
Con la celebración de un evento profesional, la bodega ha dado un paso más en su apuesta por el compromiso con la calidad, la autenticidad y la expresión del terruño
Viñedos de Sonsierra reafirma su posición como bodega pionera en la valorización de parcelas únicas dentro de la Denominación de Origen Calificada Rioja con la presentación de su colección de Viñedos Singulares. La bodega da así un paso más en la consolidación de su proyecto y compromiso con la calidad, la autenticidad y la expresión del terruño. Este evento, celebrado el 9 de abril, con profesionales del sector vitivinícola, se convirtió en una experiencia memorable que llevó a los asistentes a descubrir la esencia del territorio, la rica herencia vitivinícola de la zona y la profunda conexión entre el terruño, el trabajo artesanal y la pasión por el vino.
Además de la presencia del presidente del Gobierno de La Rioja, Gonzalo Capellán, y la consejera de Agricultura, Noemí Manzanos, el evento contó con la asistencia de destacados prescriptores y expertos del mundo del vino, tanto nacionales como internacionales. Entre ellos, Peter Arjins, director de la Wine Academy del Consejo Regulador de la DOCa Rioja, y Sarah Jane Evans, Master of Wine, cuya presencia aportó una dimensión internacional a la jornada y subrayó la relevancia del proyecto.

Un viaje al origen
La jornada comenzó con un recorrido por tres de los viñedos más emblemáticos de Viñedos de Sonsierra. El primero, El Manao, se encuentra a orillas del río Ebro, a 410 metros de altitud, y es conocido por aportar estructura y una fruta madura de gran calidad. Luego, los asistentes llegaron a El Rincón de los Galos, un viñedo visualmente impresionante, rodeado por un pequeño bosque y con el majestuoso Castillo de Davalillo como telón de fondo. Finalmente, se visitó Soltierra, un viñedo a 620 metros de altitud, famoso por sus garnachas plantadas en 1927, aunque se cree que algunas de las cepas podrían ser aún más antiguas, posiblemente de 1910.
El enólogo de la bodega, Rafa Usoz, guio la visita acompañado de dos viticultores, Alejandro y Javi, quienes explicaron cómo las condiciones específicas de cada viñedo -como el tipo de suelo, la altitud, la biodiversidad o la mezcla varietal- influyen directamente en el carácter de los vinos. Este contacto directo con el entorno permitió a los asistentes comprender la filosofía de trabajo minucioso, cepa a cepa, que sustenta el proyecto.
Rafa Usoz explicó que “en cada uno de estos viñedos singulares, el trabajo de los viticultores es muy laborioso y meticuloso, cepa a cepa. En una misma parcela podemos encontrarnos diferentes variedades, desde tempranillo a viura o garnacha riojana. Su producción es muy limitada, algunos no llegan a las 1.000 botellas, pero son auténticas joyas. En el año 2012 iniciamos nuestro proyecto de selección de viñedo antiguo y comenzamos a pagar más al viticultor por estas uvas, además del plus económico que les damos si es de Viñedo Singular«.
Tras el recorrido por los viñedos, los participantes visitaron la bodega boutique de Viñedos de Sonsierra, dedicada exclusivamente a elaborar vinos de Viñedo Singular. En estas instalaciones, equipadas con 23 depósitos que permiten vinificar cada parcela por separado, se emplean tecnologías como el sistema Oresteo y visión artificial para seleccionar racimos por tamaño y color, integrando así innovación y tradición en el proceso de elaboración.
Uno de los momentos más destacados fue la cata dirigida por Rafa Usoz, en la que se degustaron los seis vinos que integran la colección: El Muérdago, Soltierra, El Manao, Quitasueños, Duermealmas y El Rincón de los Galos. Cada uno refleja las particularidades del viñedo de origen: por ejemplo, «El Manao destaca por sus notas balsámicas y taninos pulidos», mientras que «El Rincón de los Galos resalta por su madurez, estructura y complejidad aromática, posiblemente influida por la biodiversidad del entorno natural que lo rodea».
La jornada concluyó con una comida en la que se maridaron los vinos con gastronomía local, en un ambiente distendido de intercambio y celebración.
Pioneros en Viñedos Singulares
Desde su creación en 2017, Viñedos de Sonsierra ha sido pionera en la diferenciación y certificación de Viñedos Singulares, con un proyecto que pone en valor el origen, la historia y el respeto por la tierra, buscando siempre la máxima expresión de cada parcela. Cada uno de sus vinos narra una historia única y rinde homenaje a San Vicente de la Sonsierra, reflejando su legado de esfuerzo, perseverancia y ejemplo. Este vínculo con la villa se plasma en las etiquetas de los vinos, donde se encuentran distintos escudos heráldicos que representan los rincones más emblemáticos de este singular municipio. Con esta presentación, la bodega se mantiene como un referente dentro de Rioja, no solo por su capacidad de innovación, sino también por su respeto al legado vitivinícola de San Vicente de la Sonsierra.