Luis Gutiérrez, catador de la guía Parker para España, participó en la mesa redonda organizada por la Asociación de Sumilleres de La Rioja. (Foto de James Sturcke cedida por la Asociación de Sumilleres)

El Descorche de La Prensa del Rioja
Texto: Javier Pascual

¿Saben ustedes por qué están apiladas las barricas a dos alturas? Sin tiempo a que los visitantes aventuraran cualquier hipótesis, incluso la más obvia de la relación entre la superficie de la nave y el número total de barricas que posee la bodega, nuestro joven guía expuso el argumento más original y divertido que jamás he tenido ocasión de oír en bodega alguna. “Muy sencillo: el dueño de la bodega tiene por norma catar el vino de todas las barricas y, dado que no es muy alto, las coloca de tal forma que pueda acceder con facilidad a tomar las muestras de todas ellas”. Lo dijo con tal naturalidad, con tal convicción, que los gestos de asentimiento que pude observar entre los miembros de grupo no me sorprendieron. Pensé entonces que, aunque cualquier conocedor del mundo del vino tomaría como una ingeniosa broma tal argumento, la simplicidad con que estaba expuesto por el guía de la bodega podía resultar una fórmula adecuada para comunicar con éxito la cultura del vino a un público inexperto, pero muy interesado. Es un debate tan antiguo como arduo que el lenguaje utilizado para hablar del vino por periodistas y profesionales resulta incomprensible para la gran mayoría del público. “Demasiado confuso”, dijo el crítico de vinos Luis Gutiérrez, responsable de la Guía/Paker en España, en la mesa redonda organizada por la Asociación de Sumilleres el pasado 30 de noviembre en La Rioja. “Comunicamos de una forma bastante confusa sobre el vino, y si encima lo complicamos más con otros temas que tienen poco que ver, como la política, aún generaremos más confusión”, aseguró refiriéndose a la reciente polémica sobre la unidad de la DOCa Rioja. Opinión que nos reafirma en la creencia de que es el lenguaje el que debe adaptarse al nivel del público al que se dirige y no al revés, teniendo siempre presente que no hay un solo tipo de público.

Un ejemplo de búsqueda de esa adaptación es la nueva campaña publicitaria del vino de Rioja dirigida a captar el interés de los jóvenes. Nos ha traído a la memoria esa técnica culinaria de las cocinas de vanguardia -la ‘deconstrucción’-, al jugar con el propio nombre de la DO y con el posicionamiento que la marca ha logrado alcanzar en el imaginario colectivo. Algunos periodistas especializados lo valoraron como un juego con riesgo en la presentación de la campaña institucional. La reacción de los destinatarios de la campaña será lo que permita valorar su eficacia (100% en mi pequeña encuesta familiar), mientras que será el conjunto de los consumidores quienes valoren su idoneidad. Lo que sí aparece como tendencia en la comunicación del vino es la recuperación del ‘relato histórico’ como herramienta de valor para transmitir las emociones que se asocian al consumo de vinos de calidad. Las informaciones recibidas sobre nuevos vinos y presentaciones especiales para la campaña navideña nos han permitido descubrir que algunas bodegas ya no se conforman con “poner en el escaparate” sus vinos especiales y ofrecerlos con estuches de lujo y accesorios diversos, sino que refuerzan sus argumentos de venta mediante la construcción de un ‘relato’ que haga más atractivas sus propuestas y singularice la imagen de marca de sus vinos. En el reportaje que publicamos sobre este tema en el nº237 de La Prensa del Rioja les contamos cuales son las claves de comunicación que sustentan esos relatos.

 

Ver en el nº237 de La Prensa del Rioja

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