El mundo del vino a sorbos

Contrariamente a lo que nosotros podemos pensar el vino no es la bebida más consumida del mundo y menos aún en España donde ya no existe la cultura, como hace algunos años, de tener en la mesa de cada casa a la hora de comer o cenar una botella de vino.

Texto: Antonio Egido

 

Si bien leemos en ´elpais.com´ que “El consumo de vino en España experimentó en 2016 por primera vez un aumento después de varias décadas disminuyendo. Según los datos manejados por el Observatorio Español de los Mercados del Vino, la demanda de caldos registró un comportamiento positivo con una tasa de crecimiento del 2,5% al 4%, hasta alcanzar un total de 9,8 millones de hectolitros. Esta cifra contrasta con las producciones medias de España, que son muy superiores y que se sitúan en el entorno de los 42 millones de hectolitros.

La recuperación del consumo más importante se corresponde con las ventas en los canales de alimentación, seguidas de la restauración y de las ventas directas online y en las propias bodegas, sin tener en cuenta los datos difíciles de contrastar del autoconsumo.

Según la valoración de Rafael del Rey, director del Observatorio, esta recuperación respondería en parte a una mejora de la economía pero, sobre todo, a una mayor variedad en la oferta, al cambio en la imagen del vino, a una mayor información, a un etiquetado más cuidado y al esfuerzo comercializador de bodegas y denominaciones de origen.

Hace varias décadas, en los años setenta, el consumo de vino por cabeza se situaba en más de 40 litros por persona al año. Año tras año se fue reduciendo esa demanda hasta la situación actual, en la que el consumo por persona asciende a solo 21 litros, colocando España a la cola de los principales países productores según el ranking elaborado por el Wine Institute en 2014. Según los expertos, se trata de unos datos muy por debajo de lo previsible para un país productor y de gran tradición vitivinícola.

Ante esta situación, la interprofesional del sector pondrá en marcha una estrategia para recuperar una demanda responsable del vino como alimento, según se contempla en la legislación vigente, en especial frente a las bebidas alcohólicas.

Desde la Organización Interprofesional del sector se entiende que se ha producido un envejecimiento de los consumidores de vino y el objetivo ahora consiste en recuperar a las generaciones más jóvenes. Se reclama, además, que el Gobierno no ponga palos en las ruedas del vino, del mismo modo que Alemania no los pone a la cerveza.

Esta baja demanda interior representa una de las razones por las que el sector, con una producción media de 42 millones de hectolitros, lidera las exportaciones mundiales de vino, alcanzando un volumen en 2016 de 22,65 millones de hectolitros por valor de 2.635 millones de euros.

Sin embargo, el precio medio al que se exporta solo asciende a los 1,18 euros por litro, consecuencia de que los graneles baratos a menos de 0,40 euros suponen más del 50% de ese volumen.

Buscando los países que más beben quizás nos sorprendamos pero el mayor consumidor de vino es El Vaticano “Al tratarse una población envejecida y mayoritariamente constituida por varones, la realidad es que el Vaticano, según los datos elaborados por el Wine Institute, se encuentra a la cabeza de la demanda de vino per cápita del mundo con un volumen de 53,83 litros por persona y año. Y no precisamente de misa. Bodegas de Rioja y de Ribera del Duero tienen entrada en el pequeño Estado.

Tras el Vaticano, en el marco comunitario destacan países del este como Croacia con 44 litros y Eslovenia. Entre los países productores, sobresalen los 42,5 litros de Francia, 41,74 litros de Portugal y 33 de Italia. Entre los países más importadores, 41 en Suiza, 26 en Suecia, 24,8 en Alemania, 23 en Suiza o 22 en Reino Unido. Fuera de Europa, Uruguay se halla a la cabeza con 29,2 litros. Países productores como Argentina y Australia tienen un consumo de 23,4 y 24,5 litros, respectivamente”.

Inmediatamente la curiosidad nos pedirá un segundo dato y es qué producto alcohólico es el que más se bebe en este país. La respuesta la tenemos en ´cincodias.elpais.com´ donde descubrimos que en junio de este mismo año nos indicaban que “el consumo de cerveza y el de bebidas en España crecieron el año pasado un 3 % y un 4 % respectivamente. En ambos casos, el auge se ha visto impulsado por la llegada de turistas a España, según aseguraron las patronales Cerveceros de España y Febe.

En el caso de la cerveza, el sector ha alcanzado su récord histórico de ventas, con 38,6 millones de hectolitros consumidos. También se superó la mayor producción de la década, con 36,4 millones de hectolitros de cerveza producidos en España (un 4,3 % más). España es el cuarto productor europeo, aunque Jacobo Olalla, director general de Cerveceros, confía en superar a Polonia en el tercer puesto.

La mayor parte del consumo, el 64 % en volumen, llegó del consumo en hostelería, que acapara el 86 % en valor para el sector cervecero. El grupo Mahou San Miguel, seguido de Heineken y Damm son las compañías que más producen. Las exportaciones de cerveza española marcaron un nuevo máximo en 2016, con 2,4 millones de hectolitros, un 7,7 % más y el triple que en 2009.

Por su lado, los fabricantes de bebidas espirituosas cerraron el pasado ejercicio con su segunda subida en ventas desde 2003. El sector vendió 214 millones de litros, un 4 % más. La mejora, además de por el turismo, se produjo por el aumento de las exportaciones de bebidas españolas, que crecieron un 6 %, hasta los 589 millones de euros, el 40 % de todo lo producido en España.

Para el presente ejercicio, Bosco Torremocha, director general de Febe, se prevé una nueva subida, aunque lamentó que será «difícil» que sea mayor que la del año pasado, debido a la subida de impuestos que se produjo en diciembre. «Fue una mala decisión en un mal momento», aseguró.

Respecto a las distintas categorías, el whisky, con el 27 % de cuota, fue la bebida espirituosa más consumida y creció casi un 2 %. Le siguió la ginebra, con el 22 % del total, y una subida del 2 %; y el ron, con el 17 % del sector y una caída del 2,3 %”.

Estadísticas que reflejan una realidad y que le mundo del vino deberá analizar para intentar convertirse en la bebida más consumida, siempre con moderación, en este país. Y para ello debemos acercarnos a los jóvenes para responder a sus gustos.

 

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