El Concurso Mundial de Bruselas (CMB) ha publicado sus observaciones de las últimas tendencias de la industria vitivinícola, revisando los últimos acontecimientos en el mercado y comparándolos con sus propios datos. El objetivo es ofrecer a los profesionales del sector “información y observaciones reales” de las tendencias para 2019, entre las que destaca la evolución del vino ecológico, autóctono y con menos alcohol
Según el informe, “todos los productores han comprendido la importancia de proponer una producción más responsable. El énfasis en la salud y el bienestar también influye en las decisiones de los consumidores de vino. Los consumidores se preocupan ahora del origen y de los métodos de producción del vino, favoreciendo los vinos biológicos y naturales como símbolo de superior calidad”. Consciente de esta evolución, el CMB inauguró hace dos años un “Trofeo del Vino Biológico. Las inscripciones de los vinos biológicos y biodinámicos “han aumentado significativamente en los últimos 10 años, e incluso se han duplicado desde 2015. No es de extrañar que los vinos premiados en esta categoría procedan principalmente de Italia, Francia y España. Pero también se distinguen países como China, Grecia y Moldavia”, explica el informe.
En España, “se impone esta tendencia favorable a los vinos biológicos, biodinámicos y naturales – vinos de uva de cultivo ecológico o biodinámico, con poca intervención en la bodega, con bajos niveles de azufre y sin aditivos”. Según el estudio de CMB, “bares especializados aparecieron en grandes ciudades del país para acompañar este movimiento de los consumidores hacia más naturalidad y transparencia”.
Destaca que el veganismo “está experimentando un rápido crecimiento. Se prevé que esta tendencia repercutirá en la producción de vino en 2019 al producir vinos más respetuosos con el medio ambiente y al simplificar la información en las etiquetas. También se observa un creciente interés por los vinos de bajo contenido alcohólico. Están surgiendo muchos métodos para ayudar a reducir el contenido de alcohol en el vino”. En cuanto a las preferencias de los consumidores, el vino tinto debería seguir ocupando la posición de líder en 2019.
Al mismo tiempo, el cambio climático está afectando a los niveles de azúcar residual en los vinos y haciendo que los viñedos se desplacen hacia el norte. “Uno de los mayores retos del futuro será producir un vino fresco, afrutado y de menor graduación”, comenta Baudouin Havaux, presidente del CMB.
Con el objetivo de satisfacer la demanda de los consumidores de tintos más ligeros y frescos, “los enólogos españoles se orientan ahora hacia vinos con menor extracción y que dejen expresar sus terruños. Muchos de los tintos más excitantes de la nueva ola se están elaborando con variedades de uvas autóctonas”. El estudio recoge declaraciones del bodeguero Álvaro Palacios quien afirma que “los bodegueros españoles han evolucionado y buscan elaborar tintos de variedades autóctonas con una acidez vibrante y con expresión del terruño”.
En 2019, los consumidores no sólo serán cada vez más conscientes del tipo de vino que beben, sino también de cómo lo beben. “La tendencia hacia un consumo de vino más equilibrado y moderado está ganando terreno”.
España apuesta por la innovación
“Desde polos rosados congelados hasta vino azul, España se ha mantenido fiel a su imagen de país innovador y sorprendió con nuevas apuestas creativas”. El Concurso Mundial de Bruselas destaca que “aprovechando la moda de los rosados, los bodegueros españoles están experimentando y consiguen subir en calidad y en gama. Codorníu adelantó la tendencia y sorprendió el pasado verano con Anna Rocks, un polo elaborado con su cava semiseco, “Anna Ice Edition Rosé”, y creado por el chef pastelero Jordi Roca del Celler de Can Roca en Girona. Mientras la polémica iniciativa del vino azul, iniciada por un grupo de jóvenes entusiastas españoles en colaboración con la Universidad del País Vasco, está teniendo un éxito sorprendente entre los hipstersy ya ha dado lugar a varios clones como el cava azul llamado “Skyfall”. ¡A ver qué sorpresas nos reserva 2019!?”
Vino premium para los consumidores chinos
A pesar de la desaceleración económica de China, según los datos del Concurso Mundial de Bruselas “se espera que el país aumente sus importaciones de vino en un 8% en 2019, según el International Wine and Spirits Record (IWSR). El alza estimada se debe al aumento de los consumidores jóvenes que prefieren el vino al tradicional baijiu. Los consumidores mayores también recurren al vino por sus beneficios para la salud. Aunque la producción de vino está disminuyendo en volumen, la calidad de los vinos chinos sigue aumentando. El país anfitrión del CMB 2018 registró un aumento del 168% en el número de medallas en comparación con 2017. Curiosamente, los vinos más caros galardonados con el premio CMB en el concurso del año pasado procedían de China”. Las variedades de uva internacionales cultivadas en China tuvieron mucho éxito: por ejemplo, el país ha obtenido el mayor número de medallas para vinos de Cabernet Sauvignon. “En el futuro, nuestros hijos y nietos beberán vino chino de alta calidad”, apuntó Havaux en la inauguración oficial del concurso en Pekín en mayo de 2018. “China pronto podría convertirse en uno de los mayores consumidores de vino del mundo y los consumidores chinos prefieren los vinos de alta gama.”
Mercados de exportación con alto potencial
China seguirá siendo un mercado atractivo para los exportadores, pero los analistas creen que Singapur, la República Checa y Taiwán tienen el mayor potencial como nuevos mercados de vino en los próximos cinco años. “Aunque la República Checa tiene el mayor consumo de cerveza per capita en el mundo (150 litros al año), el vino está ganando popularidad y, en los últimos dos años, el país ha experimentado un crecimiento notable en las importaciones de vino (principalmente desde Georgia)”.
Variedades internacionales y autóctonas
La producción de variedades internacionales ha aumentado en todo el mundo. Aunque las variedades de uva internacionales seguirán siendo populares y seducirán a una gran cantidad de entusiastas. “Se producen vinos de calidad en muchas partes del mundo”, dice Thomas Costenoble, Director Ejecutivo del CMB, “las variedades que alguna vez fueron autóctonas se han convertido en internacionales y también son de excelente calidad”.
Al mismo tiempo, la atención se centrará en los vinos autóctonos. El futuro de la industria vitivinícola “puede estar en las variedades autóctonas, con énfasis en los vinos de terruño. Un mayor conocimiento del vino entre los consumidores probablemente los hará más curiosos y más propensos a experimentar. En 2019, los consumidores buscarán cada vez más vinos locales específicos y variedades que no puedan pronunciar”.
Los jurados del concurso distinguieron con razón a los países que cultivan principalmente variedades autóctonas e inscriben vinos originales en el CMB. En 2018, Italia recibió medallas principalmente para vinos de las variedades autóctonas Primitivo, Sangiovese y Montepulciano. “España obtuvo la mayoría de sus medallas para vinos de variedades autóctonas como Tempranillo, Garnacha y Verdejo. Portugal y Grecia, dos países que cultivan cientos de variedades autóctonas, han ganado numerosas medallas con variedades como Assyrtiko, Agiorgitiko, Savatiano (en Grecia) y Touriga Nacional, Castelão, Touriga Franca y Baga (en Portugal). El mayor número de medallas suizas se otorgó a la autóctona Chasselas, la variedad de uva blanca más extendida y que representa alrededor del 27% de los viñedos del país. Los consumidores pueden estar dispuestos a pagar más por algo fuera de lo habitual”.
El próximo país anfitrión del CMB, Suiza, “registró un aumento del 16,6% en el número de medallas, incluyendo la de Gran Oro (comparando los resultados de 2018 con los de 2017). Albania, República Checa y Kazakstán obtuvieron buenos resultados en 2018 y Bulgaria obtuvo el reconocimiento Gran Oro por tercer año consecutivo (2016 – 2018)”.