Los estudios de mercado son una herramienta necesaria y oportuna para conocer las tendencias de la demanda de vino, según se puso de manifiesto en la jornada “TIEMPOS DE COVID: EL CONSUMIDOR TOMA EL MANDO”, organizada por DIAM en el Aula Virtual de La Prensa del Rioja el pasado 25 de marzo. Estas técnicas son claves para aprovechar los factores que motivan al consumo de vino para encontrar nuevas oportunidades en el mercado.
Wine Intelligence destacó cuatro cambios en el mercado de vino que se aceleraron durante 2020, en un año que fue malo para el mercado, “pero que pudo ser peor, gracias a que el consumidor supo adaptarse a las circunstancias”. Los estudios de mercado realizados por la consultora han permitido ver cómo se ha comportado el consumidor en un año tan convulso.
Por un lado, “el vino no fue olvidado por los consumidores, sino que se adaptó a una ocasión más apropiada: relajarse al final del día solo o con la familia cercana” lo que muestra que incorporó nuevos momentos de consumo. Por otro, los consumidores continuaron dándose un capricho durante la pandemia. “Claro, los consumidores no estaban cenando fuera como antes, pero algunos consumidores lo compensaron moviendo parte de ese gasto discrecional a cenas formales e informales con la pareja o familiares cercanos en casa durante 2020”.
Además, los consumidores más jóvenes se acercaron al mundo del vino antes, lo que para Juan Park “es particularmente relevante ya que los consumidores más jóvenes en España han estado incorporándose más tarde a la categoría en comparación con otros mercados. Durante la pandemia, los consumidores más jóvenes estuvieron más expuestos al vino de lo que lo habrían hecho si hubieran estado de bares y discotecas”.
Destaca también el desarrollo del canal online “en el cual el número de consumidores prácticamente se duplica en los últimos dos años en España”. Adaptarse a los canales y a los mercados ha sido la clave porque “hay que encontrar los nichos y las posibilidades que tenemos”
“No podemos olvidarnos de cómo son los compradores de cada marca”, recordó Park que puntualizó que las marcas de vino tienen dos tipos de compradores: los fans, que son menos pero más asiduos y los ocasionales, que compran una o dos veces. “Las marcas tienen el reto de conseguir fans, pero no debemos descartar que también vienen ventas por otros tipos de consumidor, ligero u ocasional, y que es muy útil saber cuántos son y quienes son”. Las técnicas de investigación de permiten una mirada más amplia para conocer a esos consumidores y saber también cómo beben y cómo compran esos consumidores menos frecuentes, qué pasa con esos consumidores que no nos compran o dejaron de comprarnos y por qué. Podemos plantearnos preguntas más amplias y usando las técnicas de mercado más representativas”.
Pero ¿está el sector del vino preocupado por estar al día de las tendencias de mercado? Según Park “vemos que cada vez hay más interés en conocer al consumidor final, pero todavía se confía mucho en lo que dicen los prescriptores o lo que les dice el importador o distribuidor. Los de marketing dicen una cosa, el distribuidor dice otra y el prescriptor otra, … ¿Y el consumidor qué opina? Muchas veces los trabajos son para resolver este tipo de cuestiones para ver quién tiene razón y al final el consumidor es el que manda y el que compra”.
Disponible el video de la jornada online y las ponencias pinchando aquí