El Consejo Regulador de la D.O.Ca. Rioja está realizando una campaña de comunicación institucional bajo el eslogan “Prueba el blanco, ponte de moda”, cuyo objetivo fundamental es apoyar el desarrollo de los vinos blancos de Rioja, trasladando a los consumidores la actual estrategia de la Denominación de irrumpir con fuerza en el mercado de los vinos blancos con una oferta de valor, que satisfaga a todos los paladares y ponga el acento en el buen hacer, capacidad innovadora y liderazgo de Rioja.

 

Es la primera vez que el Consejo realiza una campaña de comunicación específica para los vinos blancos, campaña que se desarrollará hasta el próximo otoño en medios de comunicación nacionales -diarios, revistas y radio-, redes sociales y grandes superficies, y tendrá continuidad en el tiempo. Además de la generación de contenidos divulgativos, se ha creado un video de 30” para viralizar en Youtube y una creatividad específica de vinos blancos tanto para soportes impresos como online. La campaña pone el acento en los valores de los blancos que Rioja presenta actualmente al mercado, destacando el potencial de esta Denominación, como líder de los vinos de calidad, para ofrecer una gama tremendamente atractiva, no solo en vinos más desenfadados, sino en otros más complejos, basados tanto en las variedades tradicionales -viura, malvasía, etc.- como en las nuevas variedades introducidas a partir de 2008 (tempranillo blanco, maturana, chardonnay, etc.).

Entre las acciones desarrolladas, cabe destacar el evento organizado el 1 y 2 junio en la sede del Consejo Regulador, donde 21 líderes de opinión de la prensa especializada española tuvieron la oportunidad de catar la mayor muestra de vinos blancos de Rioja reunida hasta la fecha. Fueron un total de 171 vinos blancos, que se distribuyeron en cinco grupos de acuerdo con los siguientes criterios: 1. coupages de variedades autóctonas; 2. coupages con otras variedades blancas; 3. fermentados en barrica; 4. envejecidos y añadas antiguas; 5. monovarietales. La impresión general manifestada por los catadores fue muy satisfactoria, inclinandose de forma mayoritaria por los vinos que mejor expresaban la personalidad diferencial de Rioja, bien a través de su paso por barrica o bien por su procedencia de variedades autóctonas como el Tempranillo blanco.

El Plan Estratégico de Rioja marcó en 2005 en la hoja de ruta de la Denominación el objetivo de renovar la oferta de sus vinos blancos, reto al que ha respondido con éxito al incorporar nuevas variedades -unas 1.500 hectáreas en la actualidad- con carácter complementario al viñedo existente -en torno a 4.000 hectáreas-, que van conformando una interesante gama de nuevos vinos y que algunos prescriptores han llegado a denominar «la mayor revolución enológica» de España en estos comienzos del Siglo XXI.