Sesenta bodegas familiares mostraron su diversidad el 29 de noviembre en un encuentro profesional que reivindica la fuerza del territorio y la identidad de los pequeños productores
El Hotel Ercilla de Bilbao se convirtió el pasado 29 de noviembre en el epicentro profesional del vino de Rioja con la presentación, en exclusiva para distribuidores y hostelería, de más de un centenar de referencias elaboradas por Bodegas Familiares de Rioja. La asociación, que agrupa a pequeñas y medianas bodegas de la DOCa, mostró una radiografía actualizada y diversa de la región a través de 120 vinos organizados por zonas geográficas, variedades y estilos de elaboración, reivindicando así una Rioja más vinculada al origen, al viñedo y a la identidad local.
Una clasificación territorial
Superando la clásica segmentación Rioja Alta–Alavesa–Oriental, la muestra se estructuró en catas que siguieron criterios orográficos y de cuenca: desde las montañas de la Sonsierra Occidental y Oriental hasta las Sierras de Rioja Baja, pasando por los valles del Ebro —tanto en La Rioja Alta como en La Rioja Baja y Navarra— y los viñedos de los ríos Najerilla, Iregua, Leza, Oja y Tirón. Las sesenta bodegas participantes aportaron únicamente dos vinos cada una, en lo que la organización definió como “un aperitivo” del gran encuentro de presentación de añadas previsto para el 23 de marzo de 2026 en Logroño.
La propuesta permitió descubrir una paleta enológica amplia: varietales minoritarios, blancos y tintos de producciones limitadas, viuras tradicionales, elaboraciones clásicas y vinos de corte más experimental reunidos bajo la categoría “A mi manera”. Todo ello en un formato libre, sin bodegueros presentando sus vinos, que invitaba a una cata autónoma y pausada. Más de 150 profesionales vizcaínos pasaron por la sesión.
“Existe otra Rioja, más apegada al terruño, a los pueblos y a los viñedos singulares de bodegas familiares”, señaló el presidente de la asociación, Eduardo Hernáiz. “Es la que queríamos mostrar hoy en Bilbao y la que ampliaremos en Logroño, donde acudiremos con todas nuestras referencias en una jornada dirigida a profesionales de Rioja, Euskadi, Navarra, Burgos e incluso Madrid”.
Antes de la presentación general, el periodista y autor de Rioja. Vinos Silenciosos, Alberto Gil, impartió una cata formativa para medio centenar de integrantes de la Asociación de Sumilleres de Vizcaya. Se trató de un recorrido sensorial por las ocho zonas de Rioja, cuyos vinos también se pudieron catar posteriormente en el salón principal.
Durante la sesión, Gil anunció la tercera edición del Concurso ARGRAF al Mejor Sumiller de la Otra Rioja, que se celebrará igualmente el 23 de marzo en Logroño. El certamen —reservado a sumilleres profesionales mediante inscripción previa— se desarrollará en cata ciega y pondrá a prueba la capacidad de identificar zona, variedad y estilo de elaboración de cada vino. El ganador obtendrá el título de Mejor Sumiller de la Otra Rioja y un premio de 3.000 euros, mientras que el segundo clasificado recibirá 1.000 euros y el tercero y cuarto, 500 euros.












