Texto: Antonio Egido
Herederos de Marqués de Riscal ha lanzado al mercado nacional e internacional su Gran Reserva 2018, al que califican como ‘un vino para la eternidad’, y no nos extraña.
Este vino está elaborado con la variedad tempranillo procedente de viñedos de más de 80 años de antigüedad. Se vendimia a mano y realiza una crianza en barricas de roble francés, donde permanece entre dos años y medio y tres años al que hay que añadir un envejecimiento en botella durante tres años antes de su comercialización.
En su cata se aprecian aroma intenso color rojo picota, con irisaciones violáceas. En nariz expresa una intensidad aromática compleja, balsámica, en perfecto equilibrio entre los aromas frutales y los torrefactos del ligero tostado que recuerda a finas maderas. En boca es untuoso, en armonía con la fruta, con buena concentración tánica, redondo y con un final persistente.
Un vino que marida bien con jamón, quesos curados, carnes rojas, todo tipo de asados y guisos de caza, recomendando la temperatura de servicio entre 16 y 18ºC.
El otoño del 2017 transcurrió seco y caluroso, situación que cambió en invierno con frecuentes lluvias. En 2018, el desborre tuvo lugar a mediados de abril, lo que implicó un pequeño retraso con las fechas medias. Dicho retraso se mantuvo durante todo el ciclo vegetativo. A finales de mayo se produjeron frecuentes precipitaciones, que no afectaron a la floración, que comenzó en la ribera del Ebro a primeros de junio. Durante la primera parte del verano fueron frecuentes las tormentas, motivo por el que hubo que extremar las precauciones frente a las enfermedades criptogámicas. El envero se inició a primeros de agosto. A mediados de septiembre se registró una considerable precipitación que retrasó el comienzo de la vendimia. Esta tuvo lugar a primeros de octubre, transcurrió con tiempo seco y fresco y se realizó de manera selectiva. La cosecha resultante se caracterizó por una buena producción y excelente sanidad.
Además, nos indican los Herederos de Marqués de Riscal que este vino no ha sido filtrado y su estabilización se ha llevado a cabo por procedimientos naturales durante su crianza en barricas por lo que pueden aparecer sedimentos en el fondo de la botella o adheridos al tapón, por lo que recomiendan que si ello ocurriera sírvalo evitando agitaciones o proceda a su decantación.