Rioja ha presentado en Barcelona Wine Week una visión del conjunto de la Denominación, fusionando sus últimas novedades con su histórica apuesta por la calidad. El Consejo Regulador ha celebrado un encuentro con prescriptores profesionales en el marco de la primera edición de la feria donde Pablo Franco, director técnico del Consejo Regulador, ha dirigido una cata que invitaba a conocer el completo y renovado esquema de Rioja.
El evento celebrado en la Sala Príncipe del recinto ferial de Montjuic ha reunido a más de 70 profesionales del sector; allí han podido conocer un amplísimo abanico de referencias de Rioja, entre las que destacaban tradicionales vinos de ensamblaje, diferentes tipos de varietales blancos, uno de los trece primeros Viñedos Singulares del mercado y el recién lanzado espumoso de calidad de Rioja.
Pablo Franco ha aprovechado la ocasión para recordar los avances regulatorios llevados a cabo durante los últimos años en cuanto a zonificación, fase que se inició en 1998 y que se culminó en 2017 con las actualizaciones de los vinos de Zona y de Municipio, así como con la aprobación de la figura de Viñedo Singular, una nueva mención para vinos ligados específicamente a una parcela o paraje concreto.
Estas indicaciones se suman a la tradicional gama de vinos clasificados según el periodo de envejecimiento y amplían el rango de elaboraciones que ha conquistado a mercados nacionales e internacionales.
“El amplísimo catálogo de vinos de Rioja muestra la honestidad y la diversidad de una región que elabora muy distintas opciones de vinos para todo tipo de consumidores”, afirma Pablo Franco, director técnico de Rioja. “Rioja ofrece de esta manera una cada vez mayor, y veraz, información en sus etiquetados y se adapta a las demandas del mercado, a ese público que se acerca al mundo del vino queriendo saber un poco más”.
El Consejo Regulador ha aprovechado la ocasión para compartir con los asistentes los – recién lanzados al mercado – espumosos de calidad de Rioja, vinos blancos y rosados obtenidos mediante el método tradicional y cuyo contenido en azúcar se limita a las categorías de Brut, Extra Brut y Brut Nature. Esta mención ampara vinos elaborados con todas las variedades de uva autorizadas por la Denominación y exige un mínimo del 25% de uvas tintas para la elaboración de rosados. Además, las crianzas mínimas que exige esta nueva mención son de 15 meses para los espumosos de crianza, 24 para los reservas y 36 meses si el espumoso se etiqueta como Gran Añada.
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