Casi un tercio de las bodegas que cuentan con el nuevo sello -con el que la FEV amplía su certificación para cubrir todo el ámbito de la sostenibilidad: económica, social y ambiental- son de Rioja. Según José Luis Benítez, director general de la Federación Española del Vino, es una muestra de que la Denominación es pionera también en este ámbito
El certificado ‘Sustainable Wineries for Climate Protection (SWfCP)’ define los criterios que debería cumplir una bodega sostenible basándose en criterios de sostenibilidad medioambiental, social, económica y de gobernanza, verificados por una entidad externa independiente. Es una evolución del sello creado en 2015 por la Federación Española del Vino, llamado hasta 2023 Wineries for Climate Protection, el primero y único que ha existido a nivel nacional para bodegas con criterios de sostenibilidad medioambiental como la mejora del manejo del agua, la gestión de residuos, la eficiencia energética y, la más importante, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (CO2).
Desde 2023 el sello incluye, además del pilar medioambiental, criterios de sostenibilidad social, económica y de gobernanza que las bodegas certificadas deberán cumplir para obtener o renovar su certificado, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. A de las cuestiones medioambientales exigidas hasta la fecha, se incluyen aspectos de sostenibilidad social como aquellos relacionados con los trabajadores y proveedores, el territorio y la cultura local y la seguridad y salud de los consumidores.
La medida ha sido muy bien recibida por las bodegas, según José Luis Benítez, director general de la FEV, “de hecho, las bodegas que ya tenían el certificado en su versión medioambiental fueron las primeras interesadas en ampliar el alcance que abarca la certificación SWfCP” y añade que “además, otro valor añadido delas bodegas para obtener este sello es que precisamente les permite comunicar su sostenibilidad de una manera veraz y medible, evitando así las prácticas de greenwashing o ecoblanqueo, que desde Europa se están combatiendo cada vez más para prevenir que las empresas promuevan una imagen verde que no responde a un esfuerzo o unos indicadores reales. En este caso, todas las bodegas que deseen obtener la certificación SWfCP son examinadas por una entidad de certificación independiente que es quien acredita todos los puntos del proceso de certificación y autoriza o no la emisión del certificado. El 2023 cerró con la incorporación de 29 nuevas bodegas, que, sumándose a las que ya disponían del certificado, hacen un total de 87 bodegas que demuestran su sostenibilidad a través del sello SWfCP”. De las que ya contaban con la primera certificación, han sido 58 las bodegas que han renovado bajo las nuevas dimensiones que se han agregado a la certificación.
Rioja, referente y pionera también en sostenibilidad
Casi un tercio de las bodegas certificadas son de Rioja. La denominación cuenta actualmente en su territorio con 27 bodegas certificadas desde la creación del sello, recuerda Benítez “por lo que el interés es evidente. Rioja es siempre referente y pionera en muchos aspectos y, como no puede ser de otra manera, la sostenibilidad es una de ellas. En cualquier caso, es importante destacar que contamos con bodegas certificadas en todo el país, lo cual demuestra que el sector camina de manera más o menos homogénea por la vía de la sostenibilidad. Pero también es cierto que quedan todavía muchas bodegas que son referentes tanto en Rioja como en otras denominaciones, que están en disposición de obtener el sello actualmente y a las que pensamos que SWfCP puede ayudarles a apuntalar y visibilizar su estrategia de sostenibilidad”.
Son varios los motivos que deben animar a las bodegas a obtener la certificación, asegura el director de la FEV. “Es cierto que actualmente ya existen bodegas que implementan algunas acciones de sostenibilidad en general o de tipo medioambiental, mejora de la huella de carbono o incluso medidas de carácter social; sin embargo, en ocasiones falta una visión estratégica y coherente o estar alineado con las últimas tendencias a nivel regulatorio o de exigencias de la distribución, algo que SWfCP sí tiene en cuenta en su planteamiento.
El sello SWfCP permite demostrar rigurosamente y de manera fiable ante terceros la sostenibilidad y alinear todas las acciones que realiza la bodega en torno a un único certificado. Igualmente, al tratarse de un esquema orientado a la mejora continua y a la eficiencia de los procesos permite a la empresa ahorros en el medio y largo plazo en el desarrollo de su actividad.
Por último, es importante señalar que SWfCP tiene ya una posición consolidada en el mercado y es reconocido por la distribución nacional e internacional; además de por la propia Administración nacional y autonómica, que lo reconoce como un criterio puntuable en los programas de apoyo al sector vitivinícola y permite un acceso directo y ágil al registro nacional de huella de carbono del Ministerio de Transición Ecológica” concluye Benítez.
Hasta el momento, estas son las 27 bodegas de Rioja que han obtenido la certificación Sustainable Wineries for Climate Protection:
- Age
- Barón de Ley
- Beronia
- Bodegas Riojanas
- Campillo
- Campo Viejo
- Carlos Serres
- Cm de Matarromera
- Criadores de Rioja Sl
- El Coto de Rioja
- Faustino
- Finca Valpiedra
- Izadi
- Manzanos
- Marqués de Murrieta
- Marqués de Vargas
- Marqués de Vitoria
- Marqués del Atrio
- Montecillo
- Muga
- Murua
- Ontañón
- Ramón Bilbao
- Roda
- Union Vitivinicola, S.A. (Marques De Caceres)
- Valdemar
- Vivanco
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