Una jornada para todos los públicos, con cocina en directo y catas guiadas, premió a los mejores de 2025: Javier Grijalba, Bodegas Altanza, Almazara Ecológica de La Rioja, Trujal de Galilea y Campomar
Bajo el lema ‘¡Qué vida! Aceite de La Rioja, toma pan y moja’, la ciudad de Logroño vivió el pasado 9 de mayo una jornada dedicada por completo al aceite de oliva virgen extra con sello riojano. El Centro Fundación Ibercaja La Rioja y su entorno fueron el epicentro de la IX Jornada del Aceite de La Rioja, un evento que reunió a productores, distribuidores, instituciones y ciudadanos en torno al producto estrella de la región: el Aceite de La Rioja con Denominación de Origen Protegida (DOP).
El objetivo de la cita fue claro: reforzar el posicionamiento de esta marca de calidad, símbolo de origen, sabor y excelencia, y acercar al gran público la cultura oleícola riojana en un ambiente participativo, divulgativo y festivo.
Una fiesta para todos los públicos
Desde las 10:30 horas, la Plaza Diversidad acogió un stand de degustación de tostadas de Pan Sobado de La Rioja con aceite, abierto tanto por la mañana como por la tarde, junto a diversos puestos de venta directa de distintas marcas amparadas por la DOP. La jornada ofreció también atractivas actividades culinarias y formativas: a las 12:00 horas, el chef Cristian Solana, del restaurante El Puntido, dirigió un taller de cocina titulado ‘Canapés fríos con Aceite de La Rioja’, mientras que por la tarde, a las 18:00 horas, la experta Lorena Marín, técnica del Consejo Regulador, ofreció una cata especializada con variedades autóctonas.
Premios a la calidad
Uno de los momentos más esperados del día tuvo lugar a las 11:30 horas, con la entrega de premios del IX Concurso a la Calidad del Mejor Aceite de La Rioja. En el salón de actos del Centro Fundación Ibercaja se reconoció el esfuerzo, el saber hacer y la excelencia de los elaboradores que mejor han representado el alma del aceite riojano durante la campaña.
Los galardonados fueron Javier Grijalba, en la categoría de frutado verde, por un virgen extra con intensidad, frescura y personalidad; Bodegas Altanza, en frutado maduro, destacando por su suavidad, redondez y equilibrio; Almazara Ecológica de La Rioja, en producción ecológica, por su apuesta sostenible y de calidad; Trujal de Galilea, en la categoría de cooperativas, ejemplo de excelencia colectiva, y Campomar, como mejor comercio distribuidor, en reconocimiento a su labor diaria de promoción y recomendación del producto local.
Orgullo colectivo
La jornada fue inaugurada por la consejera de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural y Medio Ambiente, Noemí Manzanos, junto a María Cadarso, responsable comercial de Ibercaja Banco, y Clara Espinosa, presidenta del Consejo Regulador. Las tres autoridades destacaron el valor estratégico del aceite riojano, su contribución al desarrollo rural, y la necesidad de seguir protegiendo los productos de proximidad mediante los sellos de calidad europeos.
Durante su intervención, Espinosa afirmó que “el Aceite de La Rioja es mucho más que un alimento. Es salud, es sabor, es tradición y también de kilómetro 0. Queremos invitar a todos los riojanos y visitantes a disfrutar, compartir y redescubrir un producto que forma parte de nuestra identidad”.
Más allá de los reconocimientos individuales, el evento dejó patente el impulso conjunto de todo el sector por consolidar al Aceite de La Rioja como un emblema de calidad, sabor y origen. Frente a los desafíos del cambio climático y la inestabilidad del mercado, los productores continúan apostando por la investigación, la formación y la innovación, sin renunciar a las raíces.
El evento, organizado por el Consejo Regulador de la DOP Aceite de La Rioja, contó con la colaboración del Gobierno de La Rioja, el Centro Fundación Ibercaja La Rioja y el Pan Sobado de La Rioja. La participación ciudadana, el entusiasmo del sector y la apuesta institucional convirtieron esta jornada en algo más que una fiesta gastronómica: fue una reivindicación del orgullo rural y del patrimonio agroalimentario riojano.
