La búsqueda constante de la excelencia siempre ha sido el motor del trabajo de la cenicerense Tonelería Gangutia. Desde sus comienzos en 1870, son más de 150 años al servicio de las bodegas y destilerías más prestigiosas. Durante estos años la mirada ha estado puesta en el futuro, pero sin perder de vista todo lo bueno de la experiencia.
Fruto de sus trabajos I+D en colaboración con aserraderos y enólogos de diferentes denominaciones se ha incorporado a la carta de productos un tino de 1.000 litros perfecto para pequeñas producciones. Nace como un instrumento ideal para vinos especiales y pequeñas parcelas. “Era una demanda que nos venían haciendo desde hace muchos años”, nos dice Fernando Gangutia, quinta generación de toneleros. “Queremos dar un servicio integral y eso incluía intentarlo con los grandes volúmenes. Hace años empezamos con barricas de 500, 600 y 700 litros y estamos encantados. Esto es un paso más”.
Con maderas seleccionadas de Francia o Austria y secados superiores a los 40 meses. Los tinos, provistos de múltiples accesorios, se suman así al resto de barricas de la empresa: “Sweet”, “Original”, “Bianca”, “1588” y “Amèthyste”, donde se combinan los mejores robles franceses, americanos, europeos o incluso españoles con una amplia gama de alternativas para la enología moderna: staves, chips, granulados, cubos o insertos.
Toda una cartera de productos que ahora ya no sólo se encuentran en La Rioja o el resto de denominaciones españolas. La empresa exporta actualmente a países como Chile, Argentina, EEUU, China, Australia o Georgia.