La Rioja Baja se ha consolidado como destino de referencia para los amantes de la gastronomía auténtica y los productos de proximidad. Aquí, la huerta bañada por el Ebro y sus afluentes ofrece una variedad de verduras y frutas que son la base de una cocina local vibrante, sostenible y llena de sabor. Alcachofas, coliflor, espárragos, cardo, borraja, cebolla o champiñones son protagonistas indiscutibles en menestras, menús, pinchos y en las reconocidas jornadas gastronómicas que a lo largo del año ponen en valor la huerta local. A este festín vegetal se suman joyas dulces como las Peras de Rincón de Soto o los fardelejos, un postre típico elaborado a base de una fina masa de hojaldre rellena de una mezcla de almendra molida, azúcar, huevo y ralladura de limón.

Los restaurantes de La Rioja Baja apuestan por una cocina basada en ingredientes autóctonos, interpretados con creatividad y respeto. Restaurantes como La Posada del Laurel, en Préjano, liderado por Dámaso Navajas, apuestan por productos de su propio huerto y setas locales, elaborados con mimo y técnica.

En Calahorra, el Restaurante Ciudad de Calahorra reinterpreta sabores clásicos con técnicas modernas. Un ejemplo es su ‘Muffin relleno de brotes de la huerta y espuma de zanahoria’, elaborado con puerros, cebolletas frescas, pimientos del Cristal y zanahorias de la huerta riojana. También en Calahorra, El Albergue ha obtenido el segundo puesto en el Concurso de Pinchos de La Rioja con su creación ‘El Agricultor’, elaborado con hoja de almidón de patata, pimientos rojos asados y alcachofa de Calahorra, soja, foie, ajo, sal y aceite de oliva del trujal de Calahorra.

Alcachofas fritas, crema de boletus, brocheta de langostino y cecina de León del Restaurante Sopitas en Arnedo; Menestra de verduras de La Posada del Laurel, en Préjano, y Tostada de semillas, aguacate, champiñón y ajo de Cafetería Ana en Pradejón

En la localidad también destacan espacios como Aromas de Rioja by Zenit, premiado por sus platos de autor con identidad riojana. Creaciones como ‘Verduras del huerto camino del puerto’ o ‘De la alubia hasta los andares’ -que combina Alubia de Anguiano DOP, Chorizo Riojano IGP y verduras de Calahorra- son un ejemplo claro de la innovación anclada en el territorio.

En Arnedo, el Restaurante Sopitas ofrece una experiencia única: una sucesión de cuevas que desembocan en un comedor principal donde tradición y modernidad se dan la mano. Entre sus platos más destacados están la menestra de verduras de temporada, las alcachofas fritas con crema de boletus, la brocheta de langostino con cecina de León, las borrajas salteadas con jamón y manitas de cerdo crujiente, o el codillo de cerdo asado a la cerveza acompañado de berza. También en Arnedo, la pastelería La Clavelina ha sorprendido con su original tarta ‘De La Clavelina vengo’, ganadora de la Ruta del Pincho de Ajo. El premio popular fue para Aloha, con ‘Aloha-Jo’, un revuelto de setas, champiñón, ajo fresco y berenjena rebozada.

En localidades como Autol y Pradejón, los champiñones y las setas son los reyes. Cada año Pradejón celebra una competición gastronómica que culmina con la entrega de la ‘Fungui de Plata’. En 2025, el galardón ha sido para el Restaurante Valparaíso, con su plato Buen Rollo Pradejonero, una combinación sabrosa de champiñón, eryngii, pollo, puerro, cebolla, ajo, nata y masa brick. Autol es conocida por celebrar sus jornadas del champiñón y la seta a principios de noviembre.

La Indicación Geográfica Protegida (IGP) Coliflor de Calahorra. Destaca por sus características únicas gracias a los terrenos fértiles regados por los ríos Cidacos y Ebro, además del saber hacer de los agricultores y comercializadores locales. Es muy valorada en la gastronomía local por su sabor y versatilidad. Por ejemplo, en el Restaurante La Viña de Calahorra, proponen un pincho de “Mini Navete de refo a baja temperatura, cous cous de coliflor de Calahorra y mahonesa de syracha”.

Peras de Rincón de Soto. Es la primera Denominación de Origen de peras que se creó en España, empleadas tanto frescas como en platos elaborados. Ampara las peras para el consumo en fresco de las variedades Blanquilla y Conferencia. Ricas en vitaminas A, B, C, D y E, en calcio y en fibra, presentan un calibre, una dureza y un grado de azúcar superiores. Se comercializan envasadas y se distinguen del resto por una etiqueta numerada con el lema Peras de Rincón de Soto. En restaurantes de la localidad, como Casa Javi, es habitual encontrar en su carta Peras al vino, postre y típico de la región.

Reportaje publicado en nº 251 de La Prensa del Rioja

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