tardeo y winebars
Momento de tardeo y vino en Bodegas Rioja Alta. | Foto: Bodegas Rioja Alta S.A.

Las bodegas de España están revolucionando el ocio con la irrupción del tardeo y los winebar, una tendencia que convierte las tardes en momentos de fiesta, música y conexión social, protagonizada principalmente por la generación X.

 

Texto: Jorge Solana

 

Los winebars combinan la pasión por el vino con un ambiente especial y diurno, redefiniendo la forma en que disfrutamos de la cultura enogastronómica. Por su parte, el tardeo, como explica la socióloga de la cultura Alba Colombo, catedrática en Critical Event Studies de la Universitat Oberta de Catalunya, responde a los cambios en los hábitos de consumo de las personas de entre 40 y 50 años. “Si antes la juventud terminaba en la treintena, ahora se extiende hasta la cincuentena. El tardeo es un ocio práctico y relacional, ideal para quienes buscan disfrutar sin comprometer el día siguiente”, señala Colombo. Este fenómeno, que traslada la fiesta a las horas de la tarde, ha encontrado en los winebars de las bodegas españolas un escenario perfecto. Una experiencia diferente a la de la visita habitual a una bodega. Una fórmula para que las bodegas estén visibles y activas a lo largo de muchas horas del día.

Lejos de la cata tradicional, los winebars se han convertido en espacios dinámicos que fusionan la excelencia de los vinos con música de los 80 y 90, sesiones de DJ hasta las 11 de la noche y, en algunos casos, con propuestas gastronómicas que hacen crecer la experiencia. Inspirados en los afterwork anglosajones y que tan de moda estuvieron y están en la ciudades, estos lugares aprovechan una franja horaria antes desatendida. La oferta es de lo más adecuada con un ambiente distendido donde el vino, los viñedos, los paisajes y los atardeceres son los protagonistas de este momento de conexión social y relación muy directa con la cultura del vino.

La generación X, que reaviva su vida social en la cuarentena o cincuentena, ha abrazado el tardeo como una forma de celebrar la vida sin las exigencias de la noche. Desde terrazas en bodegas con vistas a viñedos hasta salones modernos con sesiones de música en vivo, los winebars proliferan en regiones vinícolas como Rioja o cualquiera de las otras 69 Denominaciones de Origen de España. Eventos como catas temáticas, fiestas programadas con maridajes o conciertos al atardecer se han convertido en la norma, atrayendo a un público que busca calidad y diversión en un horario accesible.

“El tardeo no es nuevo, pero su auge refleja un cambio cultural”, explica Colombo. Las bodegas han sabido adaptarse, creando espacios que combinan tradición e innovación. Los winebars no solo son un lugar para degustar vino, sino para vivir experiencias que conectan a las personas. Esta evolución responde también a una demanda de ocio más consciente, donde la gastronomía, la música y el vino se entrelazan para ofrecer momentos para recordar.

Las bodegas españolas, conscientes de su papel como motor cultural y económico, están invirtiendo en estos nuevos espacios. Desde La Rioja, los winebars se presentan como puntos de encuentro que dinamizan el turismo enológico y refuerzan la identidad de las regiones vinícolas. Con un brindis por la tarde, España celebra una nueva forma de disfrutar el vino, donde la generación X encuentra en los winebars un lugar para reconectar, celebrar y vivir la vida con una buena copa de vino en la mano.