El mundo del vino a sorbos
Artículo de opinión. Texto: Antonio Egido
El 9 de junio, tenemos por delante unas elecciones para conformar los parlamentarios a los que tenemos que enviar a Bruselas, Bélgica, o a Estrasburgo, Francia. En 2024 se elegirán 720 diputados, 15 más que en las elecciones anteriores del año 2019, que representarán a casi 450 millones de personas. En España debemos elegir, voto a voto, los 61 eurodiputados en 2024 al Parlamento Europeo, dos más que en las elecciones celebradas en 2019.
Repasar los programas políticos de los diferentes partidos, algunos de ellos muy extensos, otros excesivamente reducidos, los podemos encontrar en rtve.es con el añadido noticias/elecciones/europeas/comparador-programas/ que nos acerca un comparador de todos los programas elaborados desde España, para poder comparar o en su caso, decidir.
Incluso nos ofrece esta web poder seleccionar acudiendo a agricultura y ganadería -representando con la figura de un tractor- para poder ver las diferencias de los diferentes programas, de manera especial para los todavía indecisos.
El programa del PSOE llega hasta 104 páginas, pero si vamos a esa aplicación, nos indican que los principales temas que abordarán en el tema de la agricultura son: trabajar por una Política Agraria Común (PAC) que mantenga un presupuesto acorde a los retos y capaz de garantizar la seguridad alimentaria en la UE; simplificar las cargas administrativas haciendo una «solicitud única» de las ayudas de la PAC; frenar el abandono de las zonas rurales proporcionando servicios básicos, públicos y privados y programas de formación en el sector de la agricultura y la ganadería mejorando sus capacidades digitales y fomentando la innovación; exigir que las condiciones exigidas a la producción europea y a las importaciones sean lo más homogéneas posible y finalmente, seguir impulsando el liderazgo mundial de la UE en agricultura ecológica y el fomento de las Organizaciones de Productores, el cooperativismo agroalimentario y la economía social asociada.
El programa del PP lo reducen solamente a 8 páginas y nos indica el comparador, que no ofrecen propuestas específicas en agricultura, señalando también que Europa tiene por delante cuatro grandes desafíos a los que debemos hacer frente: el desafío democrático, el desafío social, el desafío económico y el desafío geoestratégico. Pero nada más.
Podemos, lanza sus propuestas en un documento de 130 páginas, pero los referidos a la agricultura son, esencialmente: priorizar a productores que tengan la actividad agraria como principal y sean explotaciones medianas o pequeñas; eliminar los derechos históricos; establecer un máximo en el cobro; complementar las ayudas de jóvenes y mujeres; reforzar la condicionalidad de las ayudas al cumplimiento de obligaciones ambientales y derechos laborales; simplificar la normativa y burocracia; aprobar una Ley de la Cadena Alimentaria en Europa; impulsar una directiva marco sobre suelos y tierra para impulsar el acceso democrático a la tierra y evitar el acaparamiento; paralelamente, activar una moratoria indefinida a nuevas macroexplotaciones y la compra de tierras fértiles por fondos buitre y grandes corporaciones; cláusulas espejo en los tratados internacionales y prohibición del glifosato.
VOX, con programa de 46 hojas, pero referidas a la agricultura destacan: exigir un cambio de rumbo en la orientación política de la PAC para que se tenga en cuenta la sostenibilidad económica de las explotaciones y no solo la ambiental, y que reconozca el carácter prioritario y estratégico del sector primario español; promover un aumento de la financiación para la PAC, eliminando la «arquitectura verde que supone más costes, más burocracia y más limitaciones para los productores»; velar por que se garantice la soberanía alimentaria de España y el fortalecimiento del principio de preferencia comunitaria; mejorar la situación de los agricultores: reducir drásticamente la burocracia, eliminar «toda condicionalidad ideológica para la percepción de ayudas», aligerar los requisitos de control y uso de productos fitosanitarios, entre otras medidas y sobre los fitosanitarios: homogeneizar las normas europeas en todos los Estados miembros para evitar competencia desleal dentro de la UE.
Ahora Repúblicas -programa de ERC, Ehbildu, Bng y Ara mes- con 5 páginas resaltan en su programa de agricultura: pasar de la Política Agraria Común a una Política Alimentaria Común, con perspectiva medioambiental y de bienestar animal, que permita la viabilidad económica para alcanzar el máximo nivel de autoabastecimiento alimentario; precios y competencia: implantar una ley europea de la cadena alimentaria que establezca unos precios mínimos; reformar la Organización Común de los Mercados Agrícolas; revisar la directiva sobre prácticas comerciales desleales e investigar los oligopolios agroalimentarios para mejorar la situación económica de los agricultores; introducir cláusulas espejo a las exigencias de los productos importados y poner fin a las negociaciones de Mercosur.
Junts, con 56 páginas, pero en catalán, quieren asegurar que las ayudas agrarias europeas se conceden con criterios de sostenibilidad ambiental, competitividad y equilibrio territorial; aumentar las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) a las explotaciones pequeñas, medianas y familiares y se limiten a los grandes terratenientes; promover que la nueva PAC del período 2028-2034 se alinee con el Green Deal; defender que la nueva PAC reduzca las cargas burocráticas y que se aplique correctamente el principio de ventanilla única; exigir que todos los productos agrícolas y de importación cumplan con los mismos estándares fitosanitarios y ambientales a los que están sometidos los productores de la UE y ayudar al impulso de la marca Made in Catalonia e impulsar la visibilidad de las denominaciones de origen catalanas en Europa.
CEUS, con dos versiones, del PNV con 26 páginas y el de Coalición Canaria con 35 páginas, coinciden en: garantizar la seguridad alimentaria de la UE, reformando la cadena de valor para posicionar en ella a los productores agropecuarios; proteger nuestras producciones de la competencia desleal de terceros países que no cumplen nuestros estándares; apoyar tecnologías agrícolas avanzadas, como la agricultura de precisión, los sensores, la inteligencia artificial y la robótica, para mejorar la eficacia de las explotaciones; mantener el diálogo estructurado y permanente con el sector que ha dado lugar a la última legislación para simplificar la PAC y atemperar la sobrerregulación y mejorar el acceso a la tierra y el desarrollo rural como claves del relevo generacional y la capacitación digital para acelerar la innovación en el sector.
El programa de Ciudadanos tiene 7 páginas, y destacan en agricultura: defender los intereses de ganaderos y agricultores españoles, apoyando sus «justas reivindicaciones»; exigir que la entrada de productos extracomunitarios no suponga en ningún caso competencia desleal; modernizar el mundo rural a través de una mejora de la PAC y otros fondos y programas, y finalmente, crear una política de aranceles a las importaciones extracomunitarias de productos de agricultura y ganadería, al tiempo que se amplían las ayudas directas a los productores europeos para garantizar que compiten en igualdad de condiciones.
Y el del Sumar, que tiene 75 páginas, señalan principalmente en el tema de agricultura: reducir en un 42 % las emisiones del sector agrícola para el año 2030 y a un 50 % del uso de pesticidas; desarrollar una ley que impida las prácticas desleales y que asegure que agricultores y ganaderos cubran los costes de producción; revisar el modelo de ayuda por unidad de superficie, que beneficia a las grandes explotaciones y reducir el uso de antibióticos para prevenir el desarrollo de gérmenes multirresistentes en la ganadería.
Conocidos los diferentes programas sobre el tema de la agricultora, debemos este próximo domingo, acudir a votar, o no.
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