Texto: Javier Pascual / director de La Prensa del Rioja
Los “Encuentros entre vino y literatura” que la bodega riojana de Carlos Moro viene programando anualmente han encontrado un feliz maridaje entre el CM 2017 -tinto tempranillo de alta expresión presentado en primicia- y los ‘Calamares a la Romana’ de Emilio del Río, nuevo libro publicado por Espasa. El maridaje literario que este apasionado del latín ha hecho con Carlos Moro en su bodega de San Vicente de la Sonsierra no podía ser más acertado. Trasciende sin duda a sus respectivas obras para regocijo de quienes disfrutamos por igual de un gran vino que de una buena ración de historia salpicada de ‘latinajos’ en los que reconocer las esencias de nuestro pensamiento y forma de actuar, las raíces de nuestra cultura. Una cita ‘memorable’ la de este pasado sábado 5 de marzo, como lo fue esa añada del 17, marcada por una helada histórica.
Solo del ingenio contrastado de Emilio del Río, profesor de latín, político y escritor, podía esperarse la proeza de convertir en éxito de ventas una obra que repasa en clave de humor la vida cotidiana (música, gastronomía, relaciones personales y sociales…) en la época del Imperio Romano. El título ‘Calamares a la Romana’ es todo un alarde de agudo sentido comercial en estos tiempos tan proclives a lo gastronómico y tan reacios a la cultura clásica. Una cultura que llevamos en el ADN, como demuestra el autor con multitud de ejemplos, concluyendo que “todos somos romanos, aunque no nos demos cuenta, puesto que vivimos, reímos, nos enfadamos, amamos e incluso insultamos como los romanos”.
Bien sazonado de recursos humorísticos basados en el juego de palabras y doble sentido de muchas frases hechas, Emilio del Río desgrana su saber enciclopédico con fluidez y un amplio repertorio de citas de los autores clásicos, de Estrabón a Adriano, pasando por el inevitable Séneca. Inevitable también Maquiavelo, por razones obvias. Y aunque prefiere a Chesterton, tampoco rehúye incluir entre sus citas al maestro del ingenio, Oscar Wilde, en aras de la brillantez final de su amena presentación, en la que contó con el apoyo de Carlos Aganzo, periodista, poeta y director de Relaciones Institucionales de El Norte de Castilla y subdirector de la Fundación Vocento. Tras lamentar la pérdida de la formación en lenguas clásicas en nuestro país, frente al criterio de otros países como Alemania, el tema de fondo más significativo del coloquio se centró en reconocer el declive de un sistema educativo que ninguno de los gobiernos de diferente signo han sabido frenar y reconducir.
El bodeguero de Valbuena de Duero no le va a la zaga en osadía y acierto al filólogo riojano. Buen ejemplo de ello es su lanzamiento de Matarromera en 1996 con un mensaje que capitalizó titulares en todos los medios de comunicación. Le bastó un primer premio obtenido en un concurso para afirmar que había nacido ‘el mejor vino del mundo’. Las críticas de algunos comunicadores especializados dieron más eco a tan ‘desmedido’ titular y la nueva marca de Ribera del Duero afianzó su reconocimiento en un momento muy propicio para ello, con un mercado ávido de novedades.
Carlos Moro sigue poniendo su sello de calidad a los proyectos que acomete, como el que hace ocho años le trajo a esa milla de oro en que se ha convertido la Sonsierra Riojana, desde Laguardia a Briñas. El Tinto CM 2017, que hemos tenido ocasión de degustar junto a un magnífico menú elaborado por El Portal de La Rioja, es un vino de muy alta calidad, frutal, concentrado, muy bien criado en barrica, goloso en boca y con nervio, como suelen ser los tempranillos de esas tierras. La botella en que se presenta el vino transmite perfectamente esa imagen de prestigio a la que aspira y en la que quiere posicionar su producción en Rioja.
El propietario del Grupo Matarromera hace gala de una visión global y abierta del mundo del vino, que incluye proyectos tan innovadores como la producción de vino desalcoholizado, que acaba de ser admitido por la Unión Europea como una más de las tipologías del producto vino. Está convencido de las grandes expectativas comerciales que existen actualmente para este tipo de bebida sin alcohol, por mucho que nos cueste reconocer en ella el concepto ‘vino’.
Suscríbete gratis a nuestro boletín.¡Pincha aquí!