El mundo del vino a sorbos

Si no es el mejor momento para hacerlo -los calores añaden a su dureza algún que otro problema más-, lo cierto es que el Camino de Santiago sigue acogiendo a cuantos peregrinos desean vivir una nueva y atractiva aventura. Pero como nosotros no nos olvidamos que hablamos en esta colaboración semanal del vino, ponemos en el buscador las mágicas palabras de ‘vino y Camino de Santiago’ con este atractivo resultado.

 

Texto: Antonio Egido

En ‘turismodevino.com/blog’ encontramos el mejor de todos los enlaces titulado ‘El vino en el Camino de Santiago’ donde leemos una buena lección donde la historia, su ruta y el vino a degustar en las diferentes zonas vitivinícolas, se mezclan en este atractivo cóctel: “El Camino de Santiago bien podría llamarse Camino del vino. Son muchos los puntos del Camino (o los Caminos) que encuentran en el vino un aliado. El Camino ha ganado adeptos y en 2012 fueron cerca de 200.000 las que lo hicieron; una cifra que nos habla de Peregrinos “oficiales” que son aquellos que realizan, al menos, los últimos 100 kilómetros del Camino y finalizan el recorrido en Santiago de Compostela.

La Peregrinación comenzó en el Siglo IX a partir del momento en que se encontraron las reliquias de los restos del Apostol. El Camino Francés tomó pronto fuerza al ser de interés de Carlomagno el que el mismo sirviera como elemento de fuerza frente a la posible amenaza árabe del Sur.

El Camino Francés es con diferencia el que más adeptos tiene aún hoy y su recorrido entra en Territorio español en las cercanías a Saint Jean Pied de Port, último punto de aprovisionamiento para el peregrino francés. En las cercanías de Saint Jean hay plantado viñedo, que da lugar a vinos más bien ácidos y de poco cuerpo, pero que resultan fáciles de beber en cualquier caso. El Caminante que haya iniciado su peregrinación en Burdeos ya vendrá de Tierra vinícola, y preparado por tanto para lo que se encuentra también en España.

Un paso que quita el hipo por las estribaciones pirenaicas nos deja en Navarra.  Pasaremos por Pamplona e Irache, localidad donde se encuentra la famosa fuente del vino. Los peregrinos pueden beber vino, el que la garganta requiera en ese momento (pero no depositarlo para el Camino posterior). En esta parte del Camino, algunas bodegas de Navarra son visitables, y el Caminante bien podría detenerse unas horas para su deleite… y descanso.

El siguiente punto vinícola del Camino será Logroño. La capital riojana,  hogar de numerosas bodegas y donde se asientan algunos viñedos míticos en sus cercanías, acoge al Caminante, que no dejará de ver viñedo durante toda la ruta que le conduce a Santo Domingo de la Calzada (a su paso quedará Nájera, localidad conocida por su vinculación al vino).

Muchos Peregrinos toman dirección a San Millán de la Cogolla antes de ir a Santo Domingo; un desvío que merece la pena para el Caminante, que podrá encontrar un lugar muy estimulante para el objeto que se supone al Camino; la Sierra de la Demanda al Sur de Rioja ofrece un hermoso escenario para el Peregrino.

Tras muchos kilómetros, pensamientos y días de cansancio (“positivo”) el Peregrino encontrará en León y la Comarca del Bierzo un renovado paisaje de viñedos. Antes de adentrarse pasado Villafranca por el difícil paso a Galicia, el Peregrino podrá disfrutar de los Mencías y Pietro Picudos que ofrece León.  Una parada para visitar una bodega del Bierzo no es obligada (faltaría) pero si recomendable.

Si las fuerzas han aguantado, el Peregrino disfrutará de ese momento que siempre se describe como extenuante pero mágico, que es la llegada a Santiago… momento de celebración y brindis. Con vinos blancos Gallegos. Como decimos, el Camino bien podría ser Camino del Vino de Santiago”.

Ya ven, un atractivo más para disfrutar del Camino de Santiago, por el que brindamos esta semana.