
Bodegas Muga inicia un proceso para identificar parcelas en Rioja Alta capaces de reflejar la esencia y el carácter del terruño en sus vinos
Un gran vino comienza en la tierra. Cada parcela, cada cepa y cada racimo cuentan una historia única que, bien cuidada, se traduce en aromas, sabores y carácter en la botella. Cuidar y seleccionar cuidadosamente los viñedos constituye una estrategia esencial para las bodegas: garantiza la excelencia de la uva, permite que el terruño se exprese plenamente, fortalece una identidad distintiva y favorece una gestión eficiente y sostenible. Todo esto repercute directamente en la calidad, el valor y la singularidad de sus vinos.
En este contexto, Bodegas Muga ha lanzado una iniciativa destinada a identificar y evaluar nuevos viñedos en Rioja Alta. Ha invitado a los viticultores de la zona a analizar de forma conjunta la viabilidad y el potencial de parcelas que puedan integrarse en su proyecto vitivinícola. “Queremos colaborar con viticultores que compartan nuestra forma de entender el vino: respeto por la vid, manejo cuidadoso del viñedo y un compromiso absoluto con la calidad. Rioja Alta es un pilar fundamental de nuestra filosofía, y buscamos parcelas que nos permitan reflejar la esencia del terruño en cada botella”, señala la bodega.
Fundada en 1932 por Isaac Muga y Aurora Caño, Bodegas Muga combina tradición familiar y visión innovadora. Desde sus instalaciones en un edificio bicentenario del emblemático Barrio de la Estación de Haro, emplea métodos clásicos como la clarificación con clara de huevo fresco y la trasiega por gravedad, junto con técnicas avanzadas de elaboración. Así, Muga asegura que cada vino sea un reflejo fiel del carácter y la personalidad del viñedo que lo vio nacer, integrando excelencia, autenticidad y sostenibilidad.











