El reserva de la icónica marca de Bodegas Riojanas, Monte Real, vuelve la vista atrás para actualizar su imagen. El nuevo aspecto es sencillo, ligero y moderno, más cerca de los gustos del consumidor contemporáneo, al tiempo que mantiene las señas de identidad de la marca. Según la bodega, Monte Real goza de un alto grado de fidelidad por parte de sus fans, por lo que es muy importante mantener la vinculación con ellos a través del packaging, a la vez que ganar seguidores entre las nuevas generaciones.
Se han utilizado acabados de calidad para reforzar el posicionamiento y trabajado sobre cada uno de los elementos identificativos de Monte Real que son relevantes en el reconocimiento de marca como la corona con el año de fundación de la bodega y el nombre de marca en su tipografía histórica.
De esta bodega familiar y centenaria, fundada en 1890, la marca MONTE REAL explica casi un siglo de éxitos con la única aclaración posible: La finca El Monte, un terruño extraordinario próximo a la antigua bodega de Bodegas Riojanas en Cenicero, el corazón de Rioja Alta.
Desde que el enólogo francés de la Casa Riojana, Gabriel Larrendant, descubriera en 1933 el enorme potencial de El Monte, esta finca se ha convertido en el valor esencial de la marca y representante del legado familiar en el que, durante décadas, varias generaciones de fieles de la icónica marca riojana han depositado su confianza.
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