Dos vinos, tinto y blanco, y dos añadas consecutivas como vino de viñedo singular de Rioja. Todo un hito para los vinos Cerro La Isa, de Bodegas Juan Carlos Sancha, procedentes de una misma parcela plantada en 1906 en Baños de Río Tobía (Alto Najerilla). Cerro La Isa fue la primera pareja de vinos, tinto y blanco, que entró a formar parte de la nueva categoría top de Rioja, los vinos de viñedo singular, con las cosechas 2017 y 2018 respectivamente.
El bodeguero Juan Carlos Sancha califica de “hito histórico” la nueva categoría de viñedo singular en una denominación como Rioja, que desde su creación en 1926 había dado más importancia a la bodega que al viñedo: “Es una oportunidad para parar los arranques de viejos y pequeños viñedos de baja productividad y es una oportunidad también para las pequeñas bodegas familiares en la medida en que pueden distinguirse del resto con producciones exclusivas y de calidad más que garantizada”.
Juan Carlos Sancha puso en marcha hace una década en su pueblo, Baños de Río Tobía, su proyecto personal basado en el cultivo ecológico certificado de todos sus viñedos, en el trabajo con variedades minoritarias y en la recuperación de las viejas garnachas del Alto Najerilla, con las que muestra la auténtica personalidad de la zona tras situar algunas de sus colecciones entre los mejores vinos de Rioja. Cerro La Isa es un viñedo especial para el bodeguero, plantado en 1906 por su abuelo sobre laderas en pendiente extrema y expuestas orientación sur a 700 metros sobre el nivel de mar en suelos pobres, poco profundos y de marcado carácter arcillo-calcáreo, con alto contenido en hierro: “He plantado viñedo en toda España y otras partes del mundo, pero nunca conseguí el equilibrio que logró mi abuelo en esta viña extraordinaria”.
Cerro La Isa Tinto 2018 es un tinto 100% garnacha del viñedo del mismo nombre con un rendimiento de producción de 2.500 kilos por hectárea que dan lugar a una limitadísima producción de 1.200 botellas. Cerro La Isa Blanco 2019 integra garnacha blanca, malvasía, viura, turruntés y calagraño de las cepas blancas que completan el viejo viñedo, con rendimientos también de 2.500 kilos por hectárea y con una elaboración aún más limitada de 660 botellas.
PVP 45 euros.