizado por este espíritu vanguardista desde sus inicios.
Con presencia también en Rueda, bodegas Ramón Bilbao ha logrado actualizar la tradición y destacar el valor del origen y el territorio. Ha sido una de las precursoras en elaborar vinos con un estilo diferencial y contemporáneo basado en la fruta, así como en el lanzamiento de vinos en altura, vinos rosados de guarda o de variedades ancestrales. Además, ha recuperado el valor de los terruños más únicos en Rioja Oriental y ha puesto en valor las parcelas más extraordinarias a través del exclusivo proyecto de viñedos singulares de Lalomba.
Durante estos 100 años la bodega ha trabajado desde el respeto y el cuidado por la tierra y el ecosistema y la adaptación al cambio climático a través por ejemplo del trabajo de viticultura de precisión.
Ha recorrido un siglo aportando nuevas ideas e hitos clave en la historia del vino de Rioja y de España y mira a un futuro en el que continuará explorando, innovando y abriendo nuevos caminos. Según la bodega, seguirá apostando por vinos frescos con la máxima expresión de la fruta, buscando mostrar el origen de manera fiel; explorando territorios desconocidos; trabajando en formas de elaboración inéditas; llevando más allá el respeto por las vides, la naturaleza y el paisaje.