Vino para el aperitivo

El mundo del vino a sorbos
Texto: Antonio Egido

Muchas veces nos preguntamos cuales son los mejores vinos para momentos del día muy concretos como son el tiempo del aperitivo o el de los postres, y dudamos siempre si tomamos la mejor decisión inclinándonos por el vino que luego degustaremos durante la comida o hay que elegir otro para cerrar la comida.

Por ello le hemos solicitado a nuestro buscador que nos dé respuesta a nuestra pregunta y duda. Y la primera respuesta que encontramos es la web ‘catatu.es’ que nos devuelve la interrogación de ¿Cuáles son los mejores vinos para aperitivos?, respondiéndonos que “Cada persona es un mundo o tal y como dice el dicho, para gustos los colores. Por lo que a la hora de maridar es tan respetable degustar un vino blanco o rosado con una paella como un pescado con un vino tinto. Aunque bien es cierto que los diferentes tipos de vino combinan mejor con un tipo de comida, así que os vamos a dar unas recomendaciones de buenos vinos tintos para aperitivos.

¿Qué aperitivos se acompaña el vino tinto para disfrutarlo al máximo?

Los vinos tintos son muy versátiles, maridan muy bien con los embutidos, podemos recomendar diferentes tipos de tinto según el embutido.

Un vino tinto para maridar con jamón

Si por ejemplo, hablamos de jamón podríamos maridarlo con vinos con crianza como el Cabernet Sauvignon, pues la grasa del jamón marida muy bien con los aromas ahumados y tostados de este vino.

Para el  salchichón y fuet, ¿qué vino tinto se podría recomendar?

Si hablamos del salchichón y fuet que llevan base de pimienta lo combinaríamos con un tinto como la garnacha.

¿Y para el chorizo?

El chorizo, que es la carne de cerdo picada y aderezada con especias, principalmente pimentón, lo que le confiere su característico color rojo y su sabor ligeramente picante podemos optar por vinos afrutados elaborados con uva Syrah y con tiempo en barrica.

¿Qué vino tinto va bien con el lomo?

Por último el lomo, que es otro derivado del cerdo que también recibe entre sus ingredientes el pimentón. A diferencia del resto de embutidos, el lomo destaca por una menor presencia de grasa, situándose entre el jamón y el chorizo por su textura e intensidad de sabor. Las características del lomo encajan muy bien con vinos jóvenes y crianzas elaborados con uva Tempranillo.

Vinos tintos para maridar bien con quesos

Los quesos son un clásico de los aperitivos. El queso curado no es muy adecuado ya que los taninos del vino se bloquean en la lengua y no dejan saborear el queso.

Así que una buena combinación sería un buen vino tinto de reserva con quesos muy curados de cabra y oveja, azules, ahumados y fermentados fuertes.

Los azules de pasta blanda pueden maridarse con vinos con cuerpo y fuertes como un Priorat o Rioja de crianza o Ribera del Duero.

Otros tipos de aperitivo

Otro aperitivo fácil y rápido de servir y que combina a la perfección con cualquier copa de vino tinto es un buen plato de aceitunas negras. Las almendras son otro clásico para acompañar una copa de vino tinto”.

Pasamos a la web ‘elespanol.com’ donde nos amplían la oferta indicándonos que los ‘Vinos que van bien con todo, desde el aperitivo hasta los postres’, donde leemos: “Se habla mucho de maridajes y de armonías, en definitiva del arte de combinar el comer y el beber. La búsqueda del mestizaje perfecto es un ejercicio cultural y conjuntar acidez, sabores, texturas y aromas es una de las actividades más apasionantes de un aprendiz de sumiller. Pero no hay que volverse loco para encontrar el vino perfecto para cada plato, existen vinos ‘todoterreno’ que aguantan desde los aperitivos hasta el postre sin perder un ápice de su encanto.

“No existe un maridaje perfecto, existen millones”. Así de rotundo se muestra François Chartier, padre de la ‘sumillería molecular’ y uno de los mejores sumilleres del mundo. Si lo dice él, que ha trabajado codo con codo con Ferrán Adriá y está reconocido internacionalmente como el gran referente en la creación de armonías entre vinos y platos, habrá que creerle.

Y tampoco hace falta hacerse una prueba de ADN como la que el chef Michelin Mauro Colagreco (Mirazur) ha desarrollado junto al laboratorio The Gen Company para crear el ‘menú perfecto’ basado en la tipología genética de los comensales. El arte del maridaje es subjetivo y, aunque hay ciertas recomendaciones que tienen que ver con el sabor y la consistencia, con el contraste y la similitud, y que permiten que un plato realce un vino y viceversa, todas ellas son meramente orientativas y nunca hay que seguirlas al pie de la letra.

Tomando como referencia la regla básica que asocia a los pescados con los vinos blancos y a las carnes rojas con los vinos tintos, así como algún que otro truquito como que combinar la riqueza y la intensidad del vino con las mismas cualidades del plato siempre funciona o que conviene prestar especial atención a la acidez, podemos empezar a hacer nuestras propias combinaciones a partir de una única referencia, dos a lo sumo, sin descorchar toda la bodega. Y es que hay vinos cuya singularidad los hace ideales para acompañar desde un aperitivo hasta un postre, pasando por un pescado, un guiso o un plato de caza.

Una perspectiva útil si eres inexperto en la materia es pensar en el vino como una prolongación del proceso final del plato, como uno último paso cuyo objetivo es proporcionar una satisfacción añadida al paladar. En el transcurso de la comida, pretendemos instintivamente cierta armonía entre los sabores de lo que bebemos y comemos. Así, en función del menú que elijas, estas cinco referencias te pueden funcionar”.

No estamos muy convencidos, esta semana, de haber podido resolver la pregunta que nos planteamos. El mundo del vino es tan variado que cualquier combinación que nos resulte agradable, debe ser dada por buena. No hay nada como disfrutar de un vino de calidad. Y además jugar con nuevos sabores, con diferentes vinos.

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