El Círculo de Bellas Artes de Madrid fue el escenario el 23 de septiembre del primer encuentro de la Asociación de Bodegas por la Calidad, en el que varias bodegas emblemáticas de la DOCa Rioja presentaron su visión y compromiso con la excelencia en la vitivinicultura.

La Asociación de Bodegas por la Calidad ha promovido un cambio estructural en la representatividad en la gestión de la Denominación que da mayor influencia al modelo basado en calidad, valor añadido y sostenibilidad

La Denominación de Origen Calificada Rioja ha dado un paso firme hacia un modelo más justo y sostenible, al incorporar el criterio valor en el sistema de representatividad de su Organización Interprofesional del Vino (OIPVR). Esta medida, impulsada por la Asociación de Bodegas por la Calidad (ABC), reconoce a las bodegas que comercializan vinos a más del doble del precio medio, otorgándoles mayor influencia en la toma de decisiones del sector.

Se trata de un cambio que reconoce que no todos los modelos de producción aportan el mismo valor. El objetivo es claro: fortalecer el papel de quienes apuestan por la excelencia, la creación de valor añadido y la sostenibilidad económica en toda la cadena vitivinícola.

Desde su fundación en 2002, ABC ha defendido una Rioja de prestigio internacional, con viticultores bien remunerados y un territorio rural vivo. Las bodegas asociadas aplican una política de compra común que paga por encima de la media del mercado, con bonificaciones adicionales si la uva cumple criterios de calidad. Así, se premia el trabajo bien hecho en el viñedo y se garantiza la rentabilidad del primer eslabón de la cadena: el productor. ABC está formada por Bodegas Martínez Lacuesta, La Rioja Alta, S.A., Bodegas Muga, Gómez Cruzado, Castillo de Cuzcurrita, Torre de Oña, Valenciso, Bodegas Valdemar, Bodegas Miguel Merino y, recientemente, Bodegas Macán (Bodegas Benjamin de Rothschild & Vega Sicilia).

Una cadena de valor justa y sostenible

ABC continúa demostrando su capacidad para reunir a actores clave del sector vitivinícola bajo un objetivo común: transformar Rioja desde dentro a través de políticas reales, coherentes y sostenibles. En este contexto, es importante recordar que el modelo que defiende con firmeza se estructura sobre una serie de principios concretos que persiguen consolidar a Rioja como una región competitiva, respetada y orientada al largo plazo.

En primer lugar, se apuesta por la calidad desde el origen, lo cual implica trabajar con viñedos adecuados, utilizar material vegetal de alta calidad y mantener rendimientos equilibrados. A esto se suma la libertad responsable en el viñedo, ofreciendo flexibilidad técnica que permita adoptar prácticas vitícolas dirigidas a la excelencia.

Además, se reconoce la diversidad como una auténtica riqueza, lo que implica poner en valor la identidad propia de cada zona y comarca dentro de Rioja. Paralelamente, se considera que la marca debe ser el motor del crecimiento, promoviendo el prestigio internacional de Rioja a través de marcas sólidas y reconocidas.

Asimismo, se defiende de forma activa una calidad contrastada, combatiendo la banalización del producto y la competencia desleal. Este enfoque se complementa con la necesidad de contar con instituciones eficaces, entendidas como un Consejo Regulador independiente, profesional y centrado en garantizar la estabilidad del sistema.

Por otro lado, se subraya que el crecimiento debe centrarse en el valor y no en el volumen, lo que implica producir menos litros pero con mayor reconocimiento y rentabilidad. Este principio se refuerza mediante controles en el punto de venta, cuyo fin es garantizar al consumidor una calidad verificable.

Finalmente, se promueve un comercio justo en toda la cadena de valor, prestando especial atención a que el productor agrícola reciba una retribución rentable y adecuada a su labor. Todo este conjunto de principios sustenta un modelo de futuro para Rioja, basado en la excelencia, la sostenibilidad y el reconocimiento justo del esfuerzo de todos los agentes implicados.