Las Bodegas Familiares de Rioja ofrecen diferentes propuestas enoturísticas para esta Semana Santa. Son bodegas pegadas al territorio, con viñedo propio, y en la mayoría de los casos, con visitas dirigidas por los propios propietarios y familias, que permiten conocer una Rioja auténtica que difícilmente encontrará en las propuestas convencionales.
Alfaro (La Rioja Baja). Punto de entrada a Rioja por el este, Alfaro es conocido por su colonia de cigüeñas, aunque posee un extraordinario patrimonio histórico artístico, así como una espectacular reserva natural llamada los Sotos del Ebro. En la propia localidad, Bodegas Ilurce oferta visitas a las instalaciones de la bodega, con explicación del proceso de elaboración de los vinos y degustación de los mismos.
Murillo (Viñedos del Leza). A solo 15 kilómetros de Logroño, con casi 50 hectáreas de viñedo, bodegas Paco García se ha especializado en microvinificaciones y en vinos de corte moderno. Innovaciones continuas es la propuesta de la familia, que ofrece visitas con cata comentada de cuatro vinos y aperitivo típico riojano, que son dirigidas personalmente por los propietarios de la bodega.
Logroño. Por supuesto, la calle Laurel es una visita imprescindible y también caminar por las calles del centro histórico de Logroño y por sus zonas verdes junto al río Ebro. Precisamente, en la margen izquierda del río, Viña Ijalba es una bodega familia pionera en la recuperación de variedades de uva autóctonas y en el cultivo y elaboración de vinos ecológicos. Ofrece vinos con personalidad e identidad, con un recorrido didáctico que comienza en el viñedo ubicado en torno a la bodega para conocer los trabajos de campo. La visita finaliza en la torre de la bodega, que ofrece una espectacular panorámica de la ciudad y alrededores, con la degustación de dos vinos y un aperitivo.
Moncalvillo. Finca de los Arandinos (Entrena) es un precioso hotel bodega de lujo en el entorno natural de la Sierra de Moncalvillo a unos diez minutos de Logroño. Arquitectura vanguardista sobre un cerro rodeado de sus propios viñedos y con unas vistas increíbles. Cuenta con restaurante propio, Tierra, recomendado por las guías Michelin y Repsol, y para Semana Santa ofrece la visita a la bodega gratis contratando un menú ‘tierra’ o menú ‘degustación’. Nada más pasar Navarrete, una de las localidades referencia del Camino de Santiago en La Rioja, encontramos Alvia (Ventosa), por cuya misma puerta pasa la Ruta Jacobea. La bodega se ha especializado en la elaboración de vinos de viejos viñedos, con una interesantísima colección de varietales. Oferta para estos días visitas a bodega, incluida la opción de ‘Escape Room’ en el mismísimo cementerio de botellas.
El Najerilla. En el curso bajo del río Najerilla, San Asensio, localidad bautizada como la ‘cuna del clarete’, es muy conocida por su viticultura y elaboración de vinos de calidad. Cuenta con un importante patrimonio arquitectónico, como la Iglesia de la Ascensión, el Santuario de Santa María de la Estrella o el impresionante Castillo de Davalillo. A la entrada de San Asensio, Bodegas Perica ofrece visitas guiadas a la bodega durante la Semana Santa, con degustación de su crianza acompañado de plato de ibéricos.
Bodegas Lecea ha puesto en el ‘mapa’ el barrio de bodegas de la localidad, con la rehabilitación de varios calados del siglo XV que ha ido anexionando hasta reunir más de 300 metros de recorrido subterráneo y donde celebra todos los años la tradicional ‘Fiesta del Pisado de la Uva’. Tienen varias propuestas de enoturismo, desde las convenciones con cata de vinos hasta la posibilidad de almuerzo en el viñedo o comida en la propia bodega. También en el barrio de las bodegas de San Asensio, Bodegas González Puras ha rehabilitado también un magnífico calado antiguo. Ofrece visitas donde podrá degustar algunos de sus vinos entre las antiguas piedras de sillería. Seguimos en el Najerilla. En las inmediaciones del Camino de la Lengua (cerca de San Millán de la Cogolla) y de la Ruta de los Monasterios (los propios de San Millán, de Valvanera o la Abadía de Cañas), Cordovín es una pequeña y encantadora localidad vitícola conocida también por su tradicional clarete. Bodegas Florentino Martínez, que acaba de rehabilitar y decorar un antiguo calado, abre también sus instalaciones al público en Semana Santa. Remontando el cauce del río y también en el entorno del Camino de la Lengua y de la Ruta de los Monasterios, llegamos a Baños de Río Tobía, Bodegas Juan Carlos Sancha ofrece una propuesta que nadie debería dejar escapar. El propio bodeguero hace visitas a un viejísimo viñedo, Cerro La Isa, y una posterior cata directa de barrica y de tinaja de barro de cuatro vinos de garnachas centenarias. La visita incluye el traslado en todoterreno a los históricos viñedos en laderas casi imposibles. En Badarán, muy cerca ya de San Millán con los monasterios de Suso y Yuso reconocidos como Patrimonio de la Humanidad, Bodegas Pedro Martínez Alesanco está abierta todos los días. Ofrece degustaciones y visita libre, «a tu ritmo», así como actividades con reserva como un curso de cata y análisis sensorial de vino más almuerzo. En la misma localidad, Bodegas David Moreno con gran experiencia en la materia, oferta visitas todos los días de Semana Santa a las 11 de la mañana. También presenta una opción más completa, con visita al viñedo y cata ‘a pie de viña’ con un picoteo, más la visita a la bodega con cata de vino en barrica y de su crianza selección en la enotienda con pan y chorizo.
La Sonsierra. Situado en el corazón de la Sonsierra, la Sierra de Cantabria, en la margen izquierda del río Ebro, Ábalos es uno de los históricos municipios vitícolas de Rioja. Monocultivo de viñedo, todo gira -en este precioso pueblo de piedra sillar, casas señoriales y un magnífico patrimonio histórico artístico- en torno al viñedo. Bodegas Abeica ofrece visitas con degustación de vinos, con mini-cursillo de cata de tres vinos de la bodega y también cata de tres vinos y mosto con una recorrido, para no perdérselo, por algunos de los lagares rupestres de roca donde durante siglos se ha hecho la elaboración de vino. San Vicente es otro de los grandes municipios vitícolas de la Sonsierra en el que todo gira en torno al vino.
Además de la internacionalmente conocida procesión de ‘Los Picaos’ y de su impresionante castillo, Bodegas Castillo de Mendoza, una de las referencias de Rioja en la elaboración de vinos ecológicos, ofrece una visita ecológica, también apta para veganos, con un tour guiado en el que se visitan el viñedo y el fantástico calado de barricas, excavado en roca viva. La visita es personalizada y se degustarán varios vinos de la bodega acompañados de un aperitivo típicamente riojano y con productos de KM 0. Bodegas Cupani es una pequeña bodega familiar en el propio centro de San Vicente. Además de conocer las instalaciones y probar sus espectaculares vinos, la familia oferta también visitas a los viñedos, entre ellos San Andrés, propiedad de la bodega y a los pies de uno de los yacimientos arqueológicos más conocidos e importantes de la zona. También en San Vicente, Ramírez de la Piscina, especializada en la elaboración de algunos de los mejores tempranillos de la comarca, enseña la bodega con la cata comentada de algunos de sus mejores vinos. Briñas es la última población de Rioja si seguimos este itinerario de este a oeste por la Sonsierra. De tradición vitícola ancestral, es un precioso pueblo cargado de historia y de piedra sillar. Bodegas Tobelos, con un impresionante mirador a los viñedos del Ebro, ofrece visitas guiadas a la bodega y cata de dos de sus vinos más representativos. La visita tiene una duración de una hora y media y está disponible de lunes a sábado.
Los Obarenes y el románico. En la zona más occidental de Rioja, al abrigo de los Montes Obarenes y los cauces de los ríos Oja y Tirón como señas de identidad, nos encontramos con una comarca en la que los vinos tienen una tipicidad propia marcada por un clima más fresco y de influencia más atlántica. Con las cercanas poblaciones de Haro, Casalarreina y Santo Domingo como principales referencias, es una comarca con incontables muestras de arte románico en un extraordinario estado de conservación y con un centro de interpretación, en Treviana, donde se proponen varias rutas. En Cuzcurrita, Bodegas Tobía, una de las más reconocidas de Rioja por sus incontables premios y reconocimientos, oferta visitas y cata de algunos de sus grandes vinos. También en Cuzcurrita, Bohedal Bodega Boutique, pionera en Rioja en el enoturismo familiar, ofrece una auténtica inmersión en la tradición de Semana Santa con rosquillas caseras y zurracapote, como antaño se consumían en las casas riojanas por estas fechas. El zurracapote se elabora con vino, de la propia bodega Bohedal, azúcar, limón y canela. Los niños son bienvenidos con un taller creativo especialmente preparado para ellos mientras los adultos disfrutan de la bodega. En las mismas estribaciones de los montes Obarenes, Hacienda El Ternero es una explotación agraria y bodega que pertenece administrativamente a Burgos, aunque es un ‘islote’ rodeado de territorio riojano y situado en plenos Montes Obarenes. Viticultura casi salvaje, de montaña, El Ternero es un paraje extraordinariamente bello. La bodega oferta actividades para Semana Santa, como una visita a los diferentes espacios de la bodega y edificios anexos, con un recorrido histórico y anecdótico del lugar y con la cata de algunos de sus vinos, y una ‘Visita Selección’ al viñedo y a la bodega, también con cata de tres de sus vinos y un aperitivo a la ‘riojana’. Remontando el curso del Oja, a escasos kilómetros de Santo Domingo de la Calzada, en Baños de Rioja, encontramos Finca La Emperatriz, uno de los viñedos más antiguos y con más historia de Rioja. Casi 100 hectáreas de viña rodean esta bodega, cuyas cepas, tras el duro invierno, empiezan a brotar. Con un clima extremo y un suelo atípico de cascajo es un viñedo absolutamente singular. La bodega ofrece visitas durante toda la Semana Santa, con explicaciones de la historia de su antigua propietaria, la emperatriz de Francia Eugenia de Montijo, un paseo por su singular viñedo y continúa con una cata en su espectacular jardín de algunos de sus vinos más representativos maridado con productos locales de máxima calidad. También cuenta con Wine Bar abierto al público sin necesidad de reserva previa.
Una veintena de viticultores y pequeñas bodegas de Rioja constituyen en el año 1991 la asociación Bodegas Familiares de Rioja (BFR) para defender los intereses del modelo de negocio familiar. En la actualidad, cuenta casi cincuenta asociados.