Cuentan en su bodega de Haro que, en plena Guerra Civil, los hermanos Martínez Lacuesta decidieron adentrarse en el mundo de los aperitivos vínicos y aumentar su gama de productos. Compraron en exclusiva la receta de la conzia a José María Jové, catalán de ascendencia suiza, presentando al mercado su primer vermú artesanal en 1937. Ochenta años después, este producto supone el 20 % de la facturación de la bodega y año a año sigue al alza.
Esta fórmula, que reúne hasta 24 plantas y hierbas aromáticas de diversas procedencias mezcladas con un vino blanco, es la base de esta bebida y se deja envejecer en barricas de roble francés u otras procedencias, lo que da al vermú Lacuesta el sabor característico que lo hace ideal como aperitivo o como base para cócteles. En este tiempo de uso de la fórmula magistral, Martínez Lacuesta no ha dejado de investigar para poder ofrecer hoy al mercado hasta 5 variedades de vermú.
Para celebrar las primeras 8 décadas de mimo a una bebida que tiene como sinónimo el concepto de “aperitivo”, la bodega organizó el pasado mes de septiembre en su sede de Haro una cata de las cinco presentaciones de este vermú dirigida por el Master of Wine Pedro Ballesteros, amigo de la familia bodeguera.
Previamente se habló en mesa redonda moderada por Luis Martínez Lacuesta de una bebida que tiene como base el vino blanco, como lugar de envejecimiento la barrica de roble americano, francés o de acacia, pero que sigue guardando el gran secreto de la conzia, además del azúcar, ácido cítrico, caramelo y alcohol, sin olvidar ni uno de los detalles de comunicación para mejor llegar al consumidor. François Monti, periodista belga autor de un libro sobre esta bebida, relató la historia del vermú y el reciente premio Nacional de Gastronomía 2016 como mejor sumiller, Carlos Echapresto, acompañado por el ex-presidente de los sumilleres, Juan Muñoz, opinaron de gastronomía y coctelería, del pasado, presente y prometedor futuro de esta bebida, así como de las anécdotas que rodean al vermú.
Saborea el arte del maridaje
El vermú Lacuesta protagonizó una cena maridada ofrecida por el Hotel Los Agustinos de Haro, en la que los anfitriones fueron los miembros de la tercera generación de esta familia que rige los destinos de la Bodega, con Luis Martínez Lacuesta como portavoz oficial, así como amigos y periodistas llegados de distintas procedencia que no quisieron perderse un aniversario tan especial. Los asistentes disfrutaron de un entrante compuesto de huevo a baja temperatura sobre parmentier de patata y hongos con salsa de trufa, maridado con el Vermout Lacuesta Reserva Acacia. El plato de pescado fue de chipirones encebollados sobre un arroz negro y brotes verdes, con el que bebimos el Tempranillo blanco 2016. La ternera de leche francesa con sus jugo, mantequilla de estragón y guisantitos se degustó con el Martínez Lacuesta Reserva 2009 y el postre, una tarta de manzana con salsas de vainilla, fue maridada con el Félix Martínez Lacuesta Gran Reserva 2010. Una cena a gusto de todos los comensales donde no faltaron las repeticiones del vermú Lacuesta envejecido en barricas de Acacia.