En Bodegas Amaren afirman que cada vino tiene su propia personalidad, su historia y transmite su origen, sus variedades, su clima y su carácter para hacernos disfrutar. Así, cada uno tiene su momento, su protagonismo y tan sólo demanda la oportunidad de expresar en una copa todo su potencial.
Amaren es ‘el vino de la madre’ y este vino excepcional lleva su nombre, Ángeles. Para Jon Cañas, nieto de la matriarca de la Familia Luis Cañas, la mejor manera de homenajear a su abuela ha sido elaborar un vino con uvas procedentes de las unas viñas que representan la esencia de Samaniego.
A la nueva añada de Ángeles Amaren, la mezcla de tempranillo y graciano le otorga una marcada personalidad y las uvas de 2019 le han dado más frescura. Se vendimia de forma manual y las uvas se procesan en doble mesa de selección (racimos y luego granos). Solo los granos perfectos seguirán su proceso. Tempranillo y el graciano se elaboran y se crían por separado, para preservar la fruta del primero y realzar la complejidad del segundo con su carácter especiado.