Ramón Bilbao reúne a las bodegas centenarias Niepoort (Portugal), Catena Zapata (Argentina) y Château Palmer (Francia) para hablar de experiencia, legado y valor de marca
Texto: Mirian Terroba
redaccion@laprensadelrioja.com
El Palacio de Congresos de Logroño, Riojaforum, acogió un evento organizado por Bodegas Ramón Bilbao en el que se dieron cita renombradas bodegas centenarias, prensa y profesionales del sector. La jornada, que se enmarca entre las actividades que conmemoran los 100 años de la bodega, tuvo a los Master of Wine Pedro Ballesteros y Sarah Jane Evans como maestros de ceremonias, comenzó con un encuentro con algunas de las bodegas centenarias más influyentes a nivel internacional. Dirk Niepoort de Niepoort (Portugal), Adrianna Catena de Catena Zapata (Argentina), Arnaud. R. Lodeizen de Chateau Palmer (Francia) -a través de un video- y Rodolfo Bastida de Ramón Bilbao aportaron reflexiones avaladas por su experiencia.
Coincidieron en la necesidad del trabajo duro de todas las personas que han hecho posible las trayectorias de sus bodegas. Dialogaron sobre cómo se lleva el peso del legado y cómo se combina la tradición con la innovación “trabajando en bodega para poner en valor el viñedo”, según palabras de Bastida. Compartieron con los asistentes cómo es “trabajar mirando al cielo” y cómo han ido buscando soluciones frente al cambio climático. En este sentido, Adrianna Catena reconoció que su familia fue visionaria plantando viña en las alturas, Dirk Niepoort apostó por el factor humano y no seguir tendencias. Para él, es cuestión de actitud, “se puede hacer”, afirmó y puso como ejemplo que sus vinos son más delicados ahora que hace 20 años. Para Rodolfo bastida, no hay nada más ecológico que un viñedo, que vive muchísimos años, pero que hay que “plantar con cabeza” porque ahora hay más información que nunca “para tomar decisiones sobre cómo hacer las cosas. Ya no es sólo intuición”.
Sobre las tendencias y modas de consumo, el director de Ramón Bilbao admitió que el sector tiene cierta responsabilidad porque cuesta adaptarse a ellas y por el camino se corre el riesgo de perder lo que se hace. Destacó que el vino acompaña a los momentos de un consumo que cambia, debe adaptarse y entender al consumidor. Adrianna Catena abogó por traer de vuelta al mercado algo que se había abandonado por distintas razones como por ejemplo vinos con menos alcohol. Los representantes de las tres bodegas centenarias reconocieron el valor que supone tener una gran marca, que hay que cuidarla porque cuesta mucho construirla y es el mejor legado que se puede transmitir porque resume toda la actividad y esencia de la bodega.
Cata de 5 vinos centenarios
Siguió una ‘Cata Centenaria’ en la se degustaron referencias icónicas de las bodegas al las que se sumó Frescobaldi (Italia), cuyo vino Castek Gioncondo 2025, DOCG Burnelio di Montalcino fue el encargado de abrir la sesión. Siguió Château Palmer 2014 de AOC Margaux; Redoma Reserva Branco 2002 DOC Douro de Niepoort; después Nicolás Catena Zapata 2029 DO Mendoza de Catena Zapata para finalizar con Mirto 1999 de Ramón Bilbao.
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