El concurso se ha celebrado paralelo a la presentación de vinos de la añada 2023 de Bodegas Familiares de Rioja en Logroño
Más de 1.200 profesionales y aficionados acudieron a la cita de la Asociación de Bodegas Familiares de Rioja con la sociedad riojana con la participación de 50 bodegas. La XXVI Fiesta Presentación de Añada de Bodegas Familiares quiso derivar el protagonismo hacia las nuevas generaciones que ya están al frente de los negocios familiares elaborando propuestas de vinos más frescos, divertidos y con el terruño, viñedos y parcelas con nombres y apellidos, como foco principal.
Una prueba divertida y competitiva
Este año, como novedad, se celebró de forma paralela el concurso sumiller de ‘La Otra Rioja’, con el que la Asociación Bodegas Familiares de Rioja buscaba a los profesionales con mayor conocimiento de zonas y variedades tradicionales de Rioja. Beatriz Martínez, del restaurante Aitor Esnal, fue la ganadora el primer Premio Argraf al Mejor Sumiller de la Otra Rioja, dotado con 5.000 euros.
El concurso supuso una prueba divertida, pero también competitiva, en la que participaron 50 profesionales a quienes se planteó el reto de adivinar en cata ciega la zona de Rioja de la que procedían los viñedos (siete delimitadas por valles y montañas de toda la geografía de la DOCa Rioja), las variedades de uva y los métodos de elaboración. Con una selección de vinos de Bodegas Familiares y magistralmente dirigida por Pedro Salguero, veedor jubilado del Consejo Regulador, los participantes compitieron en dos tandas de 25 personas con la cata de los mismos ocho vinos (cuatro blancos y cuatro tintos)
Los diez mejores pasaron a una final en la que se cataron otros ocho vinos, un blanco, un rosado y seis tintos, en la que se impuso Beatriz Martínez, por delante de Antonio León, de Vinoteca Larría (también de Logroño) y de María del Mar Ruiz León, del restaurante La Lobita (Soria) y de Ana Murillo, del Retrogusto es Mío, de Sarriguren (Navarra). “Las catas fueron todo un reto, nada sencillas pero muy divertidas, y el nivel, tanto de los profesionales de fuera como locales (cinco y cinco estuvieron en la final), fue muy alto porque la zonificación, por valles y montañas, de Bodegas Familiares exige estar muy fino”, indica Pedro Salguero.
XXVI edición de una fiesta ineludible
Son pequeñas bodegas, de carácter familiar, con viñedo propio, pequeñas producciones y fuerte arraigo a la tierra y sus pueblos. El lunes 18 de marzo, profesionales y aficionados al vino pudimos descubrir los vinos de la añada 2023 de 50 de estas bodegas.
En el Restaurante Delicatto de Logroño, pudimos ver a las bodegas organizadas por valles y sierras, desde los viñedos del Oja y el Tirón, en la zona de los Obarenes, hasta las Sierras de Rioja Baja, en la parte más oriental, junto con comarcas como las riberas del Ebro de La Rioja Alta, Baja y Navarra, los viñedos del Najerilla o del Iregua y el Leza.
Son XXVI ediciones de una iniciativa que ha evolucionado manteniendo su dinámica inicial. La adquisición de una copa (15 euros si se compra anticipada online en a través de www.laotrarioja.com y 20 en el propio evento) permite catar los vinos presentes y charlar con los propios elaboradores, en un recorrido por el conjunto de la región vitícola de Rioja a través de bodegas de la Asociación Bodegas Familiares de Rioja, explica Ana Jiménez, gerente de la Asociación de Bodegas Familiares de Rioja. En concreto, “hemos querido lanzar un mensaje de optimismo y dar el protagonismo a los jóvenes, a las nuevas generaciones que han, o está asumiendo, el timón de los negocios familiares y que están ofreciendo al consumidor vinos mucho más divertidos y frescos y que están convirtiendo a Rioja en la región más dinámica el país en estos momentos”.
Alrededor de 600 profesionales de la mejor hostelería (estrellas Michelin) de todo el norte el país, Barcelona, Madrid o incluso Tenerife-, fueron los primeros en acceder a la muestra, para conocer de primera mano estos vinos de ‘La Otra Rioja’ como se definen en la Asociación, porque, según Ana Jiménez, “en Rioja el 80% del vino proviene de 40 bodegas. Nosotros somos el 20% restante”.
Esta cita despierta también un interés muy alto entre el público aficionado que ve una oportunidad de acercarse al mundo del vino. Además, explica Ana Jiménez, “se presenta el vino joven, que es más fresco y fácil de beber, lo que favorece el acercamiento a los jóvenes y a nuevos consumidores”. Aproximadamente 600 aficionados tuvieron oportunidad de hacerlo desde las 19 horas.
¿Cómo es la añada 2023 según su experiencia?
Los encargados de presentar las características de la última añada 2023 en rueda de prensa, “una de las más difíciles del siglo, marcada por una maduración muy irregular y por una meteorología que llevó al límite a los viticultores” han sido Victor Escudero (Bodegas y Viñedos Ilurce, de Alfaro) y Estela Lecea (Bodegas Lecea, en San Asensio). Según Escudero, “la vendimia fue tremenda puesto que todo iba relativamente tranquilo hasta que a finales de agosto tuvimos una terrorífica ola de calor que colapsó muchas plantas y luego vinieron intensas lluvias en septiembre, que en algunas zonas incluso llegaron a dejar hasta 200 litros por metro cuadrado. En muchos casos hubo que sacrificar madurez por el altísimo riesgo de botrytis, pero creo que al final, sin ser una de las grandes cosechas de Rioja, los vinos están dando la cara, eso sí con una heterogeneidad incluso más marcada de lo habitual y con una ventaja clara para las zonas más altas y frescas y dificultades, especialmente, en aquellas zonas en que cayeron esas grandes cantidades de agua sin margen para ser asumidas con normalidad”.
Escudero puso en valor la “aportación de las nuevas generaciones que, como es mi caso, he tenido la oportunidad de vendimiar en muchas partes del mundo y conocer todo tipo de viticulturas. Creo que la revolución que está viviendo ahora misma Rioja es la mejor noticia para el futuro de la denominación de origen y un auténtico soplo de aire fresco absolutamente necesario y, más, en un momento crítico como el actual en que la única salida es producir calidad y más calidad”.
Estela Lecea, por su parte, incidió en que “como vamos comprobando, prácticamente sin excepción, todas las últimas campañas, habrá notables diferencias entre los vinos de viñedos con mayor carga de producción, que, en algunos casos incluso llegaron a colapsar y complicar al extremo su maduración, frente a las viñas mejor cuidadas, con rendimientos contenidos que soportan mucho mejor años meteorológicamente tan complicados”.
En este sentido, Lecea destacó el modelo productivo sostenible de las pequeñas y medianas bodegas familiares, que “ofrece siempre una garantía adicional a los consumidores, incluso de vendimia parcela por parcela según las necesidades de cada viñedo”
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