La nueva etiqueta fusiona “la elegancia contemporánea con la esencia arraigada en la tradición vitivinícola”
Bodegas Manzanos ha dado un cambio de imagen a Finca Manzanos, marca “que rinde homenaje a la rica herencia vinícola de la familia Fernández de Manzanos”, explica Laura Mateo, Chief of Staff y Marketing de Manzanos Enterprises. La nueva etiqueta fusiona “la elegancia contemporánea con la esencia arraigada en la tradición vitivinícola”.
“Es un rediseño de la marca Finca Manzanos que lanzó la cuarta generación de la familia cuando construyó Bodegas Manzanos Azagra ya que la erigió sobre una Finca de su familia. Es la gama más rica de la bodega en el sentido de amplia, tenemos muchas referencias y es una marca con muy buena penetración en Reino Unido, donde empezamos a venderla desde el principio pese a ser un mercado muy maduro y competitivo” señala Laura Mateo .
El nuevo diseño de la etiqueta no solo representa una evolución visual, sino también un tributo al valor simbólico que encierra la marca. La transformación refleja la dedicación de la familia a la calidad y la excelencia, fusionando la modernidad con los profundos vínculos con la tierra y la historia que caracterizan a Finca Manzanos. “Este rediseño tiene mucho significado, está plagado de detalles interpretables” apunta Mateo, como por ejemplo, los puntos dorados puedes ser viñedos en vaso vistos desde arriba o uvas o las estrellas que cuidan los viñedos desde arriba.
Finca Manzanos continúa comprometida con la excelencia enológica y el restyling de la etiqueta “es un testimonio de la dedicación a la calidad y a la creación de experiencias inolvidables para los amantes del buen vino”. Con la combinación de una rica tradición y un diseño contemporáneo, la marca “busca seducir a los clientes fieles y atraer a nuevos amantes del vino en todo el mundo. Se introduce por primera vez la palabra #experience en esta gama, porque pretendemos dar una experiencia para todos los sentidos, y el concepto de vertical winery, ya que nuestra bodega se construyó con la idea de manipular el vino lo mínimo posible, en una elaboración vertical, utilizando la gravedad”, concluye Laura Mateo.