Investigaciones y herramientas en los distintos frentes (III)

La digitalización ha reorientado a las bodegas hacia la aplicación de nuevas tecnologías. Detrás hay un proceso de transformación y adaptación a la era digital, una continua investigación y la propuesta de iniciativas innovadoras para mejorar la experiencia del cliente.

La digitalización en el sector del vino ha causado la reorientación de las bodegas hacia la aplicación de nuevas tecnologías. Detrás hay un proceso de transformación y adaptación a la era digital, una continua investigación y la propuesta de iniciativas innovadoras para mejorar la experiencia del cliente. Para ello, el sector necesita de una colaboración conjunta entre bodegas y empresas tecnológicas que agilice este proceso de digitalización.

Muchos de los procesos analógicos han necesitado actualizarse, transformando la metodología tradicional en procedimientos más innovadores. “Al principio, nos guiábamos sobre todo por sensaciones y por análisis exhaustivos del estado del viñedo de una forma más visual y manual”, explica el director técnico y enólogo de Bodegas Altanza, Carlos Ferreiro. Ahora, “todo esto queda registrado y nos genera información muy valiosa a la hora de tomar decisiones informadas y alcanzar excelentes cotas de calidad”, añade.

Además de un plan integral de sostenibilidad I+D+I, centrado en crear un sistema de viticultura de precisión, incorporando dendrómetros para ver el estado fisiológico de la vid y sondas de humedad, Bodegas Altanza ha trabajado progresivamente para incorporar los distintos elementos transformadores en todos sus sectores, con el fin de mejorar el control del inventario y las ventas, monitorear el proceso de producción y automatizar determinadas tareas. “A parte de las pertinentes inversiones en el desarrollo del Departamento de Marketing Digital, hemos apostado por el continuo desarrollo de nuestra tienda ‘online’, adaptándola continuamente a las necesidades de nuestros clientes. Hemos implementado, asimismo, un motor de gestión de visitas ‘online’ que nos facilita la organización de todas las reservas relacionadas con enoturismo. Estamos muy agradecidos de haber desarrollado una buena red de fidelización con nuestros clientes”, añade.

“Ahora los tiempos son distintos. Todos los procesos, especialmente todo aquello relativo a venta ‘online ‘y gestión de redes sociales, requiere de una inmediatez y tiempos de respuesta que nada tienen que ver en sí mismos con los tiempos de elaboración y crianza del vino”, remarca Ferreiro.

Maite Soria, responsable de Marketing y Venta Directa de Bodegas Olarra explica que “la forma de trabajo ha cambiado desde el principio, sobre todo gracias a la modernización de los sistemas de elaboración y de los sistemas de información desde la viña a la distribución de los vinos”.  Reconoce que “la digitalización se ha colado en cada ámbito de la vida de nuestra bodega para ayudarnos a hacer mejor nuestro trabajo. Creemos en los avances como una herramienta de mejora, por lo que siempre se han implantado cuando han sido necesarios y de una manera muy personalizada. Esto ha hecho que los cambios hayan sido bien acogidos y utilizados”. La información que te ofrece la digitalización “te permite tomar mejores decisiones, ahorrar tiempo y dinero y optimizar los recursos disponibles, reflejándose en nuestros vinos”, asegura Soria.

Pero los cambios digitales no solo han afectado a los procesos de elaboración, también ha cambiado la experiencia del cliente. “Desde la compra online hasta la reserva de visitas, por ejemplo, son procesos que hoy no se conciben sin esta inmediatez que buscan los clientes en sus relaciones con las empresas. A pesar de ello, nosotros seguimos manteniendo esa línea de contacto directo con ellos para que sepan que estamos disponibles”, explica Soria.

El enoturismo que trae la Inteligencia Artificial

“La inteligencia artificial ha llegado a nosotros y es primordial aceptarla como una herramienta más de trabajo. La generación de datos de nuestros clientes desarrollando experiencias personalizadas es de vital importancia para predecir su comportamiento y desarrollar la creatividad en la toma de decisiones de nuestro negocio. Las bodegas tenemos que adaptarnos para no quedarnos al margen de las necesidades de nuestra sociedad”. Con estas palabras, Simón Arina, director técnico y enólogo de Bodegas Baigorri recibió como anfitrión a los responsables de enoturismo de las empresas premiadas con un Best Of Wine Tourism que ofrecen los mejores servicios de atención al turista del vino en Álava, Bizkaia y La Rioja que el Best Of Club -iniciativa del Comité Bilbao-Rioja de la Red Mundial de Grandes Capitales del Vino- reunió en su bodega para hablar sobre Inteligencia Artificial aplicada al enoturismo. El objetivo era conocer cómo pueden la hiperpersonalización, los avatares multilenguaje y los gemelos digitales crear valor en las experiencias turísticas.

El especialista en inteligencia artificial y CEO de Dive.Tech Juan Pedro Churruca aseguró que “la IA ofrece infinidad de casos de uso a las empresas en general, y a las que ofrecen servicios de enoturismo en particular, para crear valor en el análisis de comportamiento de clientes, proyecciones, chatbots e hiperpersonalización de experiencias”. Las bodegas y otras empresas de enoturismo pueden beneficiarse de “un amplísimo rango de soluciones de IA: creación de contenidos, gemelos digitales, conversacional ‘travel planning’ y generación de avatares multilenguaje como asistentes virtuales de soporte, atención al cliente y de elección de itinerarios de enoturismo y experiencias, por mencionar sólo algunas”.

Las bodegas pueden desarrollar campañas publicitarias dirigidas a segmentos de público muy concretos y generar historias de marca más convincentes y cercanas a su propia historia, visión y a los intereses de sus clientes. Gracias a la IA es posible ofrecer itinerarios personalizados para los visitantes, basándose en sus preferencias y experiencias previas, “proporcionando así una experiencia de enoturismo única y memorable”, explica Juan Pedro Churruca.

¿Por qué una buena gestión de reservas dinamiza el enoturismo? Javier Gurría, CEO de The Torre, nos revela cómo la primera plataforma de gestión de experiencias enoturísticas está revolucionando el turismo del vino.

El enoturismo es una herramienta eficaz para convertir al visitante en fan, prescriptor y comprador de vino, pero la gestión de reservas y digitalización del proceso puede ser desafío constante para muchas bodegas.  ¿Y si una herramienta transformara por completo los procesos de gestión de experiencias? “Las bodegas podrían enfocarse en ofrecer experiencias de calidad, garantizando el éxito y la satisfacción de sus visitantes” explica Javier Gurría, CEO de The Torre, la primera plataforma de gestión de experiencias enoturísticas está revolucionando el turismo del vino.

Desarrollada por la firma riojana JIG, puede ser clave para dinamizar el enoturismo al organizar las reservas de manera eficiente, simplificar la gestión, automatizar procesos clave y centralizar los datos de los clientes para conocer sus gustos y preferencias. “Dispone de nuevas funcionalidades, es mucho más flexible, nos permite gestionar diferentes bodegas, integra datos tanto con Outlook como Google Calendar, dispone de una sección de gastrobar y winebar mucho más potente y hemos añadido un nuevo módulo de extras que permitirá a las bodegas incorporar otros servicios o productos, y así aumentar el precio medio de venta por cliente en al menos un 20-25%. Además, hemos conseguido que la plataforma sea mucho más modulable para de esta forma poder dar servicio a todas las bodegas, independientemente de su tamaño, adaptándonos a sus necesidades y a los servicios que desea recibir. Desde solo gestionar las reservas de mi bodega a vender entradas para eventos que organice en sus instalaciones. Somos capaces de gestionar la información de nuestros clientes de forma automática, consolidando los datos y creando nuestro perfil digital del cliente e integrándolo además con la venta de vino”.

Desde la reserva hasta la venta, The Torre Wine Platform redefine la gestión del enoturismo centralizando y optimizando cada aspecto del proceso en un mismo espacio. Reserva y venta se unen para optimizar el flujo de trabajo y centralizar las herramientas de gestión de la bodega. Su rápida implantación facilita el control de todas las funcionalidades de manera sencilla e intuitiva, permitiendo administrar reservas y servicios de manera eficiente y sin complicaciones. Permite a los usuarios explorar el mundo del vino desde sus dispositivos móviles al añadir funcionalidades como la cata tecnológica y el winebar y gastrobar. Gracias al uso de QR en las mesas, los clientes pueden realizar pedidos directamente, agilizando el servicio, facilitando la gestión interna de la bodega y optimizando tanto la operatividad como la comunicación en la experiencia. Incluye funcionalidades como la cata digital y juegos interactivos con los que los usuarios exploran el mundo del vino desde sus propios dispositivos móviles. Esta herramienta no solo proporciona orientación paso a paso para la degustación, sino que recopila datos sobre las preferencias del usuario, permitiendo a las bodegas personalizar aún más su experiencia. Los datos recogidos se convierten en una oportunidad tangible para cultivar relaciones más sólidas y significativas con los clientes. Permite crear el perfil digital del enoturista con el objetivo de conocerlo mejor e integrarlo con la venta de vino. Permite unificar las diferentes fuentes en un mismo espacio, segmentando la información de manera inteligente y dirigiendo mensajes personalizados a cada grupo de clientes.

 

*Reportaje completo publicado en el nº 248 de La Prensa del Rioja

 

 

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